¡°La guerra al narco es una guerra que no es nuestra¡±
El mandatario hondure?o se?ala a Estados Unidos como uno de los responsables del problema migratorio de su pa¨ªs
El presidente de Honduras, Juan Orlando H¨¦rn¨¢ndez, de 46 a?os, quiere presentar su pa¨ªs como un foco de oportunidades para inversores. De visita oficial en Espa?a, se esfuerza en dibujar un futuro esperanzador para uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos y pobres del mundo, clavado en una de las principales rutas del narcotr¨¢fico hacia EE UU y considerado con frecuencia un Estado fallido.
La oleada de ni?os migrantes que este verano puso en aprietos a Washington part¨ªa, en su mayor¨ªa, de Honduras. Miles de chavales en busca de algo diferente a la miseria, las maras, la extorsi¨®n, los asesinatos. Hern¨¢ndez admite que esas son las ra¨ªces del problema, pero advierte que Washington tiene una parte de responsabilidad: ¡°Lo que provoca la mayor parte de la violencia en Honduras tiene que ver con la producci¨®n de drogas en Suram¨¦rica y el consumo masivo de EE UU. Por desgracia, nosotros estamos en el paso¡±, explica con voz pausada el martes por la tarde en un barroco y abarrotado ¡ªde personal diplom¨¢tico, de prensa y seguridad¡ª sal¨®n de Casa Am¨¦rica, en Madrid, donde acaba de firmar un acuerdo de cooperaci¨®n de 150 millones de euros con Espa?a para los pr¨®ximos cuatro a?os. ¡°Los carteles de la droga, el crimen organizado, son tan agresivos en sus conductas delictivas que sus hechos son similares a los que producen los grupos fundamentalistas como ISIS¡±, afirma. ¡°Esa es una guerra que no es nuestra. Tenemos el plan Una Alianza para la Prosperidad, elaborado con Guatemala y El Salvador, para fortalecer la institucionalidad, trabajar en inclusi¨®n, crear crecimiento econ¨®mico, ser efectivos contra la impunidad. Necesitamos la participaci¨®n de EE UU. Como les dije a los l¨ªderes estadounidenses en Washington: ¡®Si Centroam¨¦rica sigue convulsa, violenta, sin oportunidades, sin crecimiento econ¨®mico, es un enorme riesgo para EE UU. Por el contrario, si Centroam¨¦rica es pr¨®spera, en paz, con oportunidades, es una gran inversi¨®n¡±, recuerda.
Miembro del derechista Partido Nacional, Hern¨¢ndez asumi¨® el cargo en enero con un programa de mano dura contra el narcotr¨¢fico y prometi¨® mejorar la seguridad. Honduras ten¨ªa en 2012, seg¨²n el ¨²ltimo registro de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC), la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes m¨¢s alta del mundo: 90. El Observatorio de la Violencia de Honduras registr¨® una tasa tambi¨¦n descontrolada de 79 en 2013.
Lo que provoca la mayor parte de la violencia en Honduras son la producci¨®n de drogas en Suram¨¦rica y el consumo masivo de EE UU Juan Orlando Hern¨¢ndez, presidente de Honduras
Hern¨¢ndez despliega un prolijo cat¨¢logo de los planes, programas y medidas que hay en marcha para responder a la pregunta de qu¨¦ hace su Gobierno para que Honduras deje de ser un pa¨ªs del que los ciudadanos huyen, al margen de la responsabilidad de Estados Unidos que ¨¦l ha se?alado: ¡°Hemos construido un escudo a¨¦reo, porque antes mucha droga ven¨ªa por esa v¨ªa, y lo hemos hecho por nuestra cuenta. EE UU tiene una ley que no les permite compartir algo semejante [autoridad para derribar avionetas civiles sospechosas de transportar droga], pero al final es nuestro derecho soberano. Hemos construido un escudo terrestre y otro, junto a EE UU, mar¨ªtimo. Estamos en un proceso de depuraci¨®n policial muy agresivo, porque buena parte de los operadores de justicia han estado permeados por el crimen organizado, pero por primera vez se han visto jueces, magistrados, fiscales, polic¨ªas y soldados enjuiciados y a varios sentenciados¡±, dice.
Aunque el narco hab¨ªa llegado a suplantar al Estado en algunas zonas del pa¨ªs, Hern¨¢ndez afirma haber ¡°recuperado el control de manos de los grupos criminales¡±. Por eso, afirma, ¡°la gente empieza a respirar en lugares donde los criminales han sido extraditados, a otros se les han quitado sus bienes, otros huyen por tener ¨®rdenes de captura¡±. Al impulsar la polic¨ªa militar, dice seguir el ¡°patr¨®n de Colombia¡±, que ¡°us¨® sus fuerzas militares, y hoy es un ejemplo de ¨¦xito en esa lucha¡±. Sobre el riesgo de abusos que puede tener esa estrategia, cree que la ¡°pol¨ªtica de respeto de derechos humanos¡± de Honduras lo minimiza.
Los frentes se multiplican para un pol¨ªtico, jurista de formaci¨®n, que dice ver ¡°oportunidades detr¨¢s de cada problema¡±. El 64% de los hondure?os son pobres, seg¨²n datos del Banco Mundial de 2013. Hern¨¢ndez detalla sus planes para peque?os empresarios, los programas de vivienda social y de subsidios condicionados para que los ni?os vayan al colegio, donde, asegura el mandatario, ¡°estamos iniciando un plan no ya de merienda escolar, sino de un verdadero plato de comida¡±.
Hern¨¢ndez asegura que todas las semanas recibe a muchos inversores. ¡°Est¨¢n apost¨¢ndole a la energ¨ªa solar, a la fotovoltaica, en geotermia... estoy convencido de que en tres a?os vamos a ser l¨ªderes en Centroam¨¦rica en precio de la energ¨ªa y vamos a poder exportar¡±, afirma, y explica el plan de construir el corredor log¨ªstico interoce¨¢nico, para que ¡°en la menor distancia, de 392 kil¨®metros, usted pueda tener un contenedor del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico¡±.
Pese a su optimismo, admite que el pa¨ªs ¡°no se ha recuperado del impacto econ¨®mico¡± del golpe de Estado que derroc¨® en 2009 a Manuel Zelaya. S¨ª cree que se han ¡°rebajado las diferencias¡± en la sociedad. Su aspiraci¨®n, dice, es que ¡°en tres o cuatro a?os buena parte de los hondure?os que est¨¢n all¨¢ [en EE UU] digan ¡®voy a estar mejor en Honduras¡±.
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