El desaf¨ªo demogr¨¢fico
La inmigraci¨®n no salvar¨¢ los sistemas de pensiones, pero es esencial para cubrir los d¨¦ficits europeos
Este a?o, por primera vez, la poblaci¨®n en edad de trabajar (15-64 a?os) en la Uni¨®n Europea ha comenzado a disminuir. Y el fen¨®meno se va a prolongar. Seg¨²n las proyecciones de la UE, esta franja va a perder 7,5 millones de personas de aqu¨ª a 2020, es decir, el 2,2%. Alemania, Espa?a y Polonia ser¨¢n probablemente los pa¨ªses m¨¢s afectados. Solo el Reino Unido, B¨¦lgica, Suecia e Irlanda tendr¨¢n un aumento de la poblaci¨®n en edad activa en ese periodo de tiempo.
Este descenso demogr¨¢fico, que es un tremendo reto para Europa, tiene una causa conocida desde hace tiempo: el envejecimiento de la poblaci¨®n. En Alemania, la tendencia ir¨¢ acompa?ada de una disminuci¨®n de su poblaci¨®n global, mientras que en Francia, por el contrario, la poblaci¨®n crecer¨¢ debido al n¨²mero de nacimientos. De acuerdo con la Comisi¨®n Europea, en la UE, el coeficiente de dependencia de las personas de edad avanzada llegar¨¢ al 30% en 2060, frente al 17% de 2010.
?Bastar¨ªa con recurrir a la mano de obra extranjera para cubrir los d¨¦ficits europeos? Esta idea, que se ha extendido durante mucho tiempo, est¨¢ muy discutida hoy por los expertos. Los mecanismos que intervienen son mucho m¨¢s complejos.
Hay que lograr que la demanda laboral coincida con las aptitudes de los candidatos que emigrar¨¢n
¡°La inmigraci¨®n no resuelve ni el envejecimiento demogr¨¢fico, ni el problema de la tasa de sustituci¨®n de la poblaci¨®n activa para la financiaci¨®n de las jubilaciones, ni las tensiones en el mercado de trabajo¡±, resume El Mouhoub Mouhoud, profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Par¨ªs Dauphine. ¡°Pese a ello, la inmigraci¨®n es indispensable¡±.
Entre el 2000 y el 2010, los inmigrantes han representado el 70% del aumento de la poblaci¨®n activa en Europa, indica la OCDE. Por consiguiente, si las migraciones pueden contribuir tanto al incremento de esa franja, su capacidad de contrarrestar las consecuencias del envejecimiento de la poblaci¨®n depender¨¢ de que exista una adecuaci¨®n entre las necesidades de mano de obra y las competencias de los inmigrantes. ?Qu¨¦ pol¨ªticas habr¨¢ que adoptar para favorecer esa coincidencia?
¡°Hay que tener en cuenta la evoluci¨®n de la mano de obra y de las aptitudes que ser¨¢n necesarias en el futuro¡±, destaca el ¨²ltimo informe de la OCDE, elaborado en colaboraci¨®n con la Comisi¨®n Europea y publicado a finales de septiembre. En otras palabras, se trata de mantener el incremento de productividad, pensando en las evoluciones tecnol¨®gicas.
La inmigraci¨®n no salvar¨¢ los sistemas de pensiones. Los inmigrantes envejecen igual que los ciudadanos locales, por lo que, para alcanzar ese objetivo, ser¨ªa necesario que cada a?o se multiplicaran las entradas por dos. Tampoco se puede pensar que el descenso del paro va a compensar, por s¨ª solo, las necesidades de ciertos sectores econ¨®micos.
El descenso demogr¨¢fico, que es un tremendo reto para Europa, tiene una causa conocida desde hace tiempo: el envejecimiento de la poblaci¨®n
¡°Un aut¨®ctono no va a empu?ar el martillo neum¨¢tico, porque es un trabajo que le resulta insoportable. Aunque se aumentara el salario un 50%. En general, los puestos de trabajo en la construcci¨®n han sido siempre no sustituibles¡±, indica Mouhoud. ¡°Los inmigrantes son tan reacios como los dem¨¢s a ocupar esos puestos, pero no tienen tanta opci¨®n¡±.
Las necesidades de mano de obra se notan, m¨¢s que en los puestos menos cualificados, en las profesiones consideradas ¡°intermedias¡±. Hasta ahora, la movilidad intraeuropea -en especial la de los rumanos, b¨²lgaros y polacos- ha servido como variable de ajuste en los sectores menos cualificados, por ejemplo la construcci¨®n y la agricultura. ¡°Antes hac¨ªan falta brazos; ahora las carencias afectan a los empleos de artesanos, auxiliares de ense?anza o t¨¦cnicos especializados¡±, explica Jean-Christophe Dumont, responsable del departamento de migraciones de la OCDE.
Lo importante, pues, es conseguir que las necesidades de tipos de trabajadores coincidan con las aptitudes de los candidatos a emigrar. Y esto est¨¢ todav¨ªa muy lejos. En la actualidad, los inmigrantes tienen una representaci¨®n desproporcionada en los extremos de la escala: en los empleos muy poco cualificados y en los muy cualificados. Su nivel de formaci¨®n ha mejorado poco a poco, sin duda. A veces, algunos candidatos tienen tantos a?os de estudios como los nacionales del pa¨ªs de acogida, pero se encuentran con varias barreras.
En primer lugar, las de las competencias, que no siempre equivalen a las obtenidas con un nivel de estudios similar en Francia, Reino Unido o Alemania, seg¨²n la OCDE. Cuando las competencias s¨ª son suficientes, no se reconocen los diplomas. Otro problema: el dominio de la lengua nacional. Las pol¨ªticas de formaci¨®n en Europa siguen siendo insuficientes.
Los empresarios tambi¨¦n topan con varios obst¨¢culos. Las legislaciones sobre inmigraci¨®n son, a menudo, ilegibles, en particular en el caso de las peque?as y medianas empresas, justo las que crean empleo y m¨¢s padecen la falta de mano de obra. Los grandes grupos son los ¨²nicos con los medios suficientes para saber d¨®nde buscar mano de obra cualificada. Y en el otro extremo, ¡°uno no va a buscar a su ni?era o a su asistenta en Internet¡±, subraya Dumont. Los empleos de ese tipo suele ocuparlos una poblaci¨®n que est¨¢ en situaci¨®n irregular o precaria en el pa¨ªs de acogida.
No obstante, eliminar las barreras al empleo y liberalizar las normas sobre inmigraci¨®n no es la soluci¨®n ideal. Suecia est¨¢ experimentando este sistema desde 2008. Se publica una lista de profesiones con carencias de mano de obra y se consulta a los sindicatos sobre los niveles salariales. Aun as¨ª, hasta el momento, el 50% de las contrataciones se han hecho en oficios que no ten¨ªan carencias y en puestos, en general, poco cualificados.
La v¨ªa m¨¢s posible para cubrir los d¨¦ficits europeos es la de los estudiantes extranjeros, ¡°el principal cauce de migraci¨®n de competencias¡±, seg¨²n Mouhoud. ¡°Es el grupo de inmigrantes m¨¢s f¨¢cil de integrar¡±, asegura la OCDE, siempre que se les empuje a aprender la lengua del pa¨ªs. Despu¨¦s habr¨¢ que convencerles de que se queden. En Francia, el tercer pa¨ªs del mundo que m¨¢s estudiantes recibe (288.000 en 2013), solo permanecen alrededor de 15.000 cada a?o.
Traducci¨®n: Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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