La muerte del fiscal sume en una grave crisis al Gobierno argentino
Fern¨¢ndez sostiene que el fiscal que la denunci¨® fue asesinado para perjudicar al Ejecutivo La gesti¨®n del caso provoca duras cr¨ªticas
La muerte del fiscal Alberto Nisman, cuatro d¨ªas despu¨¦s de denunciar a la presidenta del pa¨ªs por encubrimiento de los autores del atentado terrorista perpetrado en 1994 contra la Asociaci¨®n Mutual Israelita Argentina (AMIA), est¨¢ golpeando al Gobierno argentino de una forma devastadora. Mientras los m¨¢s cr¨ªticos exigen una pol¨ªtica a la altura de la gravedad de los hechos, la presidenta se ha limitado esta semana a escribir dos cartas en su cuenta de Facebook. En la primera, redactada el mismo lunes en que se confirmaba la muerte de Nisman, Fern¨¢ndez se preguntaba: ¡°?Qu¨¦ fue lo que llev¨® a una persona a tomar la terrible decisi¨®n de quitarse la vida?¡±. En esa misma l¨ªnea, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, ya hab¨ªa sido el primero en declarar que todo apuntaba al suicidio. Y despu¨¦s le siguieron el secretario de Presidencia, An¨ªbal Fern¨¢ndez, y otros miembros del Gobierno. Pero este jueves, Fern¨¢ndez volvi¨® a escribir otra carta en Facebook donde dec¨ªa estar ¡°convencida¡± de que no se trataba de un suicidio. Y a partir de ah¨ª, Berni declar¨® que la tesis del suicidio est¨¢ cada vez m¨¢s lejos.
"Deje de actuar como una adolescente", espeta un pol¨ªtico opositor
La presencia del secretario de Seguridad en el piso de Nisman antes de la llegada del juez, adem¨¢s, ha motivado una denuncia contra ¨¦l ante la justicia del dirigente peronista Juan Ricardo Mussa por delitos de ¡°incumplimiento de los deberes de funcionario p¨²blico¡± y ¡°encubrimiento de homicidio¡±.
El Gobierno se mostr¨® paralizado tras la muerte de Nisman. Y ha ido actuando al rebufo de los acontecimientos y las manifestaciones. La ¨²ltima de ellas fue convocada el mi¨¦rcoles por las principales asociaciones jud¨ªas argentinas. A la sede de la AMIA acudieron miles de personas con carteles que reclamaban justicia. Y cuando el presidente de este organismo, Leonardo Jmelnitzky, habl¨® en su discurso de muerte en ¡°circunstancias dudosas¡± fue interrumpido por gritos de ¡°?asesinato!¡±.
Ahora, en un giro repentino, el Gobierno se suma a la tesis del asesinato, sin evidencias. ¡°No tengo pruebas, pero no tengo dudas¡±, escribi¨® la presidenta.
Mientras tanto, la denuncia de Nisman pasa a segundo plano y es la muerte de Nisman la que ocupa todas las horas de la televisi¨®n. Fern¨¢ndez sostuvo en Facebook que la denuncia nunca fue en s¨ª misma la verdadera operaci¨®n contra el Gobierno porque ¡°se derrumbaba a poco de andar¡±. Seg¨²n su tesis, la ¡°verdadera operaci¨®n¡± consist¨ªa en matar al fiscal despu¨¦s de haberla acusado a ella con informes falsos. ?Y qui¨¦n fragu¨® esa operaci¨®n contra el Gobierno, qui¨¦n le dio a Nisman el rastro de pistas falsas? Fern¨¢ndez no lo dice de forma expl¨ªcita pero se?ala hasta en ocho ocasiones a quien fue hasta diciembre jefe de Operaciones de los Servicios de Inteligencia, Antonio Stiusso.
¡°Si Stiusso era el que le daba toda la informaci¨®n que Nisman ped¨ªa y ten¨ªa¡±, escribi¨® la presidenta, ¡°es m¨¢s que evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (?o le escribi¨®?) que Bogado e Yrimia eran agentes de inteligencia¡±. [¡] ¡°El Fiscal Nisman no sab¨ªa que los agentes de inteligencia que ¨¦l denunciaba como tales, no lo eran. Mucho menos que uno de ellos hab¨ªa sido denunciado por el propio Stiusso¡±, a?adi¨®.
Desde la oposici¨®n, las cr¨ªticas contra Cristina Fern¨¢ndez no tardaron en llegar. El diputado opositor Francisco de Narv¨¢ez espet¨® en la radio: ¡°Se?ora presidenta: usted no tiene el derecho de intervenir con la independencia de la justicia. De esta tragedia, usted por haber hecho o dejado de hacer es responsable. Le pido que deje de actuar como una adolescente que usa el Facebook para condicionar a quienes est¨¢n investigando¡±.
En los medios m¨¢s cr¨ªticos, la atenci¨®n al caso es permanente. Marcelo Longobardi, uno de los periodistas estrella de Radio Mitre, del Grupo Clar¨ªn, dijo que esta manera ¡°estrafalaria¡± de gobernar acaba de colapsar. ¡°Y el cad¨¢ver de Nisman es la fotograf¨ªa de ese colapso¡±, se?al¨®.
Mientras tanto, la investigaci¨®n avanza sobre peque?os detalles: la hora en que llegaron los m¨¦dicos; el allanamiento del departamento vecino a la casa de Nisman, alquilado a un extranjero; la facilidad o no con la que pudo abrirse la puerta de servicio; la persona que le prest¨® la pistola a Nisman un d¨ªa antes de que muriese¡ Todos esos detalles van generando un ruido del que el Gobierno no consigue escapar, ni siquiera sum¨¢ndose a la tesis del suicidio. Sea suicidio o asesinato, la muerte de Nisman arroja mucha luz sobre los pozos m¨¢s oscuros de los servicios secretos. Y lo que se est¨¢ viendo es muy preocupante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.