El socialismo portugu¨¦s elimina de su ejecutiva a hombres de S¨®crates
Ant¨®nio Costa tambi¨¦n saca del m¨¢ximo ¨®rgano de gobierno a los representantes del anterior secretario general
Ni socr¨¢ticos ni seguristas. La nueva ejecutiva del Partido Socialista (PS) de Portugal prescinde de personas ligadas a los gobiernos de Jos¨¦ S¨®crates, que lleva una semana en prisi¨®n, y de afines al secretario general saliente, Ant¨®nio Seguro. Ni una duda, ni un paso atr¨¢s del todopoderoso Ant¨®nio Costa, secretario general, alcalde de Lisboa y m¨¢ximo favorito para las elecciones de octubre de 2015. No solo a la victoria, tambi¨¦n a la mayor¨ªa absoluta.
Hay que ser un genio para que los socialistas portugueses se re¨²nan dos d¨ªas durante su vig¨¦simo congreso nacional en Lisboa y el nombre de S¨®crates no apareciera ni una sola vez en los discursos p¨²blicos. Seguro tampoco hizo acto de presencia. Es la mejor prueba del poder absoluto de Costa y de la disciplina que va a aplicar en el partido.
El congreso de la unanimidad ha marginado a quien ha mostrado alguna debilidad. El lema del c¨®nclave socialista no dejaba lugar a dudas, Confianza. El eurodiputado Francisco Assis, que, semanas atr¨¢s, propuso un acercamiento al conservador Partido Social Dem¨®crata (PSD), que gobierna con el derechista Centro Democr¨¢tico Social (CDS), en el caso de que los socialistas no obtengan mayor¨ªa absoluta, ni pudo hablar en el congreso. Su propuesta le ha costado ser eliminado de los ¨®rganos de gobierno.
La nueva ejecutiva excluye a todos los representantes del anterior secretario general. Tampoco se encuentran en ella exministros de S¨®crates, aunque s¨ª tres secretarios de Estado de sus gobiernos. Todo son nombres nuevos respecto a la anterior, con el n¨²cleo duro de costistas. La propia moci¨®n de Costa fue aprobada por unanimidad, un poco m¨¢s del 96% de los votos que obtuvo hace siete d¨ªas al ser elegido secretario general, m¨¢s del 70% que gan¨® en octubre para ser el candidato a las elecciones y m¨¢s del 59% que consigui¨® el pasado a?o para la alcald¨ªa de Lisboa.
Los socialistas ven que Costa va a recuperar el poder y son una pi?a a su alrededor con alg¨²n verso suelto.
La eurodiputada Ana Gomes, af¨ªn a Seguro, pidi¨® en su discurso una separaci¨®n de intereses p¨²blicos y privados ¡ªandanada a S¨®crates¡ª y que nunca m¨¢s haya ¡°amnist¨ªas fiscales como las que fueron introducidas en 2005 y que beneficiaron a evasores fiscales de alta y baja alcurnia¡±, segunda andanada al recluso de la prisi¨®n de ?vora.
Costa rechaza contundentemente cualquier acuerdo con? el centrista PSD, y a quien lo propuso lo elimin¨® de los ¨®rganos del partido socialista
La ausencia de seguristas en el secretariado significa que las heridas siguen abiertas, aunque en la comisi¨®n nacional se les ha reservado un 30% de los 251 puestos, el mismo porcentaje de Seguro en las primarias.
La votaci¨®n de octubre para elegir candidato socialista fue una guerra fratricida. Costa acus¨® al secretario general, Ant¨®nio Seguro, de enterrar el legado del ex primer ministro S¨®crates, que reivindic¨® el alcalde de Lisboa. S¨®crates se lo pag¨® apoyando abiertamente su candidatura en contra del l¨ªder oficial del PS.
En dos meses, Costa se ha hecho con todo el poder del partido y ha sentado las bases de la estrategia hasta que los portugueses sean llamados a votar en 2015: ning¨²n acuerdo con la coalici¨®n gobernante. ¡°Lo peor que puede ocurrir en democracia es que los partidos sean vistos como harina del mismo costal¡±, proclam¨® Costa en su triunfal discurso de cierre del congreso. ¡°Eso es lo que alimentan los extremismos que amenazan la democracia¡±. Costa fue contundente con el Gobierno de la coalici¨®n de centroderecha PSD-CDS, con, de la que les separa ¡°un foso ideol¨®gico, cultural y de civilizaci¨®n. Todos los d¨ªas hay un ejemplo que nos distingue de la derecha¡±.
Entre ponencia y ponencia, varios dirigentes socialistas peregrinaron a la c¨¢rcel de ?vora para visitar al amigo y camarada S¨®crates, al que Mario Soares ha calificado de ciudadano ¡°ejemplar¡± tras acudir a la prisi¨®n.
El ex primer ministro, que ya ha realizado dos declaraciones desde que fue internado, siempre proclamando su inocencia y dignidad, espera a que el mi¨¦rcoles el Tribunal Supremo considere la petici¨®n de habeas corpus, que le podr¨ªa devolver la libertad pese a que contin¨²e acusado de los delitos de fraude fiscal, blanqueo de dinero y corrupci¨®n.
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