La fiebre del gas revoluciona Mozambique
El pa¨ªs africano vota en medio de un 'boom' que beneficia solo a unos pocos
La avenida Lenin est¨¢ congestionada. Las calles, de nombres como Mao Tse-tung o Salvador Allende, est¨¢n agujereadas por las omnipresentes obras. Solo al caer la tarde en la capital mozambique?a, Maputo, se relaja el zumbido constante de las perforadoras que ilustra el fuerte crecimiento de un pa¨ªs en el que se pronuncia sin cesar la palabra cambio.
Todo el mundo habla de cambio en Mozambique, en los despachos y en la calle. Las gr¨²as y los coches que atiborran la avenida Marginal certifican la transformaci¨®n econ¨®mica. La aparici¨®n de un tercer partido pol¨ªtico en el pa¨ªs, junto a la vuelta a las armas de la oposici¨®n hist¨®rica, la Resistencia Nacional de Mozambique (Renamo), insin¨²an movimientos pol¨ªticos. Este mi¨¦rcoles, 10 millones de mozambique?os estaban convocados a las urnas en unas elecciones para las que se prev¨¦, de nuevo, el triunfo del Frente de Liberaci¨®n de Mozambique (Frelimo), la formaci¨®n en el poder desde que esta excolonia portuguesa se independiz¨®, en 1975. Este grupo y Renamo se enfrentaron en una guerra civil entre 1975 y 1992.
Las enormes reservas de gas natural ¡ªlas terceras m¨¢s importantes de ?frica¡ª y de carb¨®n ¡ªdescubiertas recientemente en el norte de Mozambique¡ª han disparado las expectativas en una de las naciones m¨¢s pobres del continente, y han desatado la fiebre constructora en Maputo y ciudades como Tete y Pemba. Pero en un pa¨ªs que no ha conocido la alternancia de poder son pocos los que recogen los beneficios.
Se prev¨¦ el triunfo de Frelimo, la formaci¨®n en el poder desde 1975
Los obreros de la gran torre intercambian con la vendedora Olga algunos meticales ¡ªla moneda local¡ª. Olga les ofrece caf¨¦ y panecillos a la sombra de uno de los edificios m¨¢s espectaculares de la ciudad, la gran torre que se levanta en Costa del Sol. La mujer viv¨ªa en este barrio antes del boom econ¨®mico, pero las vistas al mar y el entusiasmo por nuevos apartamentos lujosos convirtieron la zona en algo codiciado. Y la echaron.
La circunvalaci¨®n de la Marginal rodea la punta que forma la ciudad y conduce a Costa del Sol. ¡°Cambio. ?Qu¨¦ cambio? Ellos comen de mi voto y se aprovechan del poder, quiz¨¢s ellos est¨¢n disfrutando del crecimiento pero yo estoy aqu¨ª, sucia, en la calle, y lo ¨²nico es que me han echado de mi casa. Lo ¨²nico que huelo es la corrupci¨®n¡±, se queja la vendedora con resignaci¨®n.
El gas y el carb¨®n son los grandes protagonistas de este sue?o econ¨®mico que beneficia a una minor¨ªa, a un selecto grupo muy vinculado al ¨²nico partido que ha gobernado en Mozambique desde la independencia, la Frelimo. ¡°Casi todos nuestros pol¨ªticos tienen intereses econ¨®micos¡±, explica Edson Cort¨¦s, investigador del Centro de Integridad, hasta el punto que ¡°compa?¨ªas directamente relacionadas con el presidente han tenido en los ¨²ltimos 10 a?os al menos ocho licencias de extracci¨®n, sin concurso p¨²blico¡±.
La econom¨ªa ha crecido un 7,1% en 2013. Un indicador, apunta sin embargo el economista Carlos Castelo-Branco, que ¡°no significa mucho¡±. ¡°Lo que hay que preguntarse es si este crecimiento es grasa o m¨²sculo¡±, se cuestiona.
"Muchos pol¨ªticos tienen intereses econ¨®micos", dice un investigador
Actualmente el 85% de las inversiones privadas en Mozambique est¨¢n directamente impulsadas por las materias primas para exportar; y el 15% restante acaban estando relacionadas, lo que supone un modelo totalmente dependiente de un solo sector, que adem¨¢s se fundamenta en grandes expectativas. ¡°El mercado del gas de aqu¨ª a 10 a?os, que es cuando se empezar¨¢ a producir, puede haber cambiado mucho¡±, explica Castelo-Branco, que considera que el modelo no solo es ¡°insano¡±, sino que podr¨ªa ser muy peligroso.
La deuda p¨²blica dom¨¦stica ha estado creciendo al 29% cada a?o en la ¨²ltima d¨¦cada. Cuatro veces m¨¢s r¨¢pido que la econom¨ªa mozambique?a. Y el sistema financiero, volcado en los grandes proyectos, ¡°no ayuda al desarrollo de las peque?as y mediana empresas¡±, a?ade el economista.
Con la velocidad de crucero que ha logrado el pa¨ªs y que beneficia por ahora solo a una minor¨ªa af¨ªn al r¨¦gimen inamovible desde 1975, ¡°puede que estemos comprometiendo el futuro y las opciones de las nuevas generaciones y los gobernantes que vienen¡±, concluye Castelo-Branco.
Precisamente el descontento entre parte de la poblaci¨®n alienta, seg¨²n muchos analistas, al renacimiento de la oposici¨®n, Renamo, y la s¨²bita popularidad de su l¨ªder, Afonso Dhlakama. A la ebullici¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica en Mozambique se a?ade la violencia, que ha vuelto al norte del pa¨ªs y que se aguanta fr¨¢gilmente ahora por d¨¦bil acuerdo de paz.
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