Una escuela privada donde los alumnos no pagan
En M¨¦xico, ni?os y ni?as de escasos recursos reciben educaci¨®n de primer nivel. El modelo se puede replicar en Latinoam¨¦rica
?Qu¨¦ pasar¨ªa si un ni?o de un barrio humilde tuviera la oportunidad de recibir educaci¨®n biling¨¹e (en espa?ol e ingl¨¦s) en una escuela privada, con instalaciones de primera calidad, buena alimentaci¨®n y actividades deportivas? Para la organizaci¨®n Christel House, la respuesta es clara: ¡°se romper¨ªa el ciclo de la pobreza¡±.
La escuela Christel House de M¨¦xico -con 412 alumnos- est¨¢ en la Colonia Ampliaci¨®n N¨¢poles, un barrio de clase media de la capital mexicana, pero la mayor¨ªa de los estudiantes viene de las ¨¢reas m¨¢s pobres de la Delegaci¨®n ?lvaro Obreg¨®n, en muchas de las cuales hay problemas de drogas, y donde la mayor¨ªa de los jefes de hogar son mujeres.
El modelo est¨¢ siendo estudiado por expertos del Banco Mundial para determinar si este tipo de escuelas privadas dirigidas a estudiantes de bajos recursos pueden ayudar a pa¨ªses que necesitan mejorar a corto plazo sus sistemas educativos.
Los resultados de M¨¦xico y Brasil, por ejemplo, en el estudio PISA en 2012 (un examen de matem¨¢ticas, lectura y ciencia que se hace a los estudiantes de 15 a?os en los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos), est¨¢n muy por debajo del promedio de los pa¨ªses de la OCDE y se encuentran detr¨¢s de los resultados de pa¨ªses como Grecia o Turqu¨ªa.
Los promotores del modelo de Christel House aseguran que el resultado de su experiencia de trabajo en escuelas de India, M¨¦xico, Sud¨¢frica y en comunidades pobres de Estados Unidos ha resultado en una reducci¨®n de la pobreza. Adem¨¢s creen que este modelo de escuelas privadas que los alumnos no pagan, se puede expandir.
Alta demanda
En Am¨¦rica Latina muchas escuelas privadas conceden becas a algunos estudiantes de menores recursos. En algunos pa¨ªses funciona un modelo (como la federaci¨®n internacional Fe y Alegr¨ªa) en el que una instituci¨®n religiosa posee las escuelas y maneja el programa educativo, pero los maestros son pagados por el gobierno.
En el caso de Christel House -una organizaci¨®n filantr¨®pica sin fines de lucro- la gran mayor¨ªa de las familias no paga nada, y los dem¨¢s pagan un peque?o porcentaje de la colegiatura, seg¨²n sus ingresos y su situaci¨®n. El centro tambi¨¦n provee uniformes y ¨²tiles gratuitamente a todos los estudiantes, adem¨¢s de las comidas, preparadas seg¨²n un cuidado plan nutricional.
El centro - que tiene como objetivo dar acceso a ni?os y ni?as de familias de escasos recursos- ofrece educaci¨®n primaria y secundaria, con estudios complementarios de ingl¨¦s, computaci¨®n, deportes y arte. Tambi¨¦n tienen el doble de horas por d¨ªa que en una escuela p¨²blica.
En cuanto a la calidad de la educaci¨®n que ofrecen, los alumnos de esta escuela se ubican muy por encima del promedio nacional en ¨¢reas como espa?ol y matem¨¢tica, seg¨²n los resultados de la prueba Enlace, que la Secretar¨ªa de Educaci¨®n del pa¨ªs aplic¨® de 2006 a 2013.
¡°Acad¨¦micamente, Christel House M¨¦xico trabaja con un modelo ¡®sin excusas¡¯ que pide un alto compromiso de la parte de los estudiantes, maestros y padres,¡± explica Raja Bentaouet Kattan, coordinadora del estudio y especialista en educaci¨®n del Banco Mundial.
Seg¨²n los expertos, se puede comparar este modelo con muchas escuelas ¡°Charter¡± en los Estados Unidos, que son instituciones que reciben financiamiento p¨²blico, pero que se organizan independientemente del Estado y se ponen claras metas acad¨¦micas. ¡°Escuelas ¡®sin excusas¡¯, como muchas escuelas Charter en los Estados Unidos, tienen muchas veces un largo d¨ªa y a?o escolar, son selectivas a la hora de contratar maestros y promueven estrictas normas de comportamiento y una ¨¦tica fuerte de trabajo de la parte de los estudiantes¡±, agrega Bentaouet Kattan.
Hay mucha demanda, as¨ª que las 30 plazas disponibles cada a?o para nuevos alumnos se sortean entre unas 300 solicitudes de familias que cumplen los requisitos. Seg¨²n la misma escuela, no hay deserci¨®n escolar en su instituci¨®n.
Para inscribirse, hay que pasar un proceso de selecci¨®n en el que se toma en cuenta el ingreso de la familia para asegurarse que est¨¢ dentro del perfil socio-econ¨®mico al cual se quiere llegar y otros factores.
So?ar con Acapulco
M¨¢s de la mitad de las familias que mandan a sus hijos a esta escuela no tienen ingreso fijo, y menos del 50% de sus padres y madres no terminaron la secundaria. El 40% de las familias viven con menos de 2 salarios m¨ªnimos, que en el DF equivaldr¨ªa a unos 10 d¨®lares al d¨ªa.
¡°Son familias que quieren y buscan un beneficio y una mejora para sus hijos y su familia, sin embargo, se saben con esta carencia de recursos econ¨®micos para poder proveer a sus hijos de lo suficiente¡±, dice Alin Su¨¢rez, Coordinadora de Relaciones con la Comunidad.
?ngel Arturo acaba de comenzar segundo de primaria y su asignatura favorita es la matem¨¢tica. Dice que quiere ser buzo. ¡°Lo que quiero es ir e investigar qu¨¦ especies hay, qu¨¦ peces hay¡±, explica con entusiasmo.
¡°Nosotros no tenemos mucho¡±, dice Ang¨¦lica Espinosa, madre de ?ngel Arturo, ¡°pero [¨¦l] es muy listo y tiene una mente muy abierta. Su sue?o es estudiar. ¡®Y cuando crezca¡¯-dice-, ¡®te voy a llevar a Acapulco en un avi¨®n¡¯. Le digo ¡®Si, m¡¯hijo, t¨² ¨¦chale ganas¡¯¡±.
La ¡°escuela para los padres¡±
A cambio de esta educaci¨®n, los padres tienen que comprometerse a que sus hijos acudan al menos al 95% de las clases. Tambi¨¦n tienen que ayudar a mantener las instalaciones de la escuela por lo menos una hora en la semana y asistir a 10 talleres de formaci¨®n por a?o.
¡°Me imaginaba que iban a ser m¨¢s aburridos, pero son muy buenos¡±, dice Ang¨¦lica Espinosa sobre los talleres. ¡°Nos ense?an a c¨®mo debemos de tratar a nuestros hijos, qu¨¦ debemos ense?arles, que tenemos que estar m¨¢s tiempo con ellos para que nos tengan confianza y lleguen a ser alguien¡±, cuenta Yadira Hurtado, madre de dos ni?as que quieren ser maestras.
El estudio que realiza el Banco Mundial sobre este modelo de escuela servir¨¢ para analizar los impactos en los ni?os y los padres y ver si se podr¨ªa replicar a una escala m¨¢s grande. La idea es encontrar f¨®rmulas para ayudar a pa¨ªses que necesitan mejorar sus sistemas educativos.
"Los resultados ser¨¢n ¨²tiles para muchas audiencias, tal como pol¨ªticos, maestros e investigadores en M¨¦xico y en otros pa¨ªses, particularmente para pa¨ªses de ingreso bajo o medio que quieren mejorar r¨¢pidamente las opciones de una educaci¨®n de calidad para los m¨¢s pobres", dice Raja Bentaouet Kattan.
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