¡°Ahora votamos mejor¡±

La primera vez que vot¨®, gobernaba en M¨¦xico el general L¨¢zaro C¨¢rdenas. Guadalupe Portillo ya no recuerda a qui¨¦n votaba por entonces. El pol¨ªtico m¨¢s antiguo que le viene a la mente, con ayuda de su hija, es el presidente Miguel Alem¨¢n (1946-1952). Y bastante recuerda. Guadalupe Portillo tiene 102 a?os y el pasado martes vot¨® de nuevo por primera vez, ahora como ciudadana de Estados Unidos, en su barrio del este de Los ?ngeles. Mar¨ªa Guadalupe Zaragoza, su nombre de soltera, naci¨® en 1912 en Autl¨¢n, un pueblo de Jalisco que est¨¢ ¡°yendo hacia Barra de Navidad¡±. En su infancia no hab¨ªa coches. ¡°Se andaba a caballo o en burro¡±. Se cas¨® a los 22 a?os con V¨ªctor Portillo. Tuvieron siete hijos. ?l era funcionario de Hacienda. Ella fue ama de casa toda la vida, pero no se conformaba. Una amiga la llev¨® a Los ?ngeles en 1962 por primera vez. Se qued¨® un mes y trabaj¨® en una f¨¢brica de camisas. Desde entonces, estuvo yendo y viniendo de M¨¦xico a Los ?ngeles una vez al a?o para trabajar un mes y ahorrar dinero. Despu¨¦s, ¡°viendo que all¨ª hab¨ªa trabajo¡±, fue animando a sus hijos a que hicieran su vida en California.

Enviud¨® en 1968. Se mud¨® definitivamente a Los ?ngeles en 1972, con su hija Alicia. Pasaron los a?os y los cinco hijos que viven en Estados Unidos se fueron haciendo ciudadanos. ¡°Todos se arreglaban, y la ¨²ltima yo¡±. Alicia, de 73 a?os, dice que es porque su madre no paraba quieta. Siempre andaba viajando de Los ?ngeles a Guadalajara a ver a la familia y nunca acababa de cumplir los requisitos de estancia en el pa¨ªs para obtener la ciudadan¨ªa. As¨ª pasaron cuatro d¨¦cadas. Finalmente, Guadalupe Portillo se hizo ciudadana de Estados Unidos el 27 de septiembre de 2013. ¡°Fue muy emocionante¡±.

En M¨¦xico votaba, pero all¨ª no lo toman en serio el voto, as¨ª que yo tampoco. Ahora he visto que es muy importante. Les aconsejo que voten

Portillo es una mujer menuda y arreglada que se mueve por su casa con un andador de ruedas a una velocidad sorprendente. Conserva una buena voz y oye m¨¢s de lo que parece tras la mesa con mantel de ganchillo. Quiere contar que viaj¨® a Espa?a hace 40 a?os, cuando ya se hab¨ªa jubilado. Recuerda de aquel viaje que visit¨® Barcelona, bebi¨® cerveza en jarra y vio un espect¨¢culo flamenco. ¡°H¨ªjole, qu¨¦ bonito¡±. A?os despu¨¦s, hizo otro viaje a Europa en el que visit¨® ocho pa¨ªses. ¡°Eran muy chiquitos¡±.

Su casa est¨¢ abarrotada de vitrinas de recuerdos. Pero ella est¨¢ muy emocionada con una bandera de Estados Unidos, plegada a la manera oficial, en forma de tri¨¢ngulo, que luce en medio del sal¨®n. Se la regal¨® el martes el congresista Xavier Becerra, dem¨®crata de origen mexicano que representa al centro de Los ?ngeles, como homenaje por votar por primera vez. ¡°?Ha visto qu¨¦ bonita la bandera?¡±, repite varias veces.

Portillo se convirti¨® en ciudadana de EE UU a la edad de 101 a?os, en septiembre del a?o pasado

¡°Ahora votamos mejor¡±, dice Portillo. ¡°En M¨¦xico votaba, pero all¨ª no lo toman en serio el voto, as¨ª que yo tampoco. Ahora he visto que es muy importante. Les aconsejo que voten¡±. El martes, despu¨¦s de depositar la papeleta, fue con su hija Alicia a comer a un restaurante. ¡°Yo les dec¨ªa a todos: ¡®voten¡¯, ¡®?han ido ya a votar?¡±. ¡°Pero parece que no vali¨®¡±, dice. Ella vot¨® dem¨®crata y, aunque en California los dem¨®cratas han logrado mantener todos los puestos constitucionales, Portillo ve en las noticias que han ganado los republicanos. Ella cree que hab¨ªa que votar dem¨®crata ¡°por esas criaturas que est¨¢n esperando a sus padres en la frontera¡±, los ni?os indocumentados que han llegado en masa a EE UU este verano.

Portillo vive en un segundo piso de una casa antigua en una loma de Lincoln Heights, un barrio de profunda identidad mexicana. Desde su balc¨®n se contempla una vista privilegiada de la ciudad, desde los puertos al sur hasta el cartel de Hollywood al norte, con los rascacielos del centro justo enfrente. Ahora que ha bajado el sol, es la hora en que sale al balc¨®n y se sienta ¡°a ver pasar los aviones¡±. Pero antes, no va a dejar al visitante que se vaya de su casa sin decirle una vez m¨¢s: ¡°?Ha visto qu¨¦ bonita la bandera?¡±.