La polic¨ªa interroga a la joven holandesa rescatada en Siria
El fiscal cree que la madre, que fue a liberarla, solo pudo llegar a la frontera turco-siria
Aicha, la joven cat¨®lica holandesa convertida al islam que acab¨® viajando a Siria para casarse con un yihadista, est¨¢ siendo interrogada por la polic¨ªa en Maastricht, su ciudad natal. De 19 a?os, su estancia en la c¨¢rcel no supone una condena. Es el procedimiento habitual reservado por las autoridades a los ciudadanos que se han radicalizado y regresan al pa¨ªs. Mientras ella contesta a los agentes apoyada por psic¨®logos, la fiscal¨ªa local ha expresado sus dudas acerca del relato de su rescate. Seg¨²n Monique, la madre, fue dos veces a Siria en auxilio de su hija. La segunda, consigui¨® sacarla de Raqa, ciudad bajo control del grupo yihadista Estado Isl¨¢mico (EI). Su versi¨®n ha sido refrendada por su abogada, Fran?oise Landerloo. Sin embargo, Roger Bos, fiscal general de Maastricht, cree que la progenitora solo pudo llegar a la frontera turco-siria.
La abogada de la familia se ha quejado inmediatamente de que el fiscal acudiera a la televisi¨®n para dar su opini¨®n. ¡°El caso est¨¢ en marcha y a m¨ª no se me permite hablar todav¨ªa. Lo mismo deber¨ªa ocurrir con la fiscal¨ªa¡±, ha dicho. Entretanto, Aicha permanece aislada en una celda mientras relata su historia. La retirada del pasaporte, una de las medidas impuestas por el Gobierno para evitar la salida del pa¨ªs de potenciales yihadistas, ha mostrado serias lagunas legales. A partir de los 14 a?os, es ilegal vivir en Holanda sin un documento de identidad, y por eso se lo devolvieron tras la primera escapada fallida. Como luego no se le prohibi¨® marchar fuera de la UE, desapareci¨®.
A partir de 2015, el Gobierno pretende evitar sucesos similares forzando la prohibici¨®n de los viajes. Tambi¨¦n ha presentado al Parlamento un plan para privar de la nacionalidad holandesa ¡°a los yihadistas que se hayan sumado a un grupo terrorista, hayan sido entrenados en un campo para terroristas, o bien act¨²en all¨ª como instructores¡±. En principio, la medida puede ser efectiva para los holandeses que cuenten con doble nacionalidad. Es el caso, entre otros, de los ciudadanos de origen turco o marroqu¨ª, que conservan siempre la de sus padres. Cuando el radical sea un holand¨¦s aut¨®ctono, las cosas cambian. Quedarse sin Estado es ilegal, de modo que Justicia deber¨¢ aplicar con rigor las medidas adicionales pensadas para contener ¡°la radicalizaci¨®n y el yihadismo¡±. Entre ellas, figura la obligaci¨®n de presentarse peri¨®dicamente en comisar¨ªa, romper el contacto con amigos y redes radicales y trasladarse a vivir a otra ciudad.
La identificaci¨®n de los responsables y usuarios de sitios de Internet dedicados a la propaganda yihadista, ser¨¢ tambi¨¦n obligatoria. En cuanto a los imanes que predican dentro de Holanda, ¡°habr¨¢ reuniones con ellos para que aborden la radicalizaci¨®n de los j¨®venes , y tambi¨¦n la islamofobia, as¨ª como un centro de apoyo para las familias de los yihadistas¡±.
Aicha, que conoci¨® por Internet a su futuro esposo, Omar Yilmaz, un yihadista holand¨¦s de origen turco, consigui¨® escabullirse sin demasiados poblemas. Para cuando viaj¨® a Siria, ya se hab¨ªa convertido al islam m¨¢s extremo y llevaba un niqab, el velo que deja solo los ojos descubiertos. Como la relaci¨®n con Yilmaz no prosper¨®, enseguida pidi¨® ayuda a su progenitora para regresar. Al haber destru¨ªdo la chica su documentaci¨®n, ambas debieron esperar en Turqu¨ªa a que el Gobierno holand¨¦s facilitara la repatriaci¨®n. Muy molesta con la fiscal¨ªa, la abogada de la familia espera ahora que Aicha complete su declaraci¨®n para pronunciarse.
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