La normalizaci¨®n con Cuba choca con resistencias en el Congreso
Los l¨ªderes republicanos y algunos dem¨®cratas acusan a Obama dar aire a los hermanos Castro sin contrapartidas
La normalizaci¨®n de las relaciones entre Washington y La Habana topa con resistencias en el Congreso de Estados Unidos. L¨ªderes republicanos y algunos dem¨®cratas acusan al presidente Barack Obama de rendici¨®n unilateral ante los hermanos Castro, que controlan Cuba desde hace m¨¢s de medio siglo. El Congreso puede frenar el levantamiento completo del embargo comercial, pero el margen para impedir el restablecimiento de las relaciones es estrecho.
El dem¨®crata Obama rompi¨® el mi¨¦rcoles un tab¨² al repudiar, por ineficaz, la pol¨ªtica de Estados Unidos hacia Cuba, vigente desde principios de los sesenta. Obama, tras conversar por tel¨¦fono con el l¨ªder cubano, Ra¨²l Castro, anunci¨® negociaciones para reabrir una Embajada de EE UU en La Habana. Tambi¨¦n ha ordenado a su secretario de Estado, John Kerry, que estudie c¨®mo eliminar a Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo. Estados Unidos facilitar¨¢ el comercio, los viajes y la transmisi¨®n de informaci¨®n hacia la isla.
En un editorial, The Washington Post lamenta que los Castro hayan recibido de la Administraci¨®n de Obama ¡°un rescate¡±: bailout es la palabra inglesa, la misma que se aplica a los controvertidos rescates financieros. El editorial del Post, un diario sin aristas ideol¨®gicas excesivas pero alineado con posiciones intervencionistas en la pol¨ªtica exterior, apunta a un argumento central de los detractores de las nuevas medidas: el deshielo consolida a los Castro en el poder. La oposici¨®n al giro de Obama no proviene s¨®lo de la derecha m¨¢s beligerante.
Para el senador por Nueva Jersey Bob Men¨¦ndez, dem¨®crata y presidente saliente de la Comisi¨®n de Exteriores del Senado, la normalizaci¨®n con Cuba es ¡°una recompensa que un r¨¦gimen totalitario no merece¡±. ¡°El anuncio s¨®lo hace que perpetuar la represi¨®n de d¨¦cadas del r¨¦gimen de los Castro¡±, a?ade. Men¨¦ndez es de origen cubano y coincide en sus argumentos con otros legisladores cubanoamericanos.
El l¨ªder oficioso del partido del no al deshielo es otro senador de origen cubano, el republicano Marco Rubio, de Florida. Rubio es un posible candidato en la carrera para la sucesi¨®n de Obama. Cuba se ha convertido en motivo de debate para la campa?a de las presidenciales de 2016.
En art¨ªculo en The Wall Street Journal, Rubio sostiene que el canje de presos previo al anuncio del mi¨¦rcoles crea un precedente inquietante. EE?UU liber¨® a tres esp¨ªas cubanos a cambio de un cooperante y un esp¨ªa presos en Cuba. ¡°El presidente Obama¡±, escribe Rubio, ¡°dej¨® claro que si tomas como reh¨¦n a un americano y est¨¢s dispuesto a mantenerlo durante un tiempo suficientemente largo, no s¨®lo lograr¨¢s que tus prisioneros salgan de las c¨¢rceles de Estados Unidos, como los tres esp¨ªas cubanos, sino que obtendr¨¢s concesiones pol¨ªticas duraderas de EE UU¡±.
Ante el argumento de que, en medio siglo, el embargo no ha logrado democratizar Cuba, Rubio y otros defensores del embargo responden que tampoco las pol¨ªticas de distensi¨®n del resto del mundo lo han logrado.
No todos los republicanos son contrarios a las medidas de Obama. El senador de Arizona Jeff Flake ha sido uno de los m¨¢s activos en la defensa de la normalizaci¨®n. Y Bob Corker, senador por Tennesse que en enero suceder¨¢ a Men¨¦ndez al frente de la Comisi¨®n de Exteriores, ha evitado entrar en a discusi¨®n y ha dicho que el Congreso examinar¨¢ los efectos de los cambios en la pol¨ªtica hacia Cuba.
Entre las opciones del Congreso, se encuentra dejar sin fondos la nueva Embajada y vetar la nominaci¨®n del futuro embajador. En enero el Partido Republicano, ya mayoritario en la C¨¢mara de Representantes, asume el control del Senado. Que este Congreso levante definitivamente el embargo, como ha sugerido Obama, parece improbable sin un cambio de r¨¦gimen en La Habana.
El desbloqueo puede culminar en una visita de Obama a la isla
La normalizaci¨®n entre Estados Unidos y Cuba acaba de empezar y el camino estar¨¢ lleno de obst¨¢culos. Pero la Casa Blanca no descarta que culmine con una visita del presidente Barack Obama a La Habana, o incluso una visita del l¨ªder cubano Ra¨²l Castro a Washington.
¡°El presidente ha recibido en EE UU a l¨ªderes de Birmania [Myanmar] y China, y por este motivo yo no descartar¨ªa una visita del presidente Castro¡±, dijo ayer Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca.
¡°No tengo planes ahora mismo, pero veamos c¨®mo evolucionan las cosas¡±, dijo Obama a un periodista de la cadena ABC que le pregunt¨® si visitar¨ªa la isla caribe?a antes de terminar su mandato, en enero de 2017.
Este momento, que ser¨ªa comparable con la visita de Richard Nixon a China en 1972, queda lejos. Las medidas que Obama anunci¨® el mi¨¦rcoles ¡ªrestablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas y eliminaci¨®n de Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo¡ª deben concretarse con una negociaci¨®n bilateral entre Washington y La Habana.
La negociaci¨®n comenzar¨¢ en enero, cuando Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, viaje a Cuba al frente de una delegaci¨®n norteamericana. En paralelo, el secretario de Estado ha encargado a sus colaboradores que revisen el estatus de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
¡°Espero ser el primer secretario de Estado en visitar Cuba en 60 a?os¡±, dijo Kerry en un comunicado. La Cumbre de las Am¨¦ricas, que se celebrar¨¢ en abril en Panam¨¢, debe congregar a Obama y a Castro y puede ser la ocasi¨®n para consagrar el acercamiento.
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