La tierra prometida
EL PA?S viaja por algunos de los sitios clave para el futuro de Hait¨ª
![Ni?os de la escuela que la ONG Fe y Alegr¨ªa tiene en el asentamiento de Cana¨¢n, a las afueras de Puerto Pr¨ªncipe, donde viven miles de reuigiados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JEUA67GEWD76ZSJHSYZNCHDTLI.jpg?auth=7146bb01b5b72ff8110ab2b21834b5151f24f0df12dff880387c76c95b6490d3&width=414)
No hay un solo Hait¨ª. Hay muchos Hait¨ªs y lo sabe bien el antrop¨®logo y sacerdote Ambroise Gabriel, director nacional de las 17 escuelas que la organizaci¨®n jesuita Fe y Alegr¨ªa tiene abiertas en el pa¨ªs, en las que se educan m¨¢s de 3.000 ni?os y j¨®venes haitianos. Tambi¨¦n lo sabe St¨¦phanie Balmir Villedrouin, la ministra de Turismo de la isla caribe?a, a cargo de la dif¨ªcil tarea de convertir su sector en pilar del desarrollo econ¨®mico de uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de la tierra. Ambos est¨¢n en contacto con dos realidades distintas. El padre Gabriel lidia cada d¨ªa con uno de los grandes problemas nacionales, la educaci¨®n, en un pa¨ªs en la que solo el 12 % de los colegios son p¨²blicos, el 50% de la poblaci¨®n tiene menos de 20 a?os y todav¨ªa hay demasiados ni?os sin escolarizar. La ministra Balmir Villedrouin se mueve en la parte superior de la pir¨¢mide. Sus interlocutores son ¨¦lites y empresas extranjeras que empiezan a buscar oportunidades en la isla, como las compa?¨ªas norteamericanas Best Western o Marriott, que prev¨¦ abrir el a?o pr¨®ximo un hotel de 175 habitaciones en Puerto Pr¨ªncipe.
1- Cana¨¢n
El nombre de la tierra prometida es tambi¨¦n el de uno de los campamentos de refugiados m¨¢s grandes del pa¨ªs. Establecido tras el terremoto de 2010 en unos terrenos inclementes a las afueras de la capital, el lugar, hoy reventado de hogares que en algunos casos son solo tiendas de campa?a y en otros chabolas hechas de lat¨®n y maderas, ha ido creciendo an¨¢rquicamente y sin ning¨²n tipo de servicio b¨¢sico. No hay electricidad, ni agua corriente, ni sistemas de eliminaci¨®n de desechos¡ no hay casi de nada en Cana¨¢n.
En la escuela de Cana¨¢n los padres tienen que participar, algunas madres cocinan, otros pintan paredes cuando hay que pintar
Nadie sabe con exactitud cuanta gente vive aqu¨ª (70.000, 100.000 de hasta 250.000 personas se habla). Pero s¨ª es seguro que una gran parte de sus habitantes son ni?os -y si un tercio de los 10 millones de haitianos tienen menos de 15 a?os, basta calcular-. Ante la situaci¨®n extrema de Cana¨¢n, Fe y Alegr¨ªa abri¨® una peque?a escuela comunitaria en 2010, germen de la de hoy.
El padre Gabriel recuerda que al principio las clases se impart¨ªan en carpas en uno de los terrenos que facilit¨® la comunidad dentro del campamento. 50 ni?os recibieron educaci¨®n el primer a?o. La escuela fue creciendo poco a poco y gracias a ayudas diversas se construyeron aulas e instalaciones donde hoy estudian 488 alumnos, desde preescolar hasta octavo grado.
![Alumnos de la Escuela Comunitaria Du Bas de Cana¨¢n, en Puerto Pr¨ªncipe.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DPTTYVR47IFQWIDCMA76HXKUFE.jpg?auth=0a59b7feb4612dbbc53328611e94d4ad9861a66aaf77835354c47795eab968e5&width=414)
Dina S¨¢nchez, la monja puertorrique?a que dirige el plantel, tiene 101 ni?os en las aulas de preescolar y dice que all¨ª se ven cosas ¡°tremendas¡±. ¡°Muchos peque?os solo comen cuando vienen a la escuela. Los padres salen temprano a buscarse la vida en la ciudad y vuelven de noche, as¨ª que los ni?os pasan casi todo el tiempo solos. A veces llega el lunes y se desmayan de hambre porque no han comido en todo el fin de semana¡±, cuenta.
El colegio, subvencionado por distintas ONG, gasta mensualmente 1.500 d¨®lares en comida y otros 3.700 en pagar los salarios de los 18 profesores y 7 colaboradores de la escuela (el salario promedio de un profesor en la ense?anza p¨²blica es de 130 d¨®lares mensuales, y en la privada es inferior). Pero la labor, explica el padre Gabriel, no consiste solo en formar a los ni?os, Fe y Alegr¨ªa tambi¨¦n trata de educar a los padres y al Gobierno.
En la escuela de Cana¨¢n los padres tienen que hacer trabajos para el plantel: algunas madres cocinan, otros pintan paredes cuando hay que pintar o ayudan a construir cuando hay fondos para levantar una nueva aula. El 80% ya asisten a las reuniones de padres. En Hait¨ª, donde hasta en los colegios p¨²blicos hay que pagar por el uniforme, la comida y los libros (un gran sacrificio en un pa¨ªs en el que hay 7 millones de padres), la gente tiene que implicarse o no se llega a ning¨²n lado.
![El padre jesuita Ambroise Gabriel (centro) en la escuela de Cana¨¢n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ALGVQ5HNUOV235GSPPYGAWBS5U.jpg?auth=7d4005d06d1bb4c7f34a65112781ed3d3972ede3d961df5775ca0a95b1ee629e&width=414)
El padre Gabriel asegura que ¡°Fe y Alegr¨ªa es defensora a ultranza de la ense?anza p¨²blica¡±. Reconoce que el Gobierno ha hecho un esfuerzo en materia de educaci¨®n ¨Cseg¨²n datos oficiales, gracias al programa Educaci¨®n Gratuita para Todos, 1.300.000 ni?os han sido escolarizados en los ¨²ltimos a?os -, pero dice que ¡°para que las cosas funcionen la politiquer¨ªa debe salir del debate de la educaci¨®n y se debe trabajar por una ense?anza de calidad¡±. De poco sirve escolarizar a los ni?os si despu¨¦s solo terminan el ciclo de primaria el 50% de los que empezaron. ¡°La calidad de la ense?anza es lo primero¡±, repite, se?alando que el actual sistema educativo en este punto falla. ¡°Hay que realizar una reforma estructural que permita crear un sistema educativo sostenible y de calidad, y para ello es necesario la voluntad pol¨ªtica¡±, dice. No vale con que venga una ONG y resuelva el problema en tal o cual lugar, y que cada cual haga lo que le d¨¦ la gana. ¡°El ministerio de Educaci¨®n debe tomar las riendas y ordenar el actual descontrol¡±, enfatiza. Pone como ejemplo de las cosas positivas que pueden hacerse el contrato firmado por el Gobierno con Fe y Alegr¨ªa, seg¨²n el cual Estado debe de hacerse cargo del pago a los profesores en sus colegios, al menos eso. ¡°La firma ya est¨¢ pero el cheque se demora¡±, bromea¡A¨²n as¨ª, admite, son los primeros pasos en la buena direcci¨®n.
El padre Gabriel es haitiano. Y sabe que de la educaci¨®n - tambi¨¦n de las autoridades- depende el futuro de su pa¨ªs. Aunque el Gobierno durante d¨¦cadas ha estado ausente, este jesuita quiere pensar que la situaci¨®n puede cambiar.
2. Cotes-de-Fer
Si Hait¨ª quiere dejar de ser un pa¨ªs receptor de cooperaci¨®n internacional y generar sus propios recursos tiene que desarrollar el turismo
St¨¦phanie Balmir Villedrouin es la ministra m¨¢s joven del gabinete de Michel Martelly y tiene una de las responsabilidades grandes: desarrollar la industria tur¨ªstica en un pa¨ªs sin infraestructuras y con una miseria galopante. No es f¨¢cil, admite, pero es ¡°vital¡± si Hait¨ª quiere dejar de ser un pa¨ªs receptor de cooperaci¨®n internacional y generar sus propios recursos para desarrollarse.¡°Este pa¨ªs tiene potencialidades, recursos naturales y una cultura que no pueden subestimarse¡±, defiende.
En enero estuvo en FITUR y antes hab¨ªa pasado por otras 15 ferias internacionales con el prop¨®sito de ¡°reposicionar Hait¨ª en los mercados¡± y cambiar la imagen del pa¨ªs. El mes pr¨®ximo vuelve a Espa?a para mostrar a posibles inversionistas los planes de desarrollo que tiene su Gobierno en la costa suroeste, desde Cotes-de-fer a Ile a Vache. El plan es construir all¨ª miles de habitaciones para el turismo internacional, en varias fases, tomando como modelo de desarrollo el de Punta Cana y la Riviera Maya. ¡°Uno de los proyectos es trabajar con programas multidestino en la regi¨®n, hay muchos planes en marcha¡±, dice con vehemencia.
![La ministra de Turismo de Hait¨ª, St¨¦phanie Balmir Villedrouin](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6PNHWZ6FWRWG65VSFQZCAKMBLY.jpg?auth=b4b5d4250f3ea6dee30384dc7e8d04cad5c76ea75f7ea29e9fb4b5b4c8adf60e&width=414)
Balmir Villedrouin irradia entusiasmo: ¡°Estamos solo empezando y ya vemos los primeros resultados. En 2012 visitaron nuestro pa¨ªs 320.000 personas y el a?o pasado fueron 100.000 m¨¢s. Se estima que este a?o llegaremos a medio mill¨®n e importantes cadenas hoteleras norteamericanas ya han entrado en Hait¨ª. Tambi¨¦n est¨¢ la espa?ola NH, que gestiona el hotel El Rancho en P¨¦tionville¡±. Dispara cifras y proyectos sin pausa, y uno se pregunta si es consciente de que la ausencia de infraestructuras o de un sistema de salud fiable, no hablemos de la formaci¨®n de los empleados del sector o de la pobreza extrema, atentan contra sus prop¨®sitos. ?Qu¨¦ inversionista en sus cabales podr¨ªa arriesgar su dinero aqu¨ª?, es la pregunta.
Para todo tiene respuesta. Sobre el tema de la educaci¨®n, explica que ya hay funcionando varias escuelas de turismo en la isla y que el a?o pasado ella misma inaugur¨® con Martelly el Instituto de Formaci¨®n en Hosteler¨ªa y Turismo de Les Cayes, primero que el Gobierno abre fuera de la capital como parte de los esfuerzos para descentralizar la oferta de formaci¨®n tur¨ªstica. Sobre las infraestructuras, en el caso de Cotes-de-fer, por ejemplo, dice que se han construido 15 kil¨®metros de carretera para unir el lugar donde se construir¨¢n los resorts con el futuro aeropuerto. Sobre la salud, afirma que en Puerto Pr¨ªncipe hay hospitales de calidad y que en todos los polos tur¨ªsticos estar¨¢ garantizada la asistencia. Sobre el turismo de gueto tambi¨¦n tiene respuesta: ¡°No lo queremos. Promoveremos un turismo que entre en contacto con el pa¨ªs y sus valores, que se relacione con la gente y sirva para promover el desarrollo local¡¡¤
![Cayo virgen haitiano.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QKRE2YQCMYK6ZLI66JY73A77UI.jpg?auth=49345af396727a7c2ef4e9d2b6e03fef55c73c806986ae7859005a6c2da37a07&width=414)
Pero¡ y qu¨¦ de la miseria escandalosa y de la desigualdad atroz que uno ve en la calle (que al turista promedio con seguridad espanta). Balmir Villedrouin dice que s¨ª, que es verdad, que la miseria est¨¢ ah¨ª y es sangrante y que a ella tambi¨¦n le duele. ¡°Pero alg¨²n d¨ªa la industria tur¨ªstica tiene que empezar a andar y es necesario cambiar la mentalidad. Podemos seguir hablando todo el tiempo de miseria y no iremos a ninguna parte, eso no va a ayudar a Hait¨ª. O podemos empezar a trabajar¡¡±.
?3.? El presupuesto de Educaci¨®n de Hait¨ª es exiguo, no llega al 4 % del PIB, mientras que el turismo aporta hoy muy poco (sobre un 5 %) al presupuesto nacional, que es de 3.270 millones en 2014. El horizonte que queda por delante es inmenso, coinciden la ministra de Turismo y el padre jesuita Ambroise Gabriel. ?
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