Las autoridades repiten los errores del ¡®caso Heavens¡¯ en Iguala

En su primer a?o de mandato, el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto afront¨® colateralmente un episodio de naturaleza similar al de Iguala, aunque de menor envergadura en el nivel de barbarie ¨Csi es que esta se puede medir por niveles¨C y en su repercusi¨®n local y mundial.

Se trat¨® del ¡®caso Heavens¡¯, en el que un grupo de 13 j¨®venes de extracci¨®n popular fue secuestrado en mayo de 2013 a la salida de un ¡®after¡¯ en el centro de M¨¦xico DF por una banda de delincuentes que inclu¨ªa polic¨ªas locales corruptos. Sus cuerpos mutilados aparecieron en una fosa despu¨¦s de tres meses de investigaci¨®n err¨¢tica. Aquel caso lo encabez¨® la fiscal¨ªa de la capital en coordinaci¨®n con la fiscal¨ªa federal, la PGR, que ahora, dirigida como entonces por el fiscal Jes¨²s Murillo Karam, es la responsable de resolver el ¡®caso Iguala¡¯, en el que los desaparecidos tambi¨¦n son j¨®venes y humildes, pero 43; en el que los culpables tambi¨¦n son mezcla de sicarios y agentes; y en el que la b¨²squeda de las v¨ªctimas tambi¨¦n se dilata. En el ¡®caso Heavens¡¯ se apreciaron carencias sustanciales en la respuesta institucional. Esas mismas carencias se reiteran en Iguala.

1. Falta de capacidad forense. En Iguala se han hallado 11 fosas que suman en total 38 cad¨¢veres. El peso de su identificaci¨®n lo lleva un equipo de forenses argentinas, y no peritos del Gobierno mexicano. En el ¡®caso Heavens¡¯ fueron esas mismas forenses argentinas las que se encargaron de corroborar la identidad de los cuerpos. Las familias no tuvieron certezas sobre los restos hasta nueves meses despu¨¦s de su hallazgo. Eugenia Ponce, t¨ªa de una de aquellas v¨ªctimas, asegura que, antes del trabajo de las forenses, los fallos de las autoridades mexicanas hab¨ªan llegado al extremo de mezclar partes de unos cad¨¢veres con otros: ¡°Uno de ellos ten¨ªa dos piernas derechas, una de un tama?o y otra de otro. Eso consta en los dict¨¢menes¡±.

2. Desatenci¨®n a los familiares de las v¨ªctimas. El jueves 9 de octubre el fiscal Murillo Karam anunci¨® en rueda de prensa que se hab¨ªan hallado nuevas fosas. En la Escuela Normal de Ayotzinapa, donde estudiaban los desaparecidos y el precario lugar en el que sus padres y madres esperan novedades, las familias se enteraron al mismo tiempo que los periodistas. En el ¡®caso Heavens¡¯, los familiares se quejaron reiteradamente de no ser informados de los avances de la investigaci¨®n antes que la prensa. Mar¨ªa Victoria Barranco recuerda que a los dos d¨ªas de hallarse la fosa del Heavens se enter¨® de que hab¨ªa indicios de que uno de los cad¨¢veres era su hijo a trav¨¦s de un sms de un servicio de noticias que le lleg¨® mientras iba en metro.

3. Desconfianza en las autoridades. El 20 de octubre, los familiares de los desaparecidos de Iguala tuvieron una reuni¨®n con la PGR. Al salir, un vocero de las familias, Vidulfo Rosales, dijo: ¡°No se tiene ni la m¨¢s m¨ªnima confianza en ellos¡±. En el ¡®caso Heavens¡¯ las familias llegaron a emitir un comunicado en el que exig¨ªan que el peritaje de los cad¨¢veres lo hiciesen forenses independientes: ¡°Tenemos TOTAL desconfianza en los trabajos de la PGR¡±, afirmaron.

4. Tensi¨®n entre instituciones. En el ¡®caso Iguala¡¯ la PGR ha reconocido ante las familias que en el proceso de exhumaci¨®n de las primeras fosas el personal de la Fiscal¨ªa del Estado de Guerrero, al que pertenece Iguala, cometi¨® errores; es decir, que hubo fallos antes de que el caso quedase bajo responsabilidad de la PGR. El 23 de octubre el Gobernador de Guerrero, ?ngel Aguirre ¨Cdel PRD¨C present¨® su dimisi¨®n, y en su discurso desliz¨® que su gobierno estatal hab¨ªa avisado al Gobierno federal ¨Cdel PRI¨C de los problemas de colusi¨®n entre poderes p¨²blicos locales y mafias; un ¨¢mbito, el del crimen organizado, que por ley es responsabilidad federal, no estatal.

En el ¡®caso Heavens¡¯, el gobierno de la capital adujo que se trataba de un problema entre bandas locales, no de crimen organizado, y por eso la potestad sobre el caso se mantuvo bajo su cargo. Sin embargo, durante la investigaci¨®n, un alto mando de seguridad del gobierno de Pe?a Nieto, Manuel Mondrag¨®n, dej¨® caer en una entrevista que en la capital s¨ª era visible un problema de crimen organizado. ¡°Parece ser que la situaci¨®n se est¨¢ desbordando un poco¡±, afirm¨® en lo que se ley¨® como un golpe de guante blanco federal al poder de la capital, en manos del PRD.

5. Investigaciones que se dilatan. En el ¡®caso Heavens¡¯ pasaron tres meses hasta que aparecieron los cuerpos y otros nueve hasta que los identificaron. En Iguala, al cabo de un mes, han aparecido cad¨¢veres pero el Gobierno a¨²n no ha confirmado si son los desaparecidos. La renuncia de Aguirre, que desde el inicio fue un reclamo urgente de la opini¨®n p¨²blica, no lleg¨® hasta la cuarta semana, y tambi¨¦n a lo largo del caso la sociedad civil no ha dejado de urgir al Gobierno a que encuentre cuanto antes a los desaparecidos y detenga a los culpables. Una figura moral de referencia en M¨¦xico, el cura Alejandro Solalinde, ha criticado la demora: ¡°Este gobierno est¨¢ apostando por un control de da?os pol¨ªticos, m¨¢s que por una soluci¨®n o por buscar justicia¡±.

6. Expectaci¨®n por arrestos de impacto. En el ¡®caso Heavens¡¯ se conjeturaba que para secuestrar en el centro de la capital a 13 personas, sacarlas de la ciudad en veh¨ªculos atravesando calles vigiladas por c¨¢maras y matarlas y enterrarlas en un monte de las afueras, era veros¨ªmil que los delincuentes hubiesen contado con protecci¨®n de mandos de seguridad de cierto nivel. A lo largo de la investigaci¨®n hubo m¨¢s de una treintena de arrestados, entre ellos agentes policiales de rango menor. Como supuesto cabecilla de la matanza fue detenido al cabo de un a?o un traficante local que, seg¨²n las autoridades, en el momento de su arresto, siendo objetivo policial prioritario, llevaba encima 2.130 pastillas, cuatro trozos de coca¨ªna y dos b¨¢sculas grameras. En el ¡®caso Iguala¡¯ ya han sido arrestados 56 involucrados, entre ellos tambi¨¦n polic¨ªas locales e incluso el supuesto jefe del cartel que oper¨® la desaparici¨®n de los estudiantes. Pero lo que se espera es que sean detenidos el alcalde de Iguala, su esposa y el secretario de seguridad municipal. Un mes despu¨¦s, siguen pr¨®fugos.

Son dos casos con un aire de familia aunque de diferente magnitud. La prueba de que el ¡®caso Iguala¡¯ se sit¨²a en una categor¨ªa criminal superior, adem¨¢s de la notable indignaci¨®n ciudadana, es que en el ¡®caso Heavens¡¯ Pe?a Nieto no se pronunci¨®, mientras que con respecto a Iguala ha hecho declaraciones. El calibre del crimen y su repercusi¨®n mundial han puesto al Gobierno en la necesidad acuciosa de dar una respuesta antes de que siga pasando el tiempo. Pero parece que sus herramientas para lograrlo no han evolucionado de forma significativa.