Los d¨®lares de los migrantes sostienen las econom¨ªas centroamericanas
Hondure?os, salvadore?os y guatemaltecos enviaron desde EE UU 12.300 millones en 2013
¡°Wellcome to Intipuc¨¢ City¡±, proclama un r¨®tulo a la entrada de un rec¨®ndito pueblo del sureste de El Salvador conocido como ciudad del d¨®lar y que, desde hace m¨¢s de 45 a?os, sobrevive por el chorreo incesante y diario de remesas que reciben miles de intipuque?os de familiares que viven?en Estados Unidos.
Al finalizar la guerra de El Salvador en 1992, los intipuque?os en Washington crearon una fundaci¨®n que financi¨® la reparaci¨®n de calles y aceras, el suministro de electricidad a caser¨ªos alejados, la construcci¨®n de un centro cultural y de un estadio de f¨²tbol o la entrega de equipos inform¨¢ticos a los centros educativos, entre otras obras de beneficencia social.
Unos 2,5 millones de salvadore?os han huido a Estados Unidos empujados por la pobreza en las d¨¦cadas de 1960 y 1970, por la guerra de 1980 a 1992 y por la permanente crisis social del pa¨ªs. Pese a que ahora es la ciudad del d¨®lar, Intipuc¨¢ padeci¨® el mismo escenario de miseria y desamparo, con calles de lodo y entristecidas casas de bahareque y paja, que otros poblados de El Salvador, Honduras y Guatemala que tienen su existencia atada a las remesas, aunque quiz¨¢s sin tanto ¨¦xito.
Los tres pa¨ªses centroamericanos cuentan con ciudadanos que por falta de opciones socioecon¨®micas y por la inseguridad?se marchan a EE UU. El flujo desat¨® este a?o una crisis en la frontera suroeste de Estados Unidos por la migraci¨®n de decenas de miles de centroamericanos menores de edad, sin compa?¨ªa de adultos e indocumentados.
Y en los tres se alimenta la misma iron¨ªa. El dinero que esos ciudadanos, obligados a emigrar de su tierra natal, env¨ªan a sus parientes se han convertido en recursos claves para las finanzas p¨²blicas de las econom¨ªas de sus pa¨ªses de origen. Las remesas aumentaron de 11.650 millones de d¨®lares en 2012 a 12.299 millones en 2013, seg¨²n los bancos centrales de las tres naciones.
Parque El Emigrante
Escondida en un remoto rinc¨®n del departamento salvadore?o de La Uni¨®n, frente al Oc¨¦ano Pac¨ªfico, el peque?o municipio salvadore?o de adoquinadas y estrechas calles y resplandecientes viviendas parece transpirar d¨®lares, con pobladores felices del nexo laboral y familiar con sus parientes y vecinos que migraron sobre todo a Washington D.C.
Orgullosa, la comunidad honra a un pionero y su haza?a de 1967. En el coraz¨®n de Intipuc¨¢, frente al templo cat¨®lico de la Virgen de la Asunci¨®n, un monumento en el parque El Emigrante con la imagen de mochila al hombro recuerda a Sifredo Ch¨¢vez, primer migrante intipuque?o. Con 27 a?os, Ch¨¢vez viaj¨® en avi¨®n y con visa de turista a Washington, donde comenz¨® a trabajar. A los seis meses, al vencerse el permiso, volvi¨® con mucho dinero a Intipuc¨¢ y sorprendi¨® a parientes y vecinos que, de inmediato, empezaron a so?ar con emularle y as¨ª poder enviar d¨®lares a sus familias. Mucho siguieron sus pasos hacia la capital de EE UU.
Tras su primer viaje y el regreso a El Salvador, Ch¨¢vez volvi¨® a obtener un visado para entrar a Washington. All¨ª se cas¨® y tuvo hijos. Una de las veces vivi¨® el calvario del indocumentado porque se qued¨® en EE UU al caducar su permiso de residencia y, tras una visita a Intipuc¨¢, debi¨® entrar ilegalmente por tierra desde M¨¦xico y gestionar su residencia legal. Lo logr¨® por tener hijos estadounidenses y la preserv¨® hasta morir a finales de la d¨¦cada de 1990 en Washington, sin dejar nunca de ayudar a su pueblo.
¡°Intipuc¨¢ es ejemplo de manejo adecuado de remesas¡°, apunta Carlos Vel¨¢squez, intipuque?o, gerente general del diario digital intipucacity?y residente en Washington desde 1979, cuando lleg¨® con su familia y con 13 a?os. Afirma que ¡°todo el dinero enviado desde Estados Unidos se ha sabido utilizar bien. Se ha invertido mucho en toda la ciudad¡±.
En El Salvador el env¨ªo de remesas aument¨® de 3.910 millones en 2012 a 3.969 al a?o siguiente. Guatemala pas¨® de recibir 4.782 millones en 2012 a 5.105 en 2013, mientras que Honduras por su parte capt¨® 2.958 millones en 2012 y 3.225 el a?o siguiente. Los ingresos equivalen al 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en Guatemala, al 16% en El Salvador y al 17% en Honduras.
¡°Las remesas deben reinvertirse en proyectos que generen empleo y reduzcan las corrientes migratorias¡±, advierte el hondure?o V¨ªctor Meza, director del (no estatal) Centro de Documentaci¨®n de Honduras, el foro de an¨¢lisis pol¨ªtico m¨¢s antiguo de esta naci¨®n. ¡°Para detener el flujo de indocumentados, hay que crear oportunidades de vida digna¡±, a?ade.
Con las constantes deportaciones desde Estados Unidos, la iron¨ªa se prolonga y los repatriados regresan a econom¨ªas de las que huyeron y a aparatos pol¨ªticos de los que fueron excluidos y expulsados. La reinserci¨®n¡ªa diferencia del r¨®tulo en Intipuc¨¢¡ªno da ninguna bienvenida.
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