Familias de Texas y ONG acogen a ni?os que cruzan solos la frontera de EE UU
El aumento de menores migrantes obliga al Gobierno a buscarles un hogar temporal
El aumento de ni?os solos que cruzan la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos ha generado una crisis en estados como Texas, donde las autoridades federales se afanan en buscar soluciones para dar cobijo a los menores, una situaci¨®n que se vive con una mezcla de incertidumbre y caos. El sistema de cuidado temporal de los ni?os, en su mayor¨ªa centroamericanos y mexicanos, en centros de organizaciones o a trav¨¦s de familias estadounidenses biling¨¹es est¨¢ tomando fuerza como una de las mejores alternativas.
Corre una agradable brisa en San Antonio y con ella se peinan los cabellos de numerosas j¨®venes que descansan bajo los ¨¢rboles del refugio Saint Peter Saint Joseph (St. PJ¡¯s), ubicado en el coraz¨®n de la ciudad. La mayor¨ªa de ellas, con m¨¢s de 12 a?os, conversan cautelosamente y miran con curiosidad a los visitantes que se pasean por el establecimiento. Lo mismo ocurre con un grupo de ni?os que r¨ªen y conversan al interior de uno de los diez edificios que hay en el terreno de nueve hect¨¢reas. El refugio St. PJ¡¯s es una de las organizaciones de San Antonio que ha cerrado contratos con el Gobierno federal para recibir a ni?os migrantes no acompa?ados que llegan a Estados Unidos.
¡°Hasta hace 10 a?os ¨¦ramos un refugio para ni?os en situaci¨®n de emergencia a nivel dom¨¦stico, pero con el redise?o del sistema de cuidado temporal en Texas nos dimos cuenta de que nuestro programa residencial estaba disminuyendo, mientras el programa de cuidado temporal estaba expandi¨¦ndose. Nos quedamos con m¨¢s camas disponibles e iniciamos una colaboraci¨®n con el Gobierno para recibir a ni?os que cruzan solos la frontera en mayo de 2013¡±, explic¨® Beth Green, directora de desarrollo en St PJ¡¯s.
De sus 140 camas, 82 est¨¢n ocupadas por menores en esta condici¨®n. Una vez que la patrulla fronteriza o inmigraci¨®n los encuentra, la funci¨®n del Gobierno, espec¨ªficamente de la Administraci¨®n para Ni?os y Familias del Departamento de Salud, es hospedarlos temporalmente e intentar localizar a sus familiares.
Durante el ¨²ltimo a?o, St. PJ ha recibido a m¨¢s de 600 ni?os en esta condici¨®n, la mayor¨ªa de pa¨ªses como Guatemala, El Salvador y Honduras. Entra las causas que se?alan para intentar la peligrosa traves¨ªa hacia EE UU est¨¢n la pobreza y violencia. Los ni?os casi siempre viajan para reencontrarse con alg¨²n familiar que ya est¨¢ en suelo norteamericano. ¡°Cuando llegan los llevamos al doctor, los vacunamos si lo necesitan, trabajan con nuestros terapeutas¡±, explica Green. Los ni?os permanecen en refugios como este por un m¨¢ximo de 120 d¨ªas.
Pero el incremento en las cifras ha obligado a que instituciones den un paso m¨¢s. Las proyecciones gubernamentales para este a?o indican que al menos 80.000 ni?os cruzar¨¢n solos la frontera. Un aumento considerable frente a los 24.668 menores indocumentados que pasaron a manos del Departamento de Salud en 2013.
Hace un mes St. PJ¡¯s inici¨® un programa de cuidado temporal internacional dedicado especialmente a estos ni?os. La idea es encontrar familias biling¨¹es que los puedan recibir mientras se reencuentran con sus familiares en Estados Unidos. Es la primera vez que se pone en marcha un programa de este tipo en San Antonio, por lo que la direcci¨®n del centro viaj¨® a Harlingen (Texas), cerca de la frontera, donde International Educational Service Inc tiene en funcionamiento un programa de cuidado temporal para ni?os no acompa?ados. El sistema est¨¢ arraigado en ciudades fronterizas, pero es una completa innovaci¨®n para ciudades como San Antonio.
?C¨®mo funciona?
El programa de cuidado temporal para estos ni?os se restringe solo al condado de Bexar en San Antonio. Comenz¨® hace aproximadamente un mes y ha conseguido a tres familias dispuestas a participar. La meta es que, para el final del verano, sean 100. El compromiso no es solo con un ni?o, ya que los menores ir¨¢n pasando por los hogares, donde se quedar¨¢n una media de dos semanas cada uno.
En el marco de este programa los participantes reciben dinero de St. PJ¡¯s para mantener a los ni?os durante el tiempo que se encuentren bajo su cuidado. A la vez, la organizaci¨®n obtiene esos fondos por el contrato que tiene con el Gobierno federal para hospedar a los menores. St PJ¡¯s prefiri¨® no especificar la cantidad que se da a cada hogar.
El portavoz de la Administraci¨®n para Ni?os y Familias, Kenneth Wolfe, detall¨® que en el presupuesto del a?o fiscal 2014 el Congreso destin¨® 868 millones de d¨®lares para beneficio de los ni?os no acompa?ados que llegan al pa¨ªs.
En opini¨®n de Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez, presidente de Caridades Cat¨®licas en San Antonio, que supervisa a establecimientos como St. PJ¡¯s, el n¨²mero de ni?os en la frontera dibuja un futuro en extremo complicado, sobre todo porque el sistema de cuidado temporal en el pa¨ªs no da abasto. ¡°Esto debe tener un l¨ªmite pero nadie sabe cu¨¢l es, actualmente nadie sabe en realidad lo que est¨¢ pasando, en la base Lackland tienen a cientos de ni?os¡±, explic¨®.
¡°Est¨¢n usando tres bases: una en San Antonio, otra en Arizona y otra en Nuevo M¨¦xico. Este lunes nos reuniremos con la Agencia federal de emergencias (FEMA) para ver si podemos hacer un contrato con ellos y mandar abogados y terapeutas a la base. Estados Unidos est¨¢ desbord¨¢ndose, esto ser¨¢ un problema incre¨ªble en los a?os futuros. Nadie sabe de d¨®nde van a sacar el dinero, el cuidado temporal es realmente muy caro¡±, a?adi¨®.
Actualmente Texas tiene a 28.000 ni?os en cuidado temporal. Cae la tarde y en St. PJ¡¯s ya es la hora de cenar. Al menos una certeza para los menores tras un largo camino plagado de miedo e incertidumbre, y que a¨²n no termina, hasta abrazar a sus seres queridos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.