La nueva Alemania celebra su ¨¦xito
El pa¨ªs que se reunific¨® hace 24 a?os quiere asumir un mayor papel en el exterior
Un ruido de cl¨¢xones intermitente inund¨® a media tarde del pasado viernes algunas calles del centro pol¨ªtico berlin¨¦s, donde se concentran el Bundestag (la C¨¢mara Baja del Parlamento alem¨¢n) y la canciller¨ªa. Conductores que sal¨ªan de trabajar celebraban con estos pitidos el 25 aniversario de uno de los d¨ªas m¨¢s alegres que recuerdan los ciudadanos: cuando cay¨® el Muro que les separ¨® durante d¨¦cadas. Entre ese archifamoso 9 de noviembre y la reunificaci¨®n de las dos Alemanias pasaron tan solo 11 meses. Desde entonces, el pa¨ªs que tras el desastre del nacionalsocialismo se acostumbr¨® a la modestia ha ido ganando peso, hasta convertirse en la potencia indiscutible que es hoy en Europa.
24 a?os de unidad
- Al entrar en la econom¨ªa de mercado, los alemanes del Este sufrieron un golpe de realidad. La tasa de desempleo se acerc¨® a finales de los noventa y principios del siglo XXI al 18%. Hoy, el paro en la antigua RDA ronda el 10%, lejos a¨²n del 6% occidental.
- Los Estados de Alemania del Este experimentaron a principios de los noventa un 'boom' econ¨®mico con tasas de crecimiento del PIB superiores al 10%. En los ¨²ltimos a?os, la econom¨ªa de la parte occidental vuelve a crecer m¨¢s que la oriental.
- El ¨¦xodo experimentado en los Estados del Este desde la reunificaci¨®n se ha detenido.Por primera vez, llegan ya m¨¢s ciudadanos alemanes a la antigua RDA (incluido Berl¨ªn) de los que salen.
- La renta disponible de un hogar en el Oeste ronda los 21.000 euros, mientras que esta cifra en el Este no llega a los 18.000; pero en 1991 estaba en torno a los 7.000.
Berl¨ªn no solo se siente c¨®modo en el terreno en el que siempre ha sido fuerte, el econ¨®mico. Tambi¨¦n aspira a una mayor proyecci¨®n exterior. Hace tiempo que l¨ªderes como el presidente de la Rep¨²blica, el democristiano Joaquim Gauck, o el ministro de Asuntos Exteriores, el socialdem¨®crata Frank-Walter Steinmeier, insisten en la necesidad de que Alemania asuma una mayor responsabilidad en la resoluci¨®n de conflictos internacionales tan variados como el de Ucrania, la yihad que opera en Irak y Siria o la lucha contra el ¨¦bola en ?frica. ¡°El Gobierno de socialdem¨®cratas y verdes ya rompi¨® un tab¨² en 1999 al participar en la operaci¨®n militar en Kosovo. Pero el peso de Alemania ha aumentado y el pa¨ªs ha llegado a la conclusi¨®n de que hace falta un compromiso mayor, como mostr¨® al suministrar armas a los kurdos que luchan contra Estado Isl¨¢mico¡±, subraya el historiador J¨¹rgen Kocka, presidente em¨¦rito del Centro de Investigaci¨®n Social de Berl¨ªn.
Cuenta Stefan Cornelius en su biograf¨ªa de Angela Merkel La canciller y su mundo que al inicio de su carrera pol¨ªtica en la Alemania unificada, la reci¨¦n nombrada ministra de Mujer y Juventud brome¨® en una ocasi¨®n con los periodistas sobre la mala nota que hab¨ªa recibido su trabajo de doctorado sobre marxismo-leninismo. Cuando vio que las informaciones se centraban en la paradoja de una l¨ªder democristiana especializada en teor¨ªa comunista, enfureci¨® porque los periodistas hab¨ªan ignorado el hecho de que en la RDA estos estudios eran obligatorios. La joven f¨ªsica que tuvo que aprender las bases del marxismo-leninismo hizo entonces gala de una de las cualidades que le ayudar¨ªan a llegar a lo m¨¢s alto de la pol¨ªtica: la capacidad de adaptaci¨®n.
Es ese pragmatismo el que ha permitido a Merkel beneficiarse de la reforma del Estado de bienestar impulsada por su antecesor, Gerhard Schr?der ¡ªy que parad¨®jicamente le cost¨® a este el puesto¡ª; haber pactado Gobiernos de coalici¨®n primero con los socialdem¨®cratas del SPD, luego con los liberales y de nuevo con el SPD... y haber salido de cada una de estas experiencias m¨¢s fuerte. Este pragmatismo es, al fin, lo que ha permitido a la canciller bailar siempre a gusto del votante medio, aunque ello implique dar giros de 180 grados como renunciar a la energ¨ªa nuclear tras la cat¨¢strofe de Fukushima o haber aceptado en esta legislatura el salario m¨ªnimo que tanto critic¨® durante la campa?a electoral. ¡°En muchas cuestiones ha faltado una estrategia clara¡±, resume Ulrike Gu¨¦rot, directora del Laboratorio sobre Democracia Europea.
La capacidad de adaptaci¨®n explica tambi¨¦n el ¨¦xito de la econom¨ªa alemana en estos a?os. Tras gastar m¨¢s de dos billones de euros en la reunificaci¨®n, seg¨²n una estimaci¨®n de la Universidad Libre de Berl¨ªn, las diferencias entre los dos pa¨ªses separados hasta 1990 se han reducido considerablemente. La tasa de paro del Este ha descendido hasta el 10%, el m¨ªnimo desde la reunificaci¨®n, pero a¨²n sigue lejos del 6% del Oeste. Alemania disfruta de un envidiable mercado laboral y el Gobierno se enorgullece de no tener que pedir prestado por primera vez en d¨¦cadas. El ¨¦xito germano, sin embargo, se ha hecho a costa de una reforma del Estado del bienestar y de un elevado volumen de minijobs (7,8 millones el a?o pasado).
La crisis del euro ha servido para mostrar el poder¨ªo alem¨¢n, que ha acabado con el tradicionalmente equilibrado eje Par¨ªs-Berl¨ªn que sol¨ªa prevalecer en la UE. Pero mientras la primera econom¨ªa del euro sal¨ªa fortalecida y se beneficiaba incluso de unos intereses en m¨ªnimos hist¨®ricos, los pa¨ªses del Sur se han resentido ante una pol¨ªtica de austeridad dictada desde Berl¨ªn y ejecutada en Bruselas. ¡°A Merkel le ha funcionado muy bien su estrategia de adaptarse y ofrecer a los alemanes lo que deseaban. El problema es que, como siempre, se ha movido en funci¨®n de lo que le piden sus ciudadanos, pero sin tener en cuenta que sus decisiones no afectan solo a Alemania, sino a toda Europa¡±, cierra Ulrike Gu¨¦rot.
Gorbachov alerta de una nueva guerra fr¨ªa
Mija¨ªl Gorbachov, ¨²ltimo l¨ªder de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, est¨¢ este fin de semana en Berl¨ªn para participar en el 25 aniversario de la ca¨ªda del Muro, un acontecimiento en el que ¨¦l tuvo una importancia capital. El hombre que con su pol¨ªtica aperturista desde Mosc¨² permiti¨® los cambios en Europa del Este alert¨® ayer de los riesgos de un enfrentamiento con Rusia. ¡°El mundo se encuentra al borde de una nueva guerra fr¨ªa. Algunos dicen incluso que ya ha comenzado¡±, se?al¨®. Gorbachov pidi¨® di¨¢logo con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, quien, seg¨²n dijo, ¡°desea encontrar una v¨ªa para rebajar las tensiones y construir una nueva base para la cooperaci¨®n¡±. Tambi¨¦n participar¨¢n en los festejos el expresidente polaco, Lech Walesa, el presidente alem¨¢n, Joaquim Gauck, y la canciller Angela Merkel.
El momento m¨¢s emocionante de las celebraciones llegar¨¢ hoy a las siete de la tarde, cuando salgan disparados hacia el cielo los cerca de 7.000 globos luminosos ¡ªestaba previsto que fueran 8.000, pero hubo que retirar algunos porque estaban da?ados¡ª distribuidos a lo largo de 15 kil¨®metros que hasta 1989 formaban parte de la frontera de la verg¨¹enza. Mientras vuelan, se oir¨¢ el ¨²ltimo movimiento de la Novena Sinfon¨ªa de Ludwig van Beethoven, el Himno de la Alegr¨ªa, que es a la vez el himno de la Uni¨®n Europea.
La huelga de ferrocarriles que amenazaba una celebraci¨®n que espera a dos millones de personas termin¨® ayer. La gran fiesta que Berl¨ªn ha preparado bajo el lema de "Valor para la libertad" se celebrar¨¢ en la Puerta de Brandeburgo. All¨ª actuar¨¢ la Staatskapelle dirigida por Daniel Barenboim, as¨ª como Peter Gabriel, que interpretar¨¢ la canci¨®n Heroes, compuesta por David Bowie en 1977 cuando viv¨ªa en Berl¨ªn occidental, y otros m¨²sicos alemanes, como Udo Lindenberg, que escribi¨® en 1983 Tren especial a Pankow (un barrio de Berl¨ªn oriental).
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