Todos contra Juncker
Los cinco candidatos de los mayores partidos despliegan su ideario para una nueva Europa en el debate electoral El l¨ªder del PPE defiende la gesti¨®n de la crisis de su partido: "Evit¨® la ruptura del euro"
De menos a m¨¢s, de guante blanco ¨Csalvo alg¨²n aguijonazo¡ª y en un esfuerzo tit¨¢nico por decirle a los ciudadanos que Europa importa y que el 25-M es una fecha clave para el futuro del proyecto europeo, en pleno auge del eurodesencanto tras la mayor crisis desde su puesta en marcha. El primer y ¨²nico debate entre los cinco candidatos de los grandes partidos europeos (el popular Jean-Claude Juncker, el socialdem¨®crata Martin Schulz, el liberal Guy Verhofstad, el izquierdista Alexis Tsipras y la candidata de los Verdes, Ska Keller) se ha convertido esta noche en un intento por poner contra las cuerdas a Juncker, el l¨ªder del Partido Popular Europeo, la fuerza mayoritaria en casi la mitad de los Estados miembros, que ha gestionado la crisis europea al frente de la Comisi¨®n Europea, del Eurogrupo y que ha dominando con germ¨¢nica mano de hierro el Consejo Europeo. Espa?a ha sido protagonista de la noche, tanto por los efectos de la austeridad como por el rescate bancario, el aborto y, sobre todo, por el refer¨¦ndum secesionista de Catalu?a.
Fiel a su ideario socialcristiano, Juncker ha reclamado una Europa ¡°m¨¢s solidaria, que ponga fin a la fractura Norte-Sur y que active el tratado comercial con Estados Unidos¡±, y ha defendido su legado en la gesti¨®n de la crisis: "Evitamos la ruptura del euro". Schulz ha puesto el ¨¦nfasis en la lucha contra el paro, ha asegurado que luchar¨¢ contra la evasi¨®n fiscal y ha subrayado que regular¨¢ el sistema financiero. Tsipras era el m¨¢s esperado porque no partici¨® en debates anteriores, y ha protagonizado algunos de los momentos de mayor dureza de la noche: ¡°Grecia ha sido una especie de cobaya; el resultado de las pol¨ªticas aplicadas en mi pa¨ªs no se lo deseo a ning¨²n otro socio. Es algo catastr¨®fico. Tenemos que echar a la troika de las instituciones europeas¡±. Para Verhofstadt, la pregunta clave es si la ciudadan¨ªa quiere ¡°volver a los antiguos Estado naci¨®n o tener una Europa m¨¢s integrada, que pueda plantar cara a China, a Estados Unidos y a los emergentes¡±. La alemana Ska Keller se ha centrado en una candidatura alternativa ¡°que se preocupe m¨¢s de las personas que de los bancos¡± y que sea "pionera en la lucha contra el cambio clim¨¢tico".
Con los inevitables mensajes enlatados de estas ocasiones, el debate ha ido cogiendo vuelo a lo largo de la noche. Especialmente tras algunas embestidas (Schulz ha cargado contra la canciller alemana, Angela Merkel, y Tsipras contra Juncker por patrocinar Gobiernos tecnocr¨¢ticos en Grecia e Italia). Catalu?a y en menor medida Escocia han acaparado el inter¨¦s de los candidatos, que han llegado a un grado de concreci¨®n poco habitual para lo que suele estilarse en ese tipo de formatos. Con la clara excepci¨®n de Juncker, casi todos han expresado una opini¨®n m¨¢s favorable a la consulta de la mostrada hasta ahora por las instituciones comunitarias, e incluso por alguno de los candidatos a lo largo de la campa?a. Verhofstadt y Keller, adem¨¢s, defienden a las claras que se vote.
Lo ¨²nico en lo que coinciden exactamente los cinco es en que el presidente de la Comisi¨®n Europea tiene que ser uno de ellos, pese a que los tratados son lo suficientemente ambiguos si no hay un resultado concluyente el 25-M. "El presidente de la Comisi¨®n no puede ser elegido como en el pasado, por los primeros ministros con un trato cerrado", seg¨²n ha resumido Martin Schulz.
Estos son los asuntos centrales que se han debatido.
AUSTERIDAD Y PARO. Juncker ha defendido el legado de los conservadores en la gesti¨®n de la crisis, frente a los ataques del resto. ¡°No puede haber crecimiento sin consolidaci¨®n fiscal¡±, seg¨²n el socialcristiano luxemburgu¨¦s, que a¨²n as¨ª ha abogado por eliminar ¡°los excesos de la austeridad¡± y por crear empleo ¡°a trav¨¦s de la profundizaci¨®n en el mercado ¨²nico y en el tratado comercial con Estados Unidos¡±. Verhofstadt va en una l¨ªnea parecida: reclama m¨¢s mercado interior, y defiende la necesidad de recortes (su n¨²mero dos, Olli Rehn, fue el encargado de aplicarlos en la Comisi¨®n). Schulz, muy s¨®lido en las arenas movedizas de las pol¨ªticas econ¨®micas, se ha mostrado partidario de combinar ¡°la disciplina inevitable con m¨¢s inversiones estrat¨¦gicas¡±, ha puesto el acento en la lucha contra la evasi¨®n fiscal y ha subrayado la necesidad de ¡°regular la banca y conseguir que el sistema financiero asuma responsabilidades por el desastre que provoc¨®¡±. Los candidatos de Izquierda Unitaria y los Verdes se han desmarcado de esa apuesta m¨¢s o menos velada de combinar disciplina fiscal y pol¨ªticas de est¨ªmulo: Keller ha explicado que la receta de la austeridad ¡°no ha funcionado¡± y ha apostado abiertamente por inversiones verdes, que generen empleo sostenible. Tsipras, por su parte, ha sido rotundo: ¡°Europa est¨¢ aplicando las pol¨ªticas que llevaron a una Gran Depresi¨®n; hay que acabar con la austeridad¡±. El candidato izquierdista reclama una conferencia de deuda como la celebrada en Londres en 1953, en la que se condon¨® a Alemania una parte importante de la deuda. Ninguno de los candidatos ha recogido el guante.
A todo eso ha respondido Juncker con una cerrada defensa de la acci¨®n de gobierno de la Comisi¨®n Barroso y del Eurogrupo. ¡°Europa no hizo una apuesta pura por la austeridad. Al principio de la crisis aplic¨® pol¨ªticas keynesianas. Se han aprobado normas para que la banca sea responsable de los riesgos que asume¡±. ¡°Me dan perfectamente igual los banqueros¡±, ha explicado en un alarde de sinceridad el exprimer ministro de un pa¨ªs que vive b¨¢sicamente de ese sector, ¡°y si los hemos rescatado es porque de lo contrario la econom¨ªa se hubiera venido abajo¡±.
SECESIONISMO. Catalu?a, y en menor medida Escocia, han acaparado un inesperado inter¨¦s de los candidatos por bajar a la arena de lo concreto. Con la excepci¨®n de Jean-Claude Juncker, casi todos han mostrado una postura m¨¢s comprensiva hacia Catalu?a que la expresada hasta ahora por las instituciones comunitarias. Aun as¨ª, solo Ska Keller ha apoyado abiertamente la integraci¨®n de una Catalu?a independiente en el seno de la UE. ¡°Si yo fuera presidenta de la Comisi¨®n Europea y los catalanes decidieran la independencia, los acoger¨ªa en la UE¡±, ha precisado.
¡°La UE no tiene que involucrarse en esto. Ni intervenir de manera negativa, como lo ha hecho hasta ahora Barroso. Que decidan ellos: Espa?a y los catalanes¡±, arranc¨® Guy Verhofstadt, sensible hacia el sentimiento nacionalista como ex primer ministro de un pa¨ªs, B¨¦lgica, marcado por este debate. M¨¢s ambiguo, Martin Schulz admiti¨® que la UE ¡°no puede dar una respuesta de una sola manera¡± y se refiri¨® al caso de Escocia para asegurar que, si se escindiera de Reino Unido, habr¨ªa que ¡°iniciar un proceso en ese momento para unirse a la UE¡±.
Los m¨¢s categ¨®ricos al respecto fueron Juncker ¨C¡°estoy a favor se respetar las Constituciones nacionales¡±, una afirmaci¨®n que le vali¨® el aplauso del p¨²blico- y el izquierdista Alexis Tsipras: ¡°No podemos fomentar los movimientos de fronteras en Europa. En Catalu?a o Escocia quiz¨¢s lo mejor sea una mayor autonom¨ªa, ir hacia un sistema federal¡±. Probablemente, fue el bloque que m¨¢s aun¨® las distantes opiniones de Juncker y Tsipras.
INMIGRACI?N. Todos los candidatos se han manifestado a favor de crear una pol¨ªtica europea conjunta sobre inmigraci¨®n que establezca canales legales de entrada para evitar que cada vez haya m¨¢s afluencia irregular a la UE. Juncker ha expresado una idea rompedora, contraria a la pol¨ªtica que han venido practicando los Gobiernos conservadores en el continente (singularmente el de Mariano Rajoy): ¡°Que los pa¨ªses dejen de reducir su presupuesto a ayuda al desarrollo¡±. Y Schulz se ha mostrado sorprendido de haber encontrado ¡°un nuevo aliado¡± en esta reclamaci¨®n.
UCRANIA. Los candidatos han reflejado en este punto un alineamiento m¨¢s cercano a sus pa¨ªses de origen que a su tendencia ideol¨®gica. El m¨¢s radical, el griego Alexis Tsipras, que ha condenado el apoyo que Europa presta al Gobierno provisional de Kiev: ¡°No podemos reconocer un Gobierno en Ucrania con neonazis en el poder¡±. Fuera de estos postulados, la alemana Ska Keller ha apoyado las sanciones que Europa ha impuesto hasta el momento pero ha pedido que se dejen de exportar armas a Rusia. Schulz y Juncker han defendido el di¨¢logo con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, porque ¡°no podemos abrir un guerra¡±, seg¨²n el candidato conservador.
El m¨¢s rotundo con el l¨ªder ruso ha sido Verhofstadt: ¡°Somos demasiado blandos con Rusia y con Putin. Las sanciones son el ¨²nico lenguaje que entiende¡±.
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