Obama: ¡°La inmigraci¨®n es lo que nos define como pa¨ªs¡±
El presidente de EE UU defiende su acci¨®n ejecutiva de evitar las deportaciones
Barack Obama parti¨® esta noche las aguas y avanz¨® en una direcci¨®n que no deseaba pero que result¨® ser la ¨²nica senda abierta para salvar parte de la palabra comprometida con un grupo que representa el 17% de la poblaci¨®n de Estados Unidos: 54 millones, m¨¢s de 25 con derecho a voto. Con su decisi¨®n de dar la espalda a un Congreso que ha lastrado su presidencia y que le ha condenado a no firmar ninguna ley de calado a excepci¨®n de la reforma sanitaria- que sigue sufriendo embates-, el presidente de Estados Unidos pon¨ªa fin a una batalla para iniciar la guerra.
Con frustraci¨®n maquillada de elegancia, Obama se dirigi¨® a la naci¨®n en un simb¨®lico horario de m¨¢xima audiencia, simb¨®lico ya que ninguna de las tres grandes cadenas de televisi¨®n opt¨® por ofrecer el discurso presidencial en una noche ¨Cla del jueves- cargada de series y espect¨¢culos millonarios en d¨®lares, publicidad y espectadores. Tan solo Univisi¨®n retransmiti¨® en directo las palabras del mandatario, para lo que tuvo que dar el alto durante 14 minutos y 57 segundos a la retransmisi¨®n de los Grammys Latinos ¨Cas¨ª se hace historia-.
Como si de un corrido se tratara, el presidente cont¨® una historia. La historia de un pa¨ªs que desde hace m¨¢s de 200 a?os tiene la tradici¨®n de recibir inmigrantes de todas las partes del mundo, lo que beneficia a Estados Unidos. "La inmigraci¨®n nos define como pa¨ªs", dijo Obama. Y como en todo buen corrido, hubo partes tr¨¢gicas, amores no correspondidos, l¨¢grimas y hasta moraleja.
El presidente record¨® que este pa¨ªs, la naci¨®n que fue creada por gentes llegadas de fuera, tiene hoy su sistema de inmigraci¨®n roto, con 11 millones de personas viviendo en las sombras. ¡°Cuando llegu¨¦ a la Casa Blanca me compromet¨ª a arreglar el sistema¡±, dijo Obama, que abri¨® la exposici¨®n de la narraci¨®n refiri¨¦ndose a la seguridad de la frontera, para neutralizar, de entrada, a quienes creen que con la palabra emigrante solo rima delincuencia. ¡°Durante los ¨²ltimos seis a?os, las entradas ilegales se han reducido a la mitad¡±, inform¨® el hombre que, adem¨¢s, ha sido calificado por los activistas proinmigraci¨®n como ¡°deportador en jefe¡±.
En este punto, Obama hizo una referencia a la grave crisis humanitaria vivida en la frontera el pasado verano tras la llegada a EEUU de miles de menores sin compa?¨ªa de un adulto. ¡°Sin embargo, el n¨²mero de gente que intenta cruzar la frontera de forma ilegal se encuentra hoy en su nivel m¨¢s bajo desde la d¨¦cada de los setenta¡±, matiz¨® Obama.
Recurriendo entonces a sus dotes m¨¢s did¨¢cticas, propiciando un ¡®in crescendo¡¯ y tras declarar que el Congreso se hab¨ªa convertido en un muro infranqueable para su ambiciosa ley de reforma ¨Cque hubiera abierto el camino a la ciudadan¨ªa para millones de indocumentados-, Obama dijo que como presidente ten¨ªa la autoridad para tomar acciones ejecutivas y eso es lo que iba a hacer.
-¡°Primero, seguiremos dotando a la frontera de m¨¢s recursos¡±.
El presidente record¨® que este pa¨ªs, la naci¨®n que fue creada por gentes llegadas de fuera, tiene hoy su sistema de inmigraci¨®n roto, con 11 millones de personas viviendo en las sombras
-¡°Segundo, se har¨¢ m¨¢s sencillo para los inmigrantes con estudios, empresarios y de alto perfil quedarse y contribuir a nuestra econom¨ªa¡±.
-¡°Tercero, daremos los pasos necesarios para tratar de forma responsable con los millones de inmigrantes sin papeles que ya viven en nuestro pa¨ªs¡±.
El tercer punto es en el que el presidente quiso extenderse. Fue ese el asunto en el que se transform¨®, de repente, en el profesor Obama. Aunque antes de hacerlo, se visti¨® el traje de hombre de consenso y record¨® las palabras que sol¨ªa decir quien antes ocup¨® su cargo respecto a los inmigrantes que hacen posible el d¨ªa a d¨ªa de EEUU. ¡°Como dijo una vez mi predecesor, el presidente Bush: ¡°Son parte de la vida americana¡±.
Obama concentr¨® el nudo de su acci¨®n ejecutiva como sigue: ¡°Si usted ha estado en Am¨¦rica durante m¨¢s de cinco a?os; si usted tiene hijos que son ciudadanos americanos o residentes legales; si usted se registra, pasa un control de antecedentes y est¨¢ dispuesto a pagar una parte justa de los impuestos que le corresponden; usted podr¨¢ quedarse en este pa¨ªs de forma temporal, sin miedo a ser deportado. Usted puede salir de las sombras y hacer las paces con la ley¡±.
No hubo acompa?amiento musical. Pero Obama acababa de abrir la madre de todas las batallas, la cruzada que puede llevar a que en poco m¨¢s de dos semanas los republicanos amenacen con un nuevo cierre del Gobierno como represalia por su actuaci¨®n. Quedaba sobre la mesa el asunto que definir¨¢ los dos pr¨®ximos a?os y que entrar¨¢ en el primero de quien sea el nuevo mandatario de EEUU en 2017.
Se que muchos de los que critican la acci¨®n que estoy tomando lo llaman amnist¨ªa. Pues bien, no lo es¡± Barack Obama
Era consciente de ello. Lo sabe. Raz¨®n por la que contraatac¨® con su habitual dosis de bipartidismo y memoria hist¨®rica. ¡°Las acciones que estoy tomando no s¨®lo son legales, son los tipos de medidas adoptadas por cada presidente republicano y cada presidente dem¨®crata durante el ¨²ltimo medio siglo. Y para aquellos miembros del Congreso que cuestionan mi autoridad para hacer que nuestro sistema de inmigraci¨®n funcione mejor, o cuestione mi juicio de actuar en donde el Congreso ha fallado, yo tengo una respuesta: Aprueben una ley¡±.
Estaba todo dicho. Obama acababa de poner la pelota en la cancha republicana. Hab¨ªa movido ficha. Se hab¨ªa rebelado ante la inacci¨®n e incluso pregunt¨® si acaso EEUU era una naci¨®n que toleraba la hipocres¨ªa, dejando que trabajadores ilegales recogieran la fruta e hicieran las camas mientras se miraba para otro lado.
¡°Se que muchos de los que critican la acci¨®n que estoy tomando lo llaman amnist¨ªa¡±, dijo el presidente. ¡°Pues bien, no lo es¡±, sentenci¨®. ¡°Amnist¨ªa es el sistema que tenemos hoy, en el que millones de personas viven aqu¨ª sin pagar impuestos o estar al d¨ªa con la ley, mientras los pol¨ªticos usan el asunto para asustar a la gente y obtener votos en las elecciones¡±.
¡°Esa es la verdadera amnist¨ªa, dejar el sistema como est¨¢, roto¡±, continu¨®, dominando ya a la audiencia que a las puertas de la Casa Blanca le daba las gracias con pancartas.
¡°La amnist¨ªa general ser¨ªa injusta. La deportaci¨®n total ser¨ªa a la vez imposible y contraria a nuestro car¨¢cter como naci¨®n. Lo que estoy describiendo es responsabilidad, abordar el tema con sentido com¨²n y llegando a un justo medio: Si usted cumple con los criterios, puede salir de las sombras y estar dentro de la ley. Si usted es un criminal, sera deportado. Y sepa que si est¨¢ pensando en entrar en EEUU ilegalmente, han aumentado las posibilidades de que sea capturado y enviado de regreso¡±.
Si Obama fuera hombre de Ej¨¦rcito, la moraleja habr¨ªa sido: ¡°Se?ores republicanos, se han metido con el marine equivocado¡±.
¡°Gracias, presidente Obama¡±
A Henry Hern¨¢ndez no le cab¨ªa la noche del jueves la sonrisa en la cara. Pese al intenso fr¨ªo, permaneci¨® apostado frente a la Casa Blanca mientras el presidente estadounidense Barack Obama anunciaba las medidas ejecutivas que regularizar¨¢n temporalmente a casi cinco millones de indocumentados. Entre sus manos enguantadas aferraba una bandera estadounidense y una vela.
¡°Es una alegr¨ªa, una emoci¨®n, una felicidad, estamos muy agradecidos al presidente Obama¡±, se?al¨® este ¡°orgullosamente¡± guatemalteco que ¡°como millones¡± de personas vive indocumentado en el pa¨ªs y que espera poder beneficiarse de la acci¨®n ejecutiva decretada por el mandatario dem¨®crata a falta de acci¨®n en el Congreso.
Junto a ¨¦l, alrededor de un centenar de inmigrantes y activistas acudieron la noche del jueves a celebrar frente a la residencia de Obama el anuncio que llevaban a?os esperando. El mensaje lo resum¨ªan en las pancartas que agitaban entre gritos de ¡°?s¨ª se pudo!¡± y ¡°?lo logramos!¡±: ¡°Gracias, presidente Obama¡±, era el mensaje un¨¢nime de los carteles.
¡°Nos sentimos halagados y le damos gracias al presidente. ?Lo hemos esperado por tanto tiempo!¡±, exclamaba Nelson, un salvadore?o que logr¨® hace apenas un mes la ciudadan¨ªa, pero que quiso acercarse a la Casa Blanca para mostrar solidaridad con tantos compatriotas que a¨²n esperan sus papeles.
Tanto ¨¦l como Hern¨¢ndez son conscientes de que las medidas de Obama no son m¨¢s que un paliativo y que la verdadera acci¨®n debe producirse en el Congreso, el ¨²nico capaz de redactar una ley migratoria integral.
As¨ª lo expresaba tambi¨¦n desde las redes sociales alguien que podr¨ªa tener que acabar el camino ahora abierto por Obama, su ex secretaria de Estado y potencial candidata presidencial dem¨®crata Hillary Clinton.
¡°Gracias POTUS (acr¨®nimo de presidente de EE UU) por tomar la acci¨®n frente la inacci¨®n. Ahora es tiempo de una reforma permanente bipartita¡±, tuite¨® Clinton.
Desde la Casa Blanca, los activistas promet¨ªan que tambi¨¦n seguir¨¢n ¡°en la lucha¡± hasta que el Congreso responda. ¡°Pero por lo menos esta noche vamos a celebrar¡±, se?al¨® Nelson.
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