Relevo en el ¡®h¨®lding¡¯ de Mohamed VI
Cambia el presidente de la sociedad que ha controlado los intereses del rey en la econom¨ªa de Marruecos
No est¨¢ en el Gobierno ni en el exclusivo consejo privado del rey Mohamed VI pero Hassan Bouhemou, de apenas 46 a?os, ha sido uno de los hombres clave del sistema en Marruecos en los ¨²ltimos 13 a?os. Este martes fue relevado sin muchas explicaciones como presidente por el consejo de administraci¨®n de la Sociedad Nacional de Inversiones (SNI), el superholding privado que controla y maneja el 30% de la econom¨ªa del pa¨ªs en todos los sectores estrat¨¦gicos y los amplios intereses econ¨®micos del monarca. Al rey le disgusta que se denomine a Bouhemou como su tesorero pero los medios le han mitificado como el depositario de los m¨¢s relevantes secretos reales.
El consejo de administraci¨®n del SNI se ha reunido este martes en su versallesca sede de la calle Argel en Casablanca y ha oficializado el cambio al frente de su presidencia sin muchos detalles ni ruido. Bouhmeou, seg¨²n esa versi¨®n oficial, ha querido dejar el grupo que ¨¦l mismo ide¨®, transform¨® y revolucion¨® para dedicarse a sus asuntos personales. Su sustituto procede de la filosof¨ªa de la casa. Hassan Ouriagli, de 52 a?os, estaba destinado ahora en un grupo franc¨¦s de distribuci¨®n de coches en el norte de ?frica pero fue en su d¨ªa director adjunto a la presidencia del ONA (Omnium Nord Africain), la empresa matriz que absorbi¨® el SNI con su fusi¨®n en 2010. Esa fue la gran operaci¨®n que consagr¨® el enorme poder discreto estos a?os de Bouhmeou y que los analistas consideran ¡°cambi¨® el concepto del capitalismo en Marruecos¡±.
Los expertos y los que le han tratado retratan a Bouhmeou como tecn¨®crata, brillante, soberbio, visionario, ambicioso. Caracter¨ªsticas repetidas en muchos ejecutivos destacados de grandes multinacionales y que en Marruecos le llevaron a hacer carrera desde una posici¨®n procedente de una familia t¨ªpica de la ¨¦lite local de Rabat, que estudi¨® primero en el Liceo Louis Le Grand en Par¨ªs, se diplom¨® luego en la escuela francesa polit¨¦cnica y de minas, y trabaj¨® m¨¢s tarde algunos a?os como ingeniero en el gigante petrol¨ªfero franc¨¦s Schlumberger.
Tras retornar a Marruecos en 1994 para colocarse en un puesto directivo en un banco fue captado para el entonces holding real (Siger, le¨ªdo al rev¨¦s Regis, en lat¨ªn del rey) por el secretario particular del monarca, Mohamed Majidi, su padrino. Desde esa posici¨®n de ¡°artesano¡± financiero real planific¨® una serie de cambios y fusiones que determinaron en los a?os siguientes una aut¨¦ntica revoluci¨®n en el sistema econ¨®mico del pa¨ªs.
Marruecos y sus principales empresas eran entonces, hace diez a?os y en muchos sentidos, apenas poco m¨¢s que filiales de las grandes firmas multinacionales francesas. Siger, el holding real que funcionaba a trav¨¦s del fondo de inversiones Copropar (60% propiedad del rey), estaba muy volcado en el sector agroalimentario y de la distribuci¨®n de alimentos y pasaba por problemas de endeudamiento. En la medianoche de un d¨ªa de marzo de 2010, cuando Bouhemou ya era presidente del SNI, convoc¨® por sorpresa a los jefes de sus principales empresas y les comunic¨® que se iban a fusionar todos con el gran grupo privado del pa¨ªs, ONA, y adem¨¢s que iban a cambiar los m¨¦todos y los objetivos de la compa?¨ªa naciente. Quer¨ªan crear un ¡°campe¨®n nacional¡± capaz de competir y hacer frente a los adversarios en los grandes sectores estrat¨¦gicos.
La megafusi¨®n entre la SNI, ONA y sus 12 filiales se realiz¨® y provoc¨® un conglomerado que ahora dispone de empresas en el ¨¢mbito de las minas, la distribuci¨®n, la banca, las telecomunicaciones, las energ¨ªas renovables, los seguros y los sectores agroalimentario, y de las inmobiliarias. Acaparan, por ejemplo, el 65% del mercado lechero, el 40% de la construcci¨®n y, a trav¨¦s de Attijariwafabank (la uni¨®n del BCM y Wafa Bank), el 26% de los dep¨®sitos bancarios y 5,5 millones de clientes.
Aquella jugada exitosa le report¨® a Bouhemou un enorme ¨¦xito de gesti¨®n (ha reducido la deuda de la compa?¨ªa casi a la mitad), gran influencia y algunas envidias. Parec¨ªa intocable aunque en los ¨²ltimos tiempos se especulaba con que hab¨ªa empezado a levantar suspicacias en el entorno real. Este verano el semanario franc¨¦s Le Point le calific¨® en un art¨ªculo como ¡°el tesorero del rey y de los peque?os y grandes secretos de la monarqu¨ªa¡±. Tambi¨¦n insinuaban que el monarca hab¨ªa presionado en una adjudicaci¨®n de recursos a Nareva (filial de SNI para las energ¨ªas renovables) sobre un yacimiento de fosfatos. Mohamed VI se enfad¨® y escribi¨® directamente una fe de errores que fue publicada para precisar que esa intermediaci¨®n era ¡°fantasiosa¡± y que Bouhemou no era su tesorero sino el presidente de una empresa con un consejo de administraci¨®n que toma sus propias decisiones. El mismo consejo que le relev¨® en la tarde de ayer.
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