El este de Ucrania, a punto de entrar en la n¨®mina de conflictos congelados
La regi¨®n amenaza con sumarse a los territorios problem¨¢ticos legados por la URSS
![Pilar Bonet](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F20305dc5-7626-4aae-ba59-6e4ab29f2aac.png?auth=637102860dc774e4edecc8d35394dc6e08d620e804b66b7dbdb83c18f1a37160&width=100&height=100&smart=true)
![Un rebelde ucranio, ayer en Donetsk ante una bandera del Batallón Ortodoxo Ruso](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VS3GLHSJXXM53DS77QQ5RQEKDE.jpg?auth=9fc32bc2bc2dfdaef564adfec1a3656ce0115885756ed7d8ddf1f58ec6be0481&width=414)
En el este de Ucrania, en las zonas bajo control de los insurgentes prorusos, est¨¢n apareciendo ¡°rasgos de conflictos congelados¡±, seg¨²n el embajador de la UE en Rusia, Vygaudas Usackas. En efecto, las autoproclamadas Rep¨²blicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPL y RPD) presentan semejanzas ¡ªpero tambi¨¦n diferencias sustanciales¡ª con los territorios problem¨¢ticos legados por la URSS en 1991: Osetia del Sur, Abjazia, el Alto Karabaj y el Transdni¨¦ster, unas realidades que hasta hoy no han encontrado un encaje arm¨®nico en el mapa postsovi¨¦tico reconocido por la ONU.
Dejando aparte Crimea, por sus peculiaridades, y el Alto Karabaj, por su car¨¢cter de contencioso entre Armenia y Azerbaiy¨¢n, el denominador com¨²n de Abjazia, Osetia del Sur y el Transdni¨¦ster es el haber sobrevivido 23 a?os gracias al apoyo econ¨®mico y militar de Mosc¨². En los tres casos, Rusia ha sido parte y ¨¢rbitro a la vez, en proporciones que variaron seg¨²n la ¨¦poca. En 1996, el presidente Boris Yeltsin y la CEI (comunidad de Estados postsovi¨¦ticos) declararon un bloqueo econ¨®mico a Abjazia para forzarla a un acuerdo con Georgia. En mayo de 2008, Vlad¨ªmir Putin levant¨® por su cuenta aquel bloqueo, que se hab¨ªa relajado ya tras su llegada al poder en 2000. Bajo la presidencia de Putin, Mosc¨² reparti¨® generosamente pasaportes rusos a los habitantes de Abjazia, Osetia del Sur y el Transdni¨¦ster y cre¨® as¨ª una base legal para una eventual intervenci¨®n.
Miedo a la anexi¨®n rusa de Abjazia
Consecuencia de las aprensiones geopol¨ªticas de Mosc¨² tras la anexi¨®n de Crimea parece ser el nuevo tratado bilateral que el Kremlin quiere firmar con Abjazia para sustituir al tratado ruso-abjazo suscrito en 2008 cuando Mosc¨² reconoci¨® unilateralmente como Estado aquel territorio con 220 kil¨®metros de costa del mar Negro.
El borrador ruso del tratado contempla la creaci¨®n de un espacio de defensa com¨²n, la integraci¨®n de Fuerzas Armadas, la coordinaci¨®n de la pol¨ªtica exterior y el desmantelamiento de la frontera ruso-abjaza (ruso-georgiana para la ONU) por el r¨ªo Psou. Una parte de la ¨¦lite pol¨ªtica de Abjazia considera que el nuevo documento que Rusia quiere cerrar antes de fin de a?o es una ¡°anexi¨®n de hecho¡±. Para presentarlo, Rusia esper¨® a que Raul Jadzhimba, un veterano del KGB de la URSS, fuera elegido presidente de Abjazia en agosto. En opini¨®n de los partidarios del anterior l¨ªder de Abjazia, el Kremlin instig¨® las protestas que culminaron en mayo con el cese anticipado del presidente, Aleksandr Ankvab, que se habr¨ªa opuesto al tratado.
Las pol¨ªticas exteriores de Rusia y Abjazia son arm¨®nicas excepto en relaci¨®n con Turqu¨ªa, pa¨ªs que ha activado sus contactos con Sujum al margen de Tbilisi. Turqu¨ªa es importante para Abjazia por ser uno de los pa¨ªses de residencia de la comunidad de varios millones de descendientes de aut¨®ctonos del C¨¢ucaso (entre ellos abjazos) obligados a abandonar esas regiones conquistadas por el Imperio ruso en el XIX. La independencia unilateral de Abjazia tal vez sea un mal menor para Georgia, porque si Rusia se anexiona de hecho aquel territorio paradis¨ªaco, se disolver¨ªan las esperanzas de que los pueblos del C¨¢ucaso pudieran acomodarse en alg¨²n momento en una confederaci¨®n.
Rusia ha mantenido contingentes de pacificadores en los tres territorios, en el marco de f¨®rmulas de mediaci¨®n internacionales con participaci¨®n de la OSCE y la ONU. Las misiones pacificadoras rusas en Abjazia y Osetia del Sur se metamorfosearon en bases militares tras la guerra ruso-georgiana de agosto de 2008, cuando Mosc¨² reconoci¨® la independencia de aquellos territorios.
En el Donb¨¢s (las provincias de Donetsk y Lugansk, donde ayer murieron seis soldados ucranios), Kiev rechaz¨® la presencia de pacificadores internacionales, precisamente por temor a ¡°congelar¡± el conflicto. Pero los acuerdos de Minsk para regular el conflicto entre Kiev y los separatistas implican una congelaci¨®n del problema mientras las partes enfrentadas no se pongan de acuerdo.
Osetia del Sur, Abjazia, y el Transdni¨¦ster se opusieron a la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, enfrent¨¢ndose as¨ª a las tendencias centr¨ªfugas de las rep¨²blicas sovi¨¦ticas de las que depend¨ªan. Luego, al derrumbarse la URSS, los prosovi¨¦ticos se convirtieron ellos mismos en independentistas. La g¨¦nesis y fecha del conflicto en el este de Ucrania es diferente. Donb¨¢s ha sido parte integral de Ucrania durante 23 a?os y sus reivindicaciones descentralizadoras o federalistas y por la cooficialidad de lengua rusa solo se convirtieron en una causa b¨¦lica tras la huida del presidente V¨ªctor Yanuk¨®vich, un oriundo de Donetsk, y la fulminante anexi¨®n rusa de Crimea. Como el Transdni¨¦ster o como Osetia del Sur, los independentistas de Ucrania quisieron incorporarse al Estado ruso. No as¨ª los abjazos, que siempre valoraron su independencia.
Pese al uso ret¨®rico de la expresi¨®n ¡°mundo ruso¡±, Mosc¨² no tiene en Donb¨¢s la comunidad de ciudadanos que le servir¨ªa para justificar su intervenci¨®n, aunque esto podr¨ªa cambiar si los ucranios cobijados ahora en Rusia regresan a sus hogares convertidos en ciudadanos rusos.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EDNQ7E2XOYJJAUMGOJYVH4NOAQ.png?auth=d424064e65ac1e2533ad4ae4617dc4d0843896e1594c154ccb59256b763b33e4&width=414)
Gracias a la frontera con Rusia, la RPD y la RPL tienen una retaguardia segura y reciben ayuda humanitaria y militar. La anexi¨®n de Crimea y la guerra h¨ªbrida en Donb¨¢s influyen de forma desestabilizadora sobre los conflictos congelados. La situaci¨®n econ¨®mica en el Transdni¨¦ster es catastr¨®fica al desplomarse el comercio con Ucrania, pa¨ªs que, adem¨¢s, bloque¨® su frontera para los varones adultos ciudadanos de Rusia. M¨¢s de 100.000 residentes en el Transdni¨¦ster tienen pasaportes rusos y muchos se ven obligados a emigrar.
En conjunto, la poblaci¨®n de Abjazia, Osetia del Sur y el Transdni¨¦ster no llega a los 900.000 habitantes, mientras la de Donb¨¢s superaba los 6,5 millones antes del conflicto y ¡ªpese al ¨¦xodo y el control limitado del territorio por los separatistas¡ª los afectados por un nuevo conflicto congelado son millones y no por centenares de miles. Tanto el Transdni¨¦ster como Donetsk reciben el gas ruso gratis con una diferencia. El Transdni¨¦ster se aprovecha de su posici¨®n geogr¨¢fica y lo hace a costa de los suministros a Moldavia, mientras Donetsk lo hace a costa de Ucrania, porque el nudo principal de distribuci¨®n del gas ruso en la zona est¨¢ bajo el control de Kiev. Los separatistas de la RPD y la RPL no tienen recursos para pensiones y sueldos. Anualmente Mosc¨² da a Abjazia 350 millones de d¨®lares (280 millones de euros) de balde y en total gasta 20.000 millones de d¨®lares (16.000 de euros) en apoyar a los ¡°amigos¡±, seg¨²n Vlad¨ªmir Rizhkov, ex vicejefe de la Duma Estatal de Rusia. Reconstruir Donetsk y Lugansk costar¨¢ entre 8.000 millones y 10.000 millones de d¨®lares y Crimea saldr¨¢ por 4.000 a 6000, dec¨ªa el pol¨ªtico. Rusia debe decidir si paga esas facturas, pese a la crisis econ¨®mica y las sanciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Pilar Bonet](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F20305dc5-7626-4aae-ba59-6e4ab29f2aac.png?auth=637102860dc774e4edecc8d35394dc6e08d620e804b66b7dbdb83c18f1a37160&width=100&height=100&smart=true)