Los militares golpistas declaran disuelto el Senado en Tailandia
La ex primera ministra Yingluck Shinawatra contin¨²a retenida. La junta convoca a otros 35 pol¨ªticos y acad¨¦micos pro democracia
Un portavoz de la junta, el coronel Winthai Suvaree, asegur¨® que ni Yingluck ni el resto de los detenidos despu¨¦s de que 155 personalidades pol¨ªticas fueran convocadas a instalaciones militares en Bangkok permanecer¨¢n bajo arresto ¡°m¨¢s all¨¢ de una semana, dependiendo de su grado de implicaci¨®n¡±. Los militares parecen quererse hacer con un r¨¢pido control de la situaci¨®n y evitar las manifestaciones que siguieron a la asonada anterior, en 2006, cuando qued¨® depuesto el entonces primer ministro y hermano de Yingluck, Thaksin Shinawatra, un magnate de las telecomunicaciones quien pese a vivir en el exilio desde 2008 no ha dejado de ejercer una importante influencia en el pa¨ªs.
As¨ª, en un comunicado le¨ªdo en televisi¨®n, la junta indic¨® que se hace con los poderes que correspond¨ªan hasta ahora al Senado: ¡°Todas las leyes que tengan que ser aprobadas por el Parlamento o el Senado lo ser¨¢n a partir de ahora por el l¨ªder¡± militar, Prayuth Chan-Ocha.
En cualquier caso, la estabilidad parece complicada de alcanzar. Al menos dos ex ministros del Gobierno derrocado -el de Educaci¨®n, Chaturon Chaisaeng, y el de Interior, Charupong Ruangsuwan- han anunciado a trav¨¦s de las redes sociales que no se presentar¨¢n ante los militares.
Y centenares de personas se manifestaron hoy, rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad, junto al Monumento a la Victoria en Bangkok para protestar contra el golpe de Estado encabezado por el jefe militar del pa¨ªs, el general Prayuth Chan-Ocha.
Hasta el momento, la Junta, o Consejo Nacional para la Paz y el Orden, su nombre oficial, no se ha fijado un calendario para abandonar el poder. Tan s¨®lo ha apuntado que la prioridad ser¨¢ poner en marcha reformas antes de celebrar elecciones y entregar el poder.
El quid de la cuesti¨®n ser¨¢ precisamente qu¨¦ tipo de reformas. Los manifestantes que protestaban desde hace seis meses contra Yingluck y el Gobierno depuesto -y cuyas protestas precipitaron la crisis actual- exig¨ªan cambios para una vuelta a un sistema m¨¢s tradicional, de democracia dirigida en la que el Gobierno est¨¦ sometido a mayores controles.?
En cualquier caso, se aleja la perspectiva de unas elecciones que hab¨ªan estado previstas para este verano. Y que los simpatizantes de Thaksin y su hermana ten¨ªan todas las de ganar. Apoyados por las clases m¨¢s populares se han impuesto en todos los comicios desde 2001. Para frustraci¨®n de una oposici¨®n apoyada por las clases m¨¢s altas y que cree que la mejora del pa¨ªs pasa por mantener los sistemas tradicionales, los diferentes gobiernos pro Thaksin s¨®lo han acabado mediante intervenciones ajenas al proceso electoral.
Dada la actual composici¨®n del pa¨ªs, unas elecciones verdaderamente democr¨¢ticas volver¨ªan a dar la victoria al Pheu Thai, el partido de Thaksin y Yingluck. Y las clases m¨¢s altas lo seguir¨ªan encontrando inaceptable.
¡°Es dif¨ªcil ver qu¨¦ podr¨ªa hacer Prayuth que cambiara el paisaje electoral¡±, apunta Kim McQuay, representante de la organizaci¨®n The Asia Foundation en Bangkok.
Por el momento, la Junta ha dado ya sus primeros pasos para tratar de atraerse a los partidarios de Thaksin. Seg¨²n publica hoy el diario ¡°The Nation¡±, pagar¨¢ a los campesinos arroceros las deudas de m¨¢s de 1.800 millones de euros dejadas por el fracaso de un programa de subsidios a este grano, una de las principales promesas con las que Yingluck gan¨® las elecciones en 2011.
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