Siete pa¨ªses forman un frente europeo contra el yihadismo

Siria constituye un foco de radicalizaci¨®n para miles de europeos que se involucran en el conflicto. El atentado en el Museo Jud¨ªo de Bruselas, presuntamente cometido por un yihadista franc¨¦s que hab¨ªa combatido en la guerra siria, ha alarmado a Europa, que trata de contener ese fen¨®meno desde hace dos a?os. Los ministros de Interior de siete pa¨ªses de la UE, entre ellos Espa?a, se re¨²nen este mi¨¦rcoles en Luxemburgo para mejorar el intercambio de informaci¨®n y endurecer la respuesta penal al acercamiento a esas c¨¦lulas radicales.

Los ministros del Interior de la Uni¨®n ya ten¨ªan previsto debatir el problema de los llamados combatientes extranjeros de nacionalidad europea, j¨®venes con simpat¨ªas hacia la oposici¨®n siria m¨¢s radical que se marchan a luchar y regresan dispuestos a atentar en sus pa¨ªses. Pero el atentado de Bruselas, en el que fallecieron tres personas y una cuarta qued¨® en estado cr¨ªtico, ha elevado el nivel de alerta. Antes de la reuni¨®n general, los titulares de pa¨ªses m¨¢s inquietos por este fen¨®meno ¡ªFrancia, B¨¦lgica, Espa?a, Alemania, Reino Unido, Holanda y Dinamarca¡ª mantendr¨¢n un desayuno de trabajo para estrechar el cerco a estos perfiles, seg¨²n explican fuentes diplom¨¢ticas.

Los combatientes extranjeros son la principal preocupaci¨®n de la lucha antiterrorista en Europa. Como muestra de ello, al encuentro asistir¨¢ tambi¨¦n el coordinador europeo de esa materia, Gilles de Kerchove, que presentar¨¢ un informe sobre la magnitud del problema. El principal objetivo es compartir sin trabas la informaci¨®n de la que disponen los Estados miembros para detectar a unos ciudadanos que, si no son interceptados a la vuelta de Siria, pueden circular por el espacio Schengen. Se estima que hay m¨¢s de 2.000 combatientes europeos que han viajado a Siria.

Los ministros plantear¨¢n asimismo un endurecimiento de la definici¨®n europea de terrorismo, de forma que incluya el adiestramiento yihadista, no solo para quien lo imparte, como hasta ahora, sino para quien lo recibe. Los titulares de Interior pondr¨¢n en com¨²n las pr¨¢cticas de cada uno para intentar extenderlas.

Una de las herramientas que los Estados quieren implantar es el hasta ahora malogrado registro europeo de pasajeros, que la Euroc¨¢mara tumb¨® el a?o pasado por exceder los l¨ªmites de la privacidad. El proyecto, presentado por la Comisi¨®n Europea en 2011, pretende obligar a las aerol¨ªneas a entregar a las autoridades todos los detalles de cualquier pasajero que viaje de la UE a un pa¨ªs tercero o viceversa. Con el sistema europeo, todos los pa¨ªses podr¨ªan acceder a esa informaci¨®n. Parad¨®jicamente, Europa ya comunica estos datos a EE UU, porque su legislaci¨®n as¨ª lo establece, pero no los comparte en el ¨¢mbito comunitario. No obstante, los pa¨ªses s¨ª disponen del sistema de informaci¨®n de Schengen, una base de datos com¨²n que alimentan todos los Estados miembros. Estas fichas pueden incluir informaci¨®n biom¨¦trica de los pasajeros y datos de veh¨ªculos y se usa en los puestos fronterizos y en la polic¨ªa. Los ministros tratar¨¢n de sacarle m¨¢s partido.