Santos lanza una cruzada por la paz
El presidente de Colombia propondr¨¢ dividir al equipo que negocia con las FARC para acelerar el di¨¢logo. ¡°No habr¨¢ impunidad¡±, asegura el mandatario
Juan Manuel Santos se ha embarcado en una cruzada por la paz para ganar las elecciones en tres semanas. Esa es la palabra que emple¨® el domingo, cuando admiti¨® su derrota, para pedir apoyo de los tres candidatos ¡ªen total cinco millones de votos¡ª que se quedaron fuera de la segunda vuelta. Santos se ha lanzado a la caza de aliados, tambi¨¦n en la mesa de negociaci¨®n con la guerrilla de La Habana. ¡°Aspirar¨ªa, y voy a ver si las FARC lo aceptan, a subdividir el equipo negociador en dos frentes para que los dos temas que quedan se puedan ir discutiendo simult¨¢neamente¡±, dijo el presidente el martes en la emisora Blu Radio. ¡°Eso nos ahorrar¨ªa tiempo y podr¨ªamos terminar m¨¢s pronto¡±, afirm¨®.
Los dos puntos de la agenda de di¨¢logo no son cualquier cosa: v¨ªctimas y terminaci¨®n del conflicto. Ah¨ª entra el debate m¨¢s delicado, el de qu¨¦ penas van a cumplir los culpables de delitos graves y si habr¨¢ c¨¢rcel para ellos. Santos necesita que la gente vea avances en el proceso de paz. El hecho de que tenga que ser secreto y de que se manejen unos tiempos que no son los electorales lastran su reelecci¨®n. Eso permite a los uribistas recurrir a im¨¢genes que causan cortocircuito en muchos votantes, como la de que los jefes de las FARC se sienten en el Congreso y no pasen por prisi¨®n, por ejemplo. Por eso Santos insisti¨® ayer: ¡°Le garantizo al pa¨ªs: no es cierto que habr¨¢ impunidad. Los tratados internacionales nos lo proh¨ªben, nuestra conciencia nos lo proh¨ªbe y las v¨ªctimas nos lo proh¨ªben¡±, dijo.
El presidente intenta que estas tres semanas y su reelecci¨®n se conviertan, de un modo a¨²n m¨¢s expl¨ªcito, en un plebiscito sobre el di¨¢logo de paz. A la hora de convencer a potenciales aliados, trata de unirlos en torno a un ¡°bien supremo¡±, como dijo el martes, por encima de ideolog¨ªas y de batallas pasadas. El lunes se sumaron a su campa?a una veintena de altos funcionarios del Ayuntamiento de Bogot¨¢, gobernado por el izquierdista Gustavo Petro ¡ªal que Santos destituy¨® del cargo para volver a ponerlo despu¨¦s hace un par de meses¡ª, que apoya la paz del presidente. El rival de Santos en las anteriores elecciones, Antanas Mockus, tambi¨¦n ha salido a respaldar el di¨¢logo, y parece que Enrique Pe?alosa, el candidato de la Alianza Verde (centroizquierda), tambi¨¦n se inclinar¨¢ a su favor. A ¨¦l le votaron alrededor de un mill¨®n de personas, pero es un grupo muy heterog¨¦neo que no est¨¢ claro que vaya a respaldar lo que ¨¦l plantee.
Santos tambi¨¦n ha tendido la mano a los conservadores de Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, que obtuvo dos millones de votos y estar¨ªa m¨¢s inclinada a escoger al uribista ?scar Iv¨¢n Zuluaga, por afinidad pol¨ªtica. Sin embargo, dentro del partido hay divisiones, con un sector m¨¢s favorable a la paz de Santos, y no se descarta que voten escindidos.
La izquierda, fragmentada, tambi¨¦n est¨¢ en su proceso de toma de decisiones. Clara L¨®pez, la candidata del Polo Democr¨¢tico que logr¨® dos millones de votos el domingo y es muy fuerte en Bogot¨¢, dijo en campa?a que seguir¨ªa con el proceso de paz aunque plantear¨ªa una tregua bilateral. Sin embargo, tambi¨¦n hay un sector de la izquierda, liderado por el senador Jorge Enrique Robledo, que se niega a apoyar a Santos o a Zuluaga por razones ideol¨®gicas.
La campa?a de Santos para estas tres semanas, adem¨¢s de lograr alianzas, consiste en movilizar a quienes se quedaron en casa el domingo, un 60%. Si los uribistas explotaron el miedo a la impunidad de las FARC, Santos va a tratar ahora de capitalizar otro temor: el de la vuelta al poder de los uribistas. Mauricio Rodr¨ªguez, asesor del presidente, explica c¨®mo despu¨¦s de la primera vuelta han percibido ¡°un creciente apoyo por la paz, hay preocupaci¨®n por que se acabe ese proceso¡±, dice, si vence Zuluaga. Lo que se juega el pa¨ªs, agrega Rodr¨ªguez, ¡°no es solo el l¨ªder de los pr¨®ximos cuatro a?os, sino el futuro de una generaci¨®n¡±.
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