Ghani es declarado ganador de las presidenciales afganas de junio

El economista Ashraf Ghani ha sido proclamado finalmente hoy domingo ganador de las elecciones presidenciales en Afganist¨¢n. El anuncio se ha producido poco despu¨¦s de que Ghani alcanzara un acuerdo de reparto del poder con su rival Abdullah Abdullah, quien desde hace tres meses cuestionaba el resultado electoral. Sus acusaciones de fraude no s¨®lo ensombrecieron los comicios, sino que han dado alas a los insurgentes talibanes en v¨ªspera de la retirada de las tropas extranjeras.

¡°La Comisi¨®n Electoral Independiente de Afganist¨¢n declara al doctor Ashraf Ghani Ahmad como presidente de Afganist¨¢n¡±, ha notificado el presidente de ese organismo, Ahmad Yusuf Nuristani.

Era una mera formalidad. Horas antes, Ghani hab¨ªa aparecido en la televisi¨®n nacional abrazando a Abdullah en el palacio presidencial y en presencia del jefe del Estado saliente, Hamid Karzai, tras haber firmado un pacto para formar un Gobierno de unidad. El gesto pon¨ªa fin a la enconada disputa desatada por Abdullah tras la segunda vuelta electoral el pasado 14 de junio.

¡°Esperamos que puedan continuar lo que el actual Gobierno ha empezado¡±, declar¨® Karzai, quien ha presidido Afganist¨¢n desde la intervenci¨®n estadounidense que derrib¨® al r¨¦gimen talib¨¢n a finales de 2001.

El recuento preliminar daba el 56% de los votos a Ghani, un exministro de Finanzas de Karzai y antiguo ejecutivo del Banco Mundial. Pero las quejas de Abdullah, que fue titular de Exteriores tambi¨¦n con Karzai y ya perdi¨® las anteriores elecciones frente a ¨¦ste en 2009, llevaron a la ONU a organizar una auditor¨ªa de los ocho millones de papeletas depositadas en las urnas.

El presidente de la Comisi¨®n Electoral admiti¨® que se hab¨ªan producido fallos graves en el proceso electoral y que no todos ellos hab¨ªan sido detectados en la revisi¨®n de la ONU. Significativamente, Nuristani no dio porcentajes de voto ni acepto preguntas.

El acuerdo, fruto de la mediaci¨®n del secretario de Estado norteamericano John Kerry, estipula que el ganador tendr¨¢ que compartir el poder con un jefe ejecutivo propuesto por el finalista, y que los dos consensuar¨¢n el nombramiento de los cargos clave como el jefe del Ej¨¦rcito y otras decisiones de envergadura.

¡°Estos dos hombres han puesto al pueblo afgano primero, y han asegurado que la primera transici¨®n democr¨¢tica y pac¨ªfica en la historia de su pa¨ªs se inicie con unidad nacional¡±, declar¨® Kerry. La ONU, la Casa Blanca, la OTAN, Ir¨¢n y la UE tambi¨¦n emitieron sendos comunicados de apoyo.

Ghani, perteneciente a la mayoritaria etnia past¨²n, y Abdullah, cuya principal base est¨¢ entre los tayicos, el segundo grupo ¨¦tnico, afrontan una ardua tarea en un pa¨ªs desgarrado por las rivalidades ¨¦tnicas y tribales. Su compromiso se ha producido in extremis cuando se tem¨ªa que las acusaciones de fraude pod¨ªan reavivar la violencia y con las fuerzas extranjeras repleg¨¢ndose para dejar el pa¨ªs a finales de a?o.

M¨¢s all¨¢ de los retos de seguridad que eso plantea, en especial con los talibanes envalentonados por la incertidumbre pol¨ªtica de los ¨²ltimos meses, la salida de las tropas tambi¨¦n supone un significativo recorte de los ingresos. Por un lado, desaparecen los contratos con los integrantes de la coalici¨®n internacional. Por otro, y de forma paralela, tambi¨¦n se reduce la ayuda de esos pa¨ªses. Afganist¨¢n a¨²n no tiene un sistema fiscal lo bastante s¨®lido como para financiar sus gastos.

Se espera que uno de los primeros actos de Ghani, cuando jure su cargo en los pr¨®ximos d¨ªas, sea la firma con EEUU del Convenio de Seguridad Bilateral (BSA, en sus siglas inglesas), que Karzai se neg¨® a rubricar. Durante la campa?a electoral, tanto el nuevo presidente como Abdullah respaldaron ese pacto que permitir¨¢ la permanencia de peque?o contingente de soldados estadounidenses a partir del 1 de enero de 2015.

El BSA, que fue aprobado por una Loya Jirga (Gran Asamblea) el a?o pasado, debe fijar el n¨²mero de tropas que permanecer¨¢n en Afganist¨¢n y cu¨¢l ser¨¢ su misi¨®n. La OTAN ha condicionado a su firma, la permanencia de su misi¨®n encargada de entrenar a las fuerzas afganas y los 4.000 millones de d¨®lares anuales prometidos para equiparlas y financiarlas.