¡°Mi objetivo es tener un Estado palestino¡±
Se dispone a estrenarse como jefa de la diplomacia europea con un viaje a Oriente Pr¨®ximo
El primer cambio que ha adoptado la nueva jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, al tomar posesi¨®n ha sido trasladar su despacho desde el Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior, m¨¢s representativo de los Estados miembros, a la Comisi¨®n Europea, el brazo ejecutivo de la UE. Aunque son pocos los metros que separan ambos edificios en el barrio europeo de Bruselas, la decisi¨®n est¨¢ cargada de simbolismo: Mogherini quiere que la pol¨ªtica exterior europea deje de ser una cacofon¨ªa de 28 voces para confluir en una sola. Como antigua ministra italiana de Exteriores, sabe que la tarea no resultar¨¢ sencilla.
Consciente de que forjar esa voz europea requiere buenas dosis de proyecci¨®n p¨²blica, Mogherini se estren¨® el lunes en el cargo con una larga entrevista a seis diarios europeos, entre ellos EL PA?S. ¡°Es lo primero que hago hoy¡±, explica en su nuevo despacho, cuyo ¨²nico adorno se limita, por el momento, a un ramo de flores. Todo el equipo de la Comisi¨®n Europea capitaneado por Jean-Claude Juncker ¡ªy la alta representante como figura a medio camino entre el Ejecutivo y las capitales¡ª tom¨® el relevo el pasado s¨¢bado.
La jefa de la diplomacia cree que puede marcar una diferencia en la pol¨ªtica europea hacia Oriente Pr¨®ximo. Sin referirse a su antecesora, Catherine Ashton, Mogherini transmite voluntad de reformular por completo el perfil de su cargo. ¡°Por primera vez siento que hay una necesidad de que la Uni¨®n Europea est¨¦ presente all¨ª para que haya avances. Puede que no haya sido as¨ª en el pasado, pero la pol¨ªtica exterior europea tiene ah¨ª un enorme potencial y es uno de los ¨¢mbitos en los que puede ser f¨¢cil hablar con una sola voz¡±.
Los sucesivos fracasos que han obtenido las pol¨ªticas de paz en la regi¨®n han impulsado a algunos pa¨ªses a trascender las directrices comunitarias. Suecia se convirti¨® la semana pasada en el primer pa¨ªs de la UE que reconoce a Palestina como Estado. Pocos d¨ªas antes, el Parlamento brit¨¢nico y el Senado irland¨¦s hab¨ªan pedido lo mismo a sus primeros ministros. Mogherini no esconde sus preferencias, pero resta importancia al gesto del reconocimiento. A la pregunta de si aspira a lograr ese reconocimiento en sus cinco a?os de mandato, responde: ¡°Mi objetivo ser¨ªa tener un Estado palestino¡±.
Para ilustrarlo, utiliza la met¨¢fora del dedo que se?ala la luna: se puede contemplar el dedo, pero lo importante es dirigir la mirada hacia la luna. ¡°Lo interesante no es cu¨¢ntos Estados habr¨¢n reconocido a Palestina en los pr¨®ximos a?os, sino si en cinco a?os tendremos un Estado palestino. Todo lo que sea ¨²til para ese objetivo puede ayudar, pero lo que tenemos que preguntarnos es c¨®mo alcanzar la luna¡±. Esta socialdem¨®crata italiana, que hizo su tesis sobre la relaci¨®n entre pol¨ªtica y religi¨®n en el islam, reconoce cierto agotamiento en la opini¨®n p¨²blica europea por la falta de avances en Oriente Pr¨®ximo. La UE es el principal donante en la regi¨®n, pero su influencia es limitada. ¡°Puede haber una sensaci¨®n de frustraci¨®n entre los contribuyentes europeos, en especial en tiempos de crisis. No se puede ser contribuyente sin ser actor pol¨ªtico¡±, admite.
¡°La situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo es la m¨¢s dif¨ªcil que ha tenido jam¨¢s¡±
El nuevo rostro de la pol¨ªtica exterior europea responde con seguridad y aplomo a las preguntas que The Guardian, S¨¹ddeutsche Zeitung, Le Monde, La Stampa, Gazeta Wyborcza y EL PA?S le plantean durante hora y media. Sin papeles por delante, recurre a la sonrisa cuando detecta alg¨²n apuro en sus respuestas y despacha el escepticismo sobre los logros que puede alcanzar proclamando: ¡°Soy una optimista¡±.
Para no minar ese optimismo, Mogherini elude la cuesti¨®n m¨¢s directa sobre la amenaza que impone el Estado Isl¨¢mico en Oriente Pr¨®ximo y opta por enmarcarla en la situaci¨®n general que vive la regi¨®n, ¡°probablemente la m¨¢s dif¨ªcil que ha experimentado nunca si tenemos en cuenta lo que ocurre en Siria, Irak, L¨ªbano, Egipto, Libia...¡±. Reconoce, eso s¨ª, que la ofensiva del Estado Isl¨¢mico marca un antes y un despu¨¦s en el mundo ¨¢rabe.
Aunque su primer viaje como vicepresidenta europea la lleve a Tel Aviv, Jerusal¨¦n, Gaza y Ramala durante poco m¨¢s de dos d¨ªas, Mogherini sit¨²a en el mismo escalaf¨®n de importancia la crisis de Rusia y Ucrania. En esas dos ¨¢reas sit¨²a las prioridades de su mandato, para el que fue insistentemente impulsada por el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que en febrero de este a?o la nombr¨® titular de Exteriores y en agosto ya logr¨® el aval de los Estados miembros ¡ªpese a las reticencias de algunos de ellos¡ª a su puesto comunitario.
Las primeras cr¨ªticas alud¨ªan a su juventud (tiene 41 a?os, aunque acumula una larga experiencia en pol¨ªticas relacionadas con la UE). No obstante, fue precisamente la actitud de tibieza hacia Rusia lo que le procur¨® numerosas enemistades en el Este europeo, muy fortalecido en el reparto de cargos europeos para esta legislatura. Italia ha sido, junto con Espa?a, el pa¨ªs m¨¢s renuente a castigar econ¨®micamente a Mosc¨² por su papel en el conflicto en Ucrania.
¡°La ofensiva del Estado Isl¨¢mico marca un hito en el mundo ¨¢rabe¡±
Mogherini ha tratado de revertir esa imagen desde que fue elegida para dirigir la diplomacia europea, y ahora admite que la actuaci¨®n del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, pone en peligro los fr¨¢giles acuerdos pol¨ªticos alcanzados el pasado 5 de septiembre, que propiciaron una tregua imperfecta en el este de Ucrania. ¡°Aunque Rusia solo ha hablado de respeto por las llamadas elecciones [que han celebrado los separatistas en el este], no es una se?al muy alentadora. No nos ponemos una venda en los ojos. Puede haber consecuencias pol¨ªticas en las pr¨®ximas semanas; tenemos que evaluar la situaci¨®n con los ministros de Exteriores¡±, concede, en referencia a la validez que otorga Europa a esos acuerdos entre rusos y ucranios firmados en Minsk (Bielorrusia).
Aun as¨ª, Mogherini pide no dar por enterrado el proceso. ¡°Todav¨ªa creo que hay voluntad pol¨ªtica suficiente. Al menos en el lado ucranio. Y tenemos que ver tambi¨¦n si en el lado ruso¡±. Para ello, la alta representante asegura que intentar¨¢ contactar en los pr¨®ximos d¨ªas con Putin, cuya principal ¡ªy casi ¨²nica¡ª interlocutora en este conflicto ha sido la canciller alemana, Angela Merkel. Sobre el mayor castigo que la UE ha infligido a Rusia, las sanciones econ¨®micas que se aplican desde julio, la italiana prefiere no dar muchas pistas: pueden mantenerse, relajarse o endurecerse en funci¨®n de lo que ocurra en el terreno.
Ninguno de los dossieres que la alta representante recibir¨¢ en su mesa resultar¨¢n sencillos, ni siquiera el que implica tratar con Estados Unidos, ¡°el socio m¨¢s relevante para la UE¡±. Mogherini supervisar¨¢ el acuerdo de libre comercio que Bruselas negocia desde hace meses con Washington, con una creciente oposici¨®n en las opiniones p¨²blicas de ambos bloques. ¡°Es crucial firmarlo, por razones pol¨ªticas y econ¨®micas¡±, proclama la alta representante, que conf¨ªa en ver el acuerdo ratificado bajo la Administraci¨®n de Barack Obama.
El dif¨ªcil reto de la inmigraci¨®n
La inmigraci¨®n es uno de los desaf¨ªos que pone a los l¨ªderes europeos contra las cuerdas: si la abordan sin prejuicios, corren el riesgo de ser rechazados por la opini¨®n p¨²blica; si desatienden a los pa¨ªses m¨¢s desfavorecidos, el problema se hace cada vez mayor. Federica Mogherini sabe que los movimientos migratorios tienen implicaciones para la pol¨ªtica de fronteras, pero urge a ofrecer otra aproximaci¨®n: ¡°A largo plazo, son necesarias pol¨ªticas de desarrollo; o consigues que los habitantes de esos pa¨ªses tengan una vida sostenible o siempre habr¨¢ que hacer frente a grandes flujos de inmigrantes, por motivos econ¨®micos o de derechos humanos¡±.
La nueva alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea tiene muy presente la experiencia de su propio pa¨ªs. Tras los naufragios vividos cerca de la isla de Lampedusa hace un a?o, con cientos de extranjeros que intentaban llegar a la UE fallecidos por el camino, Mogherini aboga m¨¢s que nunca por una gesti¨®n europea de los flujos migratorios. ¡°Puede que por razones internas y de comunicaci¨®n no queramos reconocerlo, pero entonces tendremos que afrontar las consecuencias. Lo vemos en el Mediterr¨¢neo. Es mejor ir a la ra¨ªz del problema: es m¨¢s barato y m¨¢s eficaz. Tenemos que encontrar el tiempo y la energ¨ªa para hacer de esto un discurso europeo¡±.
M¨¢s que falta de tiempo, Mogherini encontrar¨¢ resistencias en los Estados miembros, que por un lado reducen sus presupuestos de cooperaci¨®n para ahorrar y por otro dedican m¨¢s dinero a fortificar sus fronteras, como ha hecho Espa?a en Ceuta y Melilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.