El populista UKIP se fija el objetivo de llegar al Parlamento de Westminster
Es la primera vez que el primer partido de la oposici¨®n, los Laboristas, no gana las europeas Los 'tories' quedan terceros en unas elecciones nacionales. Nunca hab¨ªa ocurrido
El ¨¦xito del populista Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP, en sus siglas en ingl¨¦s) en las elecciones europeas ha dejado malparados a los tres grandes partidos brit¨¢nicos hasta el punto de que no es f¨¢cil saber cu¨¢l de ellos lo ha hecho peor. Tras vencer por primera vez en unas elecciones nacionales y conseguir as¨ª que no las ganen ni conservadores ni laboristas por primera vez desde 1910, el UKIP de Nigel Farage prepara ahora la toma de Westminster, un objetivo mucho m¨¢s dif¨ªcil que los comicios europeos.
Farage se declar¨® ¡°muy orgulloso¡± del resultado y destac¨® en especial el logro de un esca?o en Escocia y otro en Gales (24 en total, 11 m¨¢s que en 2009), donde estuvo a tan solo unas d¨¦cimas de superar en voto a los laboristas. Eso le permite por primera vez presentarse como un partido con presencia en todo el Reino Unido y no solo en Inglaterra como hasta ahora.
El primer asalto de su camino hacia el Parlamento de Westminster se vivir¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 6 de junio, cuando se celebren unas elecciones parciales en Newark. Se trata de una circunscripci¨®n de clase media abrumadoramente conservadora. En 2010 los tories ganaron con el 54% de los votos y el UKIP obtuvo menos del 4%. Ganar all¨ª parec¨ªa un objetivo tan dif¨ªcil que hace unas semanas Farage renunci¨® a presentarse personalmente. Pero los electores de Newark han dado ahora m¨¢s votos al UKIP (32,4%) que a los tories (31,2%).
Todo se ve ahora de otra manera y el primer ministro David Cameron, que ya ha visitado Newark dos veces, ha dado ¨®rdenes al grupo parlamentario de volcarse en esa votaci¨®n. ?l mismo ha empezado ya la campa?a intentando desmitificar la imagen de Farage de hombre de la calle: ¡°Es un consumado pol¨ªtico. No es el t¨ªo normal que va al pub y todo eso¡±, le ha atacado.
Los nervios de los conservadores son una muestra del impacto que el ¨¦xito del UKIP ha tenido en la pol¨ªtica brit¨¢nica. Los populistas de Farage han sido los ¨²nicos ganadores de las europeas. Nadie m¨¢s, ni siquiera los Verdes, puede estar contento: han ganado un esca?o m¨¢s que en 2009 y han superado en voto a los liberales-dem¨®cratas, pero han ca¨ªdo en voto respecto a entonces y han desaprovechado una gran oportunidad de sacar partido del descontento general contra la clase pol¨ªtica.
Pero los grandes perdedores han sido, obviamente, los tres partidos tradicionales. Los tories han quedado terceros en unas elecciones nacionales por primera vez en la historia (pierden siete esca?os y se quedan con 19). Los laboristas han conseguido otro r¨¦cord hist¨®rico: es la primera vez que el primer partido de la oposici¨®n no gana las europeas, si bien llegan a 20 esca?os, siete m¨¢s. Y el desplome de los liberales-dem¨®cratas, que pierden 10 eurodiputados y logran un ¨²nico esca?o, ha desatado ya la pol¨¦mica sobre el futuro de su l¨ªder, Nick Clegg.
Con los ojos rojos, Clegg reiter¨® que no piensa dimitir. ¡°Si pensara que alguno de nuestros verdaderos dilemas se resolviera cambiando de l¨ªder, o de estrategia, o de direcci¨®n, no dudar¨ªa en defender eso¡±, dijo. ¡°Son tiempos muy dif¨ªciles pero es tambi¨¦n momento de tener la cabeza alta por defender nuestras ideas, por defender una Gran Breta?a amplia de miras y generosamente internacionalista¡±, defendi¨®.
No lo tiene mucho mejor David Miliband. El crecimiento de los laboristas ha sido min¨²sculo si se tiene en cuenta que part¨ªan de unos p¨¦simos resultados en 2009. Solo el voto londinense les evit¨® la humillaci¨®n de que los conservadores les relegaran al tercer lugar y su escasa ventaja sobre ellos m¨¢s bien hace pensar que los laboristas no est¨¢n en condiciones de ganar las generales de 2015.
El crecimiento de los laboristas ha sido min¨²sculo si se tiene en cuenta que part¨ªan de unos p¨¦simos resultados en 2009
Pero quiz¨¢s la situaci¨®n m¨¢s compleja es la de los conservadores. Por un lado, el hecho de quedar terceros por primera vez en unos comicios nacionales es una humillaci¨®n para David Cameron; en el partido se van a multiplicar las voces pidiendo un giro a¨²n m¨¢s pronunciado a favor de aplicar las pol¨ªticas que predica el UKIP en materia europea y de inmigraci¨®n; y queda m¨¢s abierto que nunca el debate sobre si hay que distanciarse de los populistas o, al contrario, fraguar una alianza electoral.
Pero, en sentido contrario, la distancia de menos de un punto y medio que les han sacado los laboristas es min¨²scula al lado de los 12 puntos que los tories le sacaron al laborismo en 2009, a un a?o de las generales de 2010. Adem¨¢s, el ¨¦xito del populismo antieuropeo en otros pa¨ªses, y especialmente el de Marine le Pen en Francia, favorece los objetivos de Cameron de repatriar poderes desde Bruselas y en especial de limitar la libre circulaci¨®n de trabajadores. Londres est¨¢ cada vez menos solo en ese objetivo.
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