?Causa desigualdad la corrupci¨®n?
En muchos pa¨ªses se debe a que hay demasiados ladrones en el Gobierno
De qui¨¦n es la culpa de que la desigualdad econ¨®mica haya aumentado tanto en los ¨²ltimos tiempos? De los banqueros, es la respuesta obvia para muchos. Seg¨²n esta visi¨®n, el sector financiero es el principal responsable de la crisis econ¨®mica mundial que comenz¨® en 2008 y cuyas consecuencias a¨²n las sufren millones de desempleados y la clase media que se ha empobrecido, especialmente en Europa y EEUU. Quienes piensan as¨ª tambi¨¦n enfatizan que los banqueros y especuladores financieros que causaron la crisis no han pagado costo alguno y, por el contrario, muchos de ellos son ahora m¨¢s ricos. Para otros, el aumento de la desigualdad tiene que ver con los mis¨¦rrimos sueldos de los trabajadores en pa¨ªses como China e India, cuyos salarios empujan hacia abajo los ingresos de los trabajadores del resto del mundo y generan desempleo, ya que las empresas ¡°exportan¡± puestos de trabajo de Occidente a Oriente. No; la tecnolog¨ªa es la principal fuente de desigualdad, dicen otros. Son los robots, las computadoras, Internet y, en general, todas las m¨¢quinas que reemplazan a los trabajadores las que causan desempleo y desigualdad.
Es m¨¢s complicado y profundo que todo esto, argumenta Thomas Piketty, el economista franc¨¦s cuyo enjundioso libro El capital en el siglo XXI se ha convertido en un sorprendente ¨¦xito mundial. Seg¨²n Piketty, el capital (que ¨¦l iguala a riqueza y esta, a su vez, a propiedades inmobiliarias, activos financieros, etc¨¦tera) suele aumentar a mayor velocidad que el tama?o de la econom¨ªa. Los ingresos producidos por el capital (los alquileres de las propiedades, o los rendimientos de las inversiones, por ejemplo) se concentran en un grupo m¨¢s reducido de personas que los ingresos fruto del trabajo, que est¨¢n dispersos entre toda la poblaci¨®n. Por eso, cuando los ingresos del capital aumentan mas r¨¢pidamente que los del trabajo, se produce un aumento de la desigualdad, ya que los due?os del capital acumulan una mayor proporci¨®n de la renta. Y en vista de que el crecimiento de los ingresos generados por el trabajo depende mucho del crecimiento de la econom¨ªa como un todo, si esta no crece al menos al mismo ritmo que las ganancias del capital se agudiza la desigualdad econ¨®mica. Piketty resume esta complicada explicaci¨®n as¨ª: cuando r>g , la desigualdad aumenta; r es la tasa de remuneraci¨®n del capital y g la tasa de crecimiento de la econom¨ªa. Seg¨²n ¨¦l, a largo plazo la econom¨ªa crecer¨¢ a un promedio de entre el 1% al 1,5%% cada a?o, y el promedio del retorno al capital aumentar¨¢ a una tasa de 4% a 5% anual, por lo que la desigualdad est¨¢ destinada a aumentar. Para evitarlo, Piketty recomienda un impuesto global y progresivo a la riqueza, idea que ¨¦l mismo reconoce como algo ut¨®pica, ya que confrontar¨ªa enormes obst¨¢culos pol¨ªticos y grandes dificultades pr¨¢cticas.
El an¨¢lisis y las propuestas de Piketty est¨¢n siendo ampliamente debatidos y, este debate acaba de amplificarse debido a que el Financial Times ha cuestionado los datos en que se basa el libro. Pero tal como lo escrib¨ª en mi anterior columna, el inusitado inter¨¦s por las ideas de Piketty se debe en gran medida a que la desigualdad se ha convertido en una gran preocupaci¨®n en EEUU. Y este pa¨ªs tiene una capacidad ¨²nica para contagiar sus angustias al resto del mundo. As¨ª, naciones donde la desigualdad ha sido una plaga cr¨®nica, sin que eso despertara grandes debates, ahora se han contagiado del fen¨®meno Piketty, cosa que es una buena noticia. Es importante que en estos pa¨ªses desaparezca la complacencia con las profundas desigualdades que los aquejan. Pero es igualmente importante tener el diagn¨®stico claro. En Rusia, Nigeria, Brasil o China la desigualdad econ¨®mica no se debe principalmente a que r>g. Se debe a que hay demasiados ladrones en el Gobierno y el sector privado que pueden robar con gran impunidad. Parafraseando a Piketty, en las sociedades donde c>h la desigualdad seguir¨¢ aumentando: c es el n¨²mero de funcionarios p¨²blicos, l¨ªderes pol¨ªticos y empresarios corruptos dispuestos a violar las leyes para enriquecerse y h es el n¨²mero de funcionarios y pol¨ªticos honrados. La desigualdad florece en sociedades donde no hay sistemas de incentivos, reglas e instituciones que hacen que la corrupci¨®n no dependa solamente de tener gente honesta en el Gobierno, sino que tambi¨¦n cuentan con maneras de hacer que el robo del dinero p¨²blico o la venta de decisiones del Gobierno al mejor postor sean conductas que se detectan y castigan.
Piketty basa su an¨¢lisis en datos de cerca de 20 pa¨ªses, la mayor¨ªa de los cuales tienen elevados ingresos y gozan de los menores niveles de corrupci¨®n, de acuerdo con la lista de 177 naciones que recopila Transparencia Internacional. Tristemente la mayor¨ªa de la humanidad vive en pa¨ªses donde lo normal es que c>h. Y ah¨ª la falta de honestidad de los gobernantes y sus aliados es una importante fuente de desigualdad econ¨®mica.
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