Obama pone fin a seis a?os de promesas incumplidas
El presidente lleva prometiendo una reforma migratoria desde que era candidato, en 2008
?Qu¨¦ tienen en com¨²n cerrar Guant¨¢namo y la reforma migratoria? Los dos son proyectos que Barack Obama prometi¨® en los primeros 12 meses de su mandato pero que, transcurridos casi seis a?os en la Casa Blanca, siguen a¨²n con el sello de ¡°pendientes¡±.
Con el anuncio de acciones ejecutivas que proteger¨¢n de la deportaci¨®n, aunque sea solo temporalmente, a hasta cinco millones de indocumentados, el presidente dem¨®crata trata al menos de paliar la falta de acci¨®n legislativa en uno de los pilares en que habr¨ªa querido que repose su legado cuando, en 2017, concluya su mandato.
¡°Los votantes latinos apoyaron a este presidente no una, sino en dos ocasiones¡±, recuerda Maribel Hastings, de America¡¯s Voice, una de las organizaciones que m¨¢s fuerte ven¨ªa pidiendo una acci¨®n unilateral de Obama. ¡°La comunidad latina e inmigrante ha sufrido en carne propia los efectos de la maquinaria de deportaciones bajo esta presidencia y en tanto puede concretarse una reforma migratoria, lo justo es que se gire una orden ejecutiva que los beneficie a ellos y al pa¨ªs¡±, sostiene. Al fin y al cabo, a?ade, ¡°una promesa es una promesa¡±.
Y promesas no faltaron con Obama.
¡°Puedo garantizar que tendremos, en el primer a?o, una propuesta de ley migratoria que pueda apoyar de forma decidida¡±, proclamaba en 2008 el entonces todav¨ªa candidato dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos.
Cuatro a?os m¨¢s tarde -y cero reforma migratoria despu¨¦s- volv¨ªa a colocar este tema como su principal prioridad legislativa de cara a su segundo mandato, igual que la reforma sanitaria en la que tanto capital pol¨ªtico gast¨® lo fue en el primero.
¡°Arreglar nuestro quebrado sistema migratorio es una alta prioridad. presentar¨¦ legislaci¨®n durante el primer a?o para lograrlo¡±, promet¨ªa una vez m¨¢s Obama tras lograr la reelecci¨®n en noviembre de 2012. Una victoria que obtuvo, en buena parte, gracias al voto hispano que reaccion¨® muy bien a su decisi¨®n -el precedente de este paso que da ahora- de conceder unos meses antes un permiso temporal a algunos j¨®venes indocumentados, los denominados dreamers.
Dos a?os despu¨¦s, segu¨ªa sin embargo sin una iniciativa legislativa migratoria sobre su mesa en el Despacho Oval. Harto, en junio Obama anunci¨® que actuar¨ªa por su cuenta para paliar con medidas ejecutivas la falta de movimiento en el Congreso. ¡°Antes del final del verano¡±, fue la nueva fecha l¨ªmite prometida, que sin embargo acab¨® por retrasar hasta despu¨¦s de las elecciones legislativas de noviembre que acabaron poniendo las dos c¨¢maras del Congreso en manos de la oposici¨®n republicana.
¡°Frustrado¡± es el adjetivo que m¨¢s usan los que han trabajado de cerca con el presidente en este campo cuando se les pide que definan c¨®mo se siente Obama respecto a sus intentos de lograr cambios en el sistema migratorio de un pa¨ªs donde m¨¢s de 11 millones de personas viven sin papeles.
Frustrado por confiar en que el Congreso actuar¨ªa cuando todav¨ªa los dem¨®cratas ten¨ªan la mayor¨ªa en las dos c¨¢maras (hasta 2011). Frustrado por haber visto c¨®mo la ambiciosa propuesta de ley migratoria que el Senado aprob¨® con apoyo bipartidista en junio de 2013 acab¨® languideciendo en la c¨¢mara baja donde los republicanos impidieron su votaci¨®n. Frustrado por las presiones de los activistas que le exig¨ªan el tipo de acci¨®n ejecutiva que ahora ha hecho, pero que durante a?os asegur¨® que no estaba en sus manos ordenar. Y frustrado por las recriminaciones de estos grupos, que lo llegaron a llamar ¡°deportador en jefe¡±, algo que quienes lo conocen dicen que le doli¨® profundamente.
Sobre todo porque, para Obama, resolver la cuesti¨®n migratoria es algo que va m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, asegura Luis Miranda, que fue su portavoz ante los medios hispanos desde el comienzo de su mandato hasta 2013.
¡°?l siente esto a un nivel muy personal¡±, asegura. Obama ¡°es, en cierta manera, inmigrante, porque su padre era un estudiante extranjero (de Kenia) y ¨¦l vivi¨® en Indonesia varios a?os¡±, recuerda Miranda. Vivir en el extranjero y regresar a EE UU cuando a¨²n era un ni?o le hace ¡°entender lo que sienten los inmigrantes¡±.
¡°Eso es importante, es una experiencia distinta, ¨¦l tuvo que ajustarse a volver a vivir aqu¨ª despu¨¦s de estar en otro pa¨ªs durante tanto tiempo. Y siente muy a nivel personal ese impacto¡±, asegura quien vivi¨® en primera persona las negociaciones migratorias.
Obama siente la inmigraci¨®n a un nivel muy personal Luis Miranda, portavoz ante los medios hispanos hasta 2013
Como muestra de ese nivel de compromiso, Miranda, que lleg¨® a EE UU como menor indocumentado desde Colombia y obtuvo la ciudadan¨ªa gracias a la reforma de Ronald Reagan, apunta a la experiencia personal tanto suya como de otros miembros del equipo del presidente.
En reuniones para discutir con activistas la reforma migratoria, ¡°yo les dec¨ªa: miren de qui¨¦n se ha rodeado el presidente, yo, que soy ciudadano hace no mucho, (la exactivista y ahora asesora de Obama en pol¨ªtica interior) Cecilia Mu?oz, que ha estado luchando por los inmigrantes m¨¢s de dos d¨¦cadas¡ Es importante ver la gente de la que se rodea, porque le muestra a uno un poquito la perspectiva que tiene ¨¦l¡±, afirma Miranda.
¡°Claramente no logramos todo lo que quer¨ªamos lograr, pero no fue por falta de intentarlo¡±, subraya.
Dicho lo cual, Miranda reconoce fallos en la estrategia del presidente, el ¨²ltimo de ellos, en su opini¨®n, no haber explicado bien -y a tiempo- el motivo de retrasar la acci¨®n ejecutiva hasta el jueves. Pese a ello sin embargo, est¨¢ seguro de que el paso dado ahora por Obama ayudar¨¢ a su legado -¡°para cualquier presidente ser¨ªa dif¨ªcil revertir las acciones administrativas que (Obama) est¨¢ tomando ahora¡±, sostiene- ante los hispanos. Adem¨¢s de que no le vendr¨¢ mal al aspirante dem¨®crata a sucederle en la Casa Blanca dentro de dos a?os.
Algo en lo que coincide Hastings. ¡°Las ¨®rdenes ejecutivas de 2014 pueden resultar no solo en buena pol¨ªtica p¨²blica, sino en una buena estrategia pol¨ªtica que sin duda puede rendir frutos en los esfuerzos dem¨®cratas de consolidar el voto latino de cara a las presidenciales de 2016¡±.
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