El complejo camino de la reforma estrella de Bachelet
El proyecto educativo de la presidenta chilena comienza a discutirse en el Congreso
Miles de estudiantes se movilizaron este jueves en Santiago de Chile para pedirle a Michelle Bachelet y al Parlamento que se escuche a la calle en la discusi¨®n de la reforma educativa, la principal propuesta con que la socialista lleg¨® en marzo pasado a La Moneda. Las protestas no han tenido la intensidad de las de 2011 ¡ªcuando el movimiento estudiantil remeci¨® al Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era y a la clase pol¨ªtica en general¡ª, pero la de esta semana llama especialmente la atenci¨®n: una de las principales cr¨ªticas que se le ha realizado desde diferentes frentes a la actual Administraci¨®n es, justamente, el esfuerzo por congratularse con los estudiantes y mantener controladas las manifestaciones en el arranque de su reforma. Los j¨®venes, sin embargo, pretenden mostrar su fuerza a las autoridades cada vez que el Ejecutivo, consciente de las complejidades de la propuesta, intenta tomar un respiro que ayude a ordenar el confuso escenario.
La reforma educativa de Bachelet, que recoge las principales demandas del movimiento estudiantil, es ambiciosa en sus horizontes y expectativas. Como explica Juan Eduardo Garc¨ªa-Huidobro, acad¨¦mico de la Universidad Alberto Hurtado, ¡°pretende combatir la desigualdad educacional, la segregaci¨®n y la crisis de la educaci¨®n p¨²blica, a lo que se a?ade como desaf¨ªo una gran deuda de calidad¡±. Fundamentalmente, a?ade, busca desmontar un modelo creado en los 80: ¡°Pasar de un sistema educativo que ha estado regulado principalmente por mecanismos mercantiles, a una regulaci¨®n estatal de la educaci¨®n que la sit¨²a como un derecho social, que debe llegar por igual a todos y todas con independencia de su situaci¨®n social, ¨¦tnica y del lugar del pa¨ªs que habite¡±. Pero lo que parece un objetivo sensato en sus titulares presenta complejidades pol¨ªticas y t¨¦cnicas dif¨ªciles de administrar.
El Gobierno debut¨® sin tener claridad sobre los contenidos de la reforma educacional, su cronograma y menos las prioridades
Jorge Navarrete, analista pol¨ªtico
El martes 5 de agosto, la presidenta socialista se reuni¨® con los principales dirigentes de su conglomerado en un encuentro en el Palacio de Cerro Castillo de Vi?a del Mar, a 120 kil¨®metros de Santiago. El objetivo del c¨®nclave extraordinario fue solicitar unidad a sus ministros y parlamentarios frente a la reforma educativa y, de esta forma, frenar las cr¨ªticas surgidas desde la propia coalici¨®n Nueva Mayor¨ªa, que abarca desde la Democracia Cristiana al Partido Comunista. La se?al de fondo fue evidente: Bachelet tom¨® el control de la discusi¨®n y puso en juego su propio capital pol¨ªtico con el objetivo de sacar adelante su reforma estrella. La l¨ªder socialista decidi¨®, en un punto de inflexi¨®n, ponerse en primera l¨ªnea y transmitir que si se atacaba la iniciativa, tambi¨¦n se le atacaba a ella. No es poco si se considera que fue elegida con el 62% y el respaldo a su gesti¨®n alcanza un 50%, de acuerdo con una encuesta reciente del Centro de Estudios P¨²blicos (CEP).
La situaci¨®n era compleja en varios sentidos. ¡°A todas luces, este Gobierno debut¨® sin tener claridad sobre los principales contenidos de la reforma educacional, su cronograma y menos las prioridades¡±, se?ala el analista pol¨ªtico Jorge Navarrete. De acuerdo con el columnista del diario La Tercera, un factor que jug¨® contra el Gobierno fue ¡°la innecesaria presi¨®n de contar con una propuesta concreta antes de los primeros 100 d¨ªas de gesti¨®n¡±. Entonces, el ministro de Educaci¨®n, Nicol¨¢s Eyzaguirre, decidi¨® en mayo arrancar con uno de los cerca de diez proyectos de ley que dar¨¢n cuerpo a la reforma: el que intenta impedir a los particulares lucrar con recursos p¨²blicos en la educaci¨®n, finalizar con la selecci¨®n de alumnos en los establecimientos subvencionados por el Estado y terminar con el financiamiento compartido en la educaci¨®n escolar ¨Cel pago mensual que los padres realizan para ayudar en la educaci¨®n de sus hijos¨C, que contempla a unos 1,9 millones de alumnos.
Fue una estrategia arriesgada arrancar con este proyecto pol¨¦mico, seg¨²n se ha reconocido desde el propio oficialismo. Aunque se trata del coraz¨®n de la reforma y una de las peticiones clave del movimiento estudiantil, no se consider¨® la resistencia que iba a generar en diferentes sectores. Entre ellos, la oposici¨®n, parlamentarios de la Nueva Mayor¨ªa, la Iglesia cat¨®lica y los ciudadanos de los sectores medios-bajos que votaron por Bachelet. En estos ¨²ltimos meses, los padres y apoderados de los colegios particulares subvencionados por el Estado, donde estudia el grueso de los escolares chilenos, han hecho p¨²blicas sus cr¨ªticas y en algunos casos se han movilizado. De acuerdo con la encuesta CEP, un 52% de los chilenos est¨¢ de acuerdo con financiar parte de la educaci¨®n de sus hijos si se traduce en mayor calidad, un punto destacado por los cr¨ªticos de la reforma. El problema radica en que la ciudadan¨ªa no conf¨ªa en la educaci¨®n p¨²blica que existe actualmente en Chile: en la ¨²ltima d¨¦cada el sistema p¨²blico tiene un 30% menos de matr¨ªcula. Precisamente por ello, existe cierto consenso en que la reforma deber¨ªa haber debutado con proyectos que buscaran robustecer los establecimientos escolares financiados por el Estado.
El ministro de Educaci¨®n estuvo en problemas y en alg¨²n momento se especul¨® con su salida, a pocos meses de asumir el cargo. De hecho, los estudiantes agrupados en la Confederaci¨®n de Estudiantes de Chile (Confech) han puesto en duda su participaci¨®n en las mesas de di¨¢logos que instaur¨® el secretario de Estado, pese a la cantidad de gestos que se les ha hecho. El exdirector del Departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), sin embargo, cuenta con el apoyo total de la presidenta, que desde la cita en Cerro Castillo se transform¨® en la escudera de su ministro. Ni siquiera el escaso control verbal de Eyzaguirre ¡ªque ha puesto en aprietos a La Moneda en variadas ocasiones en estos meses¡ª ha logrado desestabilizarlo. Tampoco las encuestas: desde que se instal¨® el Gobierno en marzo, ha disminuido en 20 puntos su popularidad. Tiene 44% de aprobaci¨®n y un 50% de desaprobaci¨®n, de acuerdo con la ¨²ltima encuesta Adimark.
La propuesta de Bachelet es contradictoria en su origen, inmadura y con un d¨¦bil sustento intelectual y t¨¦cnico
Jos¨¦ Joaqu¨ªn Brunner, acad¨¦mico
La pregunta es si Bachelet lograr¨¢ llevar adelante su reforma estrella durante su per¨ªodo, que acaba en marzo de 2018. Para el investigador Jos¨¦ Joaqu¨ªn Brunner, acad¨¦mico y exministro del Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, parece poco probable: ¡°Pensar que en estos cuatro a?os vamos a avanzar en todos los frentes, es completamente irrisorio¡±. El investigador explica que el conjunto de la reforma implica cambios de gran magnitud, como la promesa de Bachelet de lograr la gratuidad universal en educaci¨®n superior en un plazo de seis a?os, que se comenzar¨ªa a discutir en el Parlamento en el segundo semestre. Para Brunner se trata de ¡°una propuesta inmadura, contradictoria en su origen y con un d¨¦bil sustento intelectual y t¨¦cnico¡±. Entre otras cosas ¡ªexplica¡ª porque el 10% m¨¢s rico de los estudiantes recibir¨ªan el 24% del gasto p¨²blico. En su ¨²ltima columna de El Mercurio se preguntaba: ¡°?Es posible y justo la gratuidad universal de los estudios superiores antes siquiera de tener educaci¨®n b¨¢sica y media de calidad y gratuita?¡±.
El pasado martes, el proyecto de ley central de la reforma ¡ªel que elimina el lucro, la selecci¨®n y el copago¡ª comenz¨® a avanzar en el Congreso de los Diputados, donde el oficialismo es mayor¨ªa. Los parlamentarios tendr¨¢n hasta el 9 de septiembre para presentar indicaciones y se prev¨¦ que la discusi¨®n ser¨¢ compleja, incluso entre los integrantes de la Nueva Mayor¨ªa. Pese a la aparente primera victoria de la agenda reformista, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) a la ma?ana siguiente se tom¨® la sede del ministerio de Educaci¨®n, que tuvo que ser desalojado por la polic¨ªa. Fue apenas una muestra de los conflictos que enfrenta el Gobierno de Bachelet, desde diferentes frentes, para consensuar una reforma compleja que pone a prueba la destreza pol¨ªtica de la actual Administraci¨®n. Por ahora, sin embargo, La Moneda parece haber optado por intentar ordenar la discusi¨®n para ganar algo de tiempo.
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