Venezuela pone a la venta su red petrolera en EE UU para hacer caja
El chavismo intenta evitar sanciones al desprenderse de la empresa Citgo
Puesto a nombrar anatemas para el chavismo, como el aumento de los precios de los combustibles en el mercado interno o la unificaci¨®n de las tasas de cambio, el vicepresidente venezolano para el ?rea Econ¨®mica, Rafael Ram¨ªrez, dio otra muestra de atrevimiento el martes al confirmar el inter¨¦s del Gobierno de Caracas en vender uno de sus principales activos internacionales: Citgo Petroleum Corporation, una de las mayores refinadoras y comercializadoras de combustible en Estados Unidos.
¡°Cuando tengamos una propuesta que sea conveniente a nuestros intereses, saldremos de Citgo¡±, dijo en la capital venezolana el tambi¨¦n presidente de la petrolera estatal Pdvsa y ministro de Energ¨ªa y Petr¨®leo.
Ram¨ªrez reaccion¨® as¨ª a las informaciones que circulan desde finales de julio sobre una inminente venta de Citgo. Seg¨²n el grupo de informaci¨®n especializada en petr¨®leo, Argus Media, con sede en Londres, Venezuela ya estar¨ªa considerando tres ofertas de compra presentadas a nombre de sus clientes por los bancos de inversi¨®n Goldman Sachs, J.P. Morgan y Deutsche Bank.
El Estado venezolano, a trav¨¦s de Pdvsa, compr¨® en dos tramos la totalidad de Citgo entre 1986 y 1990. Entonces la compa?¨ªa, con sede en Houston, Texas, era la joya del plan de internacionalizaci¨®n de la industria petrolera venezolana. El plan procuraba avanzar en la integraci¨®n vertical del negocio a escala global, y garantizar la colocaci¨®n de los crudos pesados venezolanos. Pdvsa tambi¨¦n adquiri¨® entonces las refiner¨ªas en Alemania de la empresa Ruhr Oel.
Sin embargo, cuando la revoluci¨®n de Hugo Ch¨¢vez se hizo con el poder en 1999, y a¨²n m¨¢s cuando depur¨® la n¨®mina de Pdvsa tras el paro petrolero de diciembre de 2002, se propuso desbaratar lo que calificaba como una iniciativa ¡°neoliberal¡±. En cambio, la nueva premisa del bolivarianismo otorgaba a la empresa petrolera estatal el rol de financista y gestora directa de los programas de asistencia social que dieron ¨¦xito electoral al llamado ¡°socialismo del siglo XXI¡±.
En 2010, Pdvsa vendi¨® su participaci¨®n en Ruhr Oel a la rusa Rosneft por 1.600 millones de d¨®lares (unos 1.200 millones de euros). Pero ya quedaba claro que con Citgo ser¨ªan palabras mayores. La empresa posee una capacidad de refino de m¨¢s de 750.000 barriles diarios, con plantas en Luisiana, Texas e Illinois. Adem¨¢s controla una red de m¨¢s de 6.000 gasolineras en 27 Estados norteamericanos, sobre todo, en la Costa Este. ¡°Citgo no debe costar menos de 10.000 millones de d¨®lares¡±, calculaba con fruici¨®n el fallecido Ch¨¢vez en octubre de 2010. ¡°S¨®lo si la vendi¨¦ramos y coloc¨¢semos ese dinero en unos bancos, con los intereses habr¨ªa dividendos al a?o de no s¨¦ cu¨¢nto¡±.
Mientras llegaba el momento para liquidar a Citgo por dinero en efectivo, Ch¨¢vez se las ingeni¨® para obtener r¨¦ditos pol¨ªticos de la empresa. En alianza con la ONG Citizens Energy de Joe Kennedy III, nieto del asesinado Robert Kennedy, dise?¨® un programa de entrega de gas¨®leo para la calefacci¨®n a hogares de bajos ingresos en la Costa Este de EE UU. Seg¨²n los reportes oficiales, de 2005 a 2013 don¨® combustible por un valor equivalente a 500 millones de d¨®lares. Pero, a 17 meses de la muerte del comandante, sus herederos enfrentan la bancarrota. Venezuela pasa por una situaci¨®n calamitosa en su flujo de caja en divisas. El presidente Nicol¨¢s Maduro ha otorgado a Ram¨ªrez plenos poderes para adoptar las medidas que sean necesarias para solventar la crisis, as¨ª esas medidas se asemejen a los ajustes de la ortodoxia econ¨®mica.
Si el anticipado aumento de los precios internos de la gasolina -que no se modifican desde 1996- llega a equipararlos con sus costos de producci¨®n, Pdvsa ahorrar¨ªa unos 13.000 millones de d¨®lares al a?o en subsidios. La eventual venta de Citgo aportar¨ªa un monto similar.
M¨¢s all¨¢ de la coyuntura, la venta tiene otro prop¨®sito estrat¨¦gico. En medio de las tensiones crecientes entre EE UUy Venezuela, los activos de la empresa onstituyen un blanco tentador para eventuales sanciones. Washington, hasta ahora renuente a castigar a Caracas, acaba de imponer restricciones en la concesi¨®n de visas a 24 funcionarios venezolanos a los que acusa de violar derechos humanos.
Adem¨¢s, tras una oleada de nacionalizaciones, Venezuela es el pa¨ªs que hoy se enfrenta a m¨¢s demandas de arbitraje, 23, ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias en Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial. Entre los demandantes, hay petroleras como ExxonMobil y ConocoPhillips. Si el tribunal fallara en contra de Venezuela, los bienes de Citgo podr¨ªan convertirse en objetos de embargo, un escenario al que Caracas no quiere exponerse.
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