¡°Minsk II es un buen paso, pero no soluciona el problema¡±
La responsable de la po¨ªtica exterior de la UE advierte que si la situaci¨®n en Ucrania empeora, la UE estudiar¨¢ m¨¢s sanciones contra Rusia
El despacho de Federica Mogherini est¨¢ en Bruselas, pero la mayor parte de su vida transcurre de aeropuerto en aeropuerto. Tras una semana fren¨¦tica que ha coronado con un viaje a T¨²nez, la alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea recibe a EL PA?S en una desfasada sala VIP del aeropuerto de Fiumicino, en Roma, minutos despu¨¦s de aterrizar desde T¨²nez. All¨ª le aguardan apenas dos d¨ªas de descanso para volver a viajar a Madrid, donde se reunir¨¢ ma?ana con el Rey y con el presidente del Gobierno, dentro de la gira que ha iniciado por los 28 Estados comunitarios para estrechar lazos con sus dirigentes.
En Espa?a pretende ¡°hablar de antiterrorismo; fue el primer pa¨ªs atacado, en Atocha, aunque tendemos a olvidarlo¡±, observa Mogherini, sin rastro de cansancio pese a haber recorrido casi 5.000 kil¨®metros en menos de 24 horas. Tambi¨¦n abordar¨¢ las relaciones con los vecinos del sur ¡ªparticularmente la cuesti¨®n migratoria¡ª ¡°en un momento en que revisamos nuestra pol¨ªtica en esa regi¨®n¡±, avanza la jefa de la diplomacia europea. Aunque en Madrid se centrar¨¢ en esos asuntos, la reci¨¦n estrenada tregua en Ucrania domina la entrevista.
Pregunta. Los l¨ªderes europeos se han mostrado cautos, incluso esc¨¦pticos, sobre Minsk II, el acuerdo entre Rusia y Ucrania. Usted es quiz¨¢s la dirigente con un discurso m¨¢s entusiasta.
Respuesta. El acuerdo constituye una buena oportunidad de parar las muertes y respetar las leyes. Compartimos lo que usted llama escepticismo, que yo llamar¨ªa cautela. No es la primera vez que se firma algo y no se aplica. Por eso sabemos que ¨¦ste es un buen paso, pero no soluciona el problema, que la clave ser¨¢ el respeto al alto el fuego y la aplicaci¨®n del resto del acuerdo.
P. ?Cree que hay esperanza?
R. Mi raz¨®n para la esperanza es que el plan es muy detallado. Habr¨ªa sido m¨¢s esc¨¦ptica si se tratara s¨®lo de un alto el fuego. La pregunta ahora es si hay voluntad por parte de Rusia. Debemos poner todos los instrumentos a nuestro alcance para que funcione.
P. Si el proceso fracasa, ?la UE aplicar¨¢ m¨¢s sanciones?
R. La discusi¨®n est¨¢ siempre ah¨ª. Las sanciones dependen de la situaci¨®n en el terreno. Si mejora, pueden levantarse. Si empeora, como ha ocurrido en los ¨²ltimos tiempos, se incrementan. Ahora igual. Si el alto el fuego trae una mejora, veremos qu¨¦ hacer con las sanciones. Si empeora, estudiaremos aumentarlas. Incluso en las situaciones m¨¢s dif¨ªciles hemos tenido unidad en esto.
P. Lo que desde luego parece probable es que, si el proceso se frustra, Estados Unidos ¡ªy quiz¨¢s alg¨²n pa¨ªs europeo¡ª vayan a armar al Ej¨¦rcito de Kiev. ?Le parece una buena idea?
R. No ha estado sobre la mesa estos d¨ªas porque cuando se trata de parar un conflicto no se habla de eso. Obviamente si el proceso no sigue adelante, tendremos que evaluar qu¨¦ hacemos, en las sanciones y en otros asuntos. Pero comparto la opini¨®n de muchos l¨ªderes que han dicho que esta crisis no se soluciona militarmente. As¨ª que a?adir armas no ayuda. Los ucranios lo saben bien.
P. S¨ª, pero los ucranios han pedido armas a los pa¨ªses europeos.
R. No estos d¨ªas. Ahora la idea es dar una oportunidad a la paz.
P. Viendo lo que sucedi¨® en Mari¨²pol con el bombardeo a civiles, ?no cree que fue un poco prematuro comenzar a hablar de relajar las sanciones, como les propuso a los ministros de Exteriores en un documento el mes pasado?
R. El documento no propon¨ªa eso. En diciembre los ministros pidieron reflexionar sobre lo que est¨¢ en juego en la relaci¨®n UE-Rusia (trabajamos juntos en temas como ¨¦bola, terrorismo, Ir¨¢n, energ¨ªa, comercio¡). Pero en ning¨²n caso hab¨ªa una propuesta para relajar las sanciones. Despu¨¦s de Mari¨²pol, de hecho, las elevamos porque ese ataque pod¨ªa haber llevado a una nueva fase del conflicto. Convocar r¨¢pidamente a los ministros de Exteriores y pactar contribuy¨® a que Mosc¨² negociara.
P. ?No hubo recelos a ese enfoque m¨¢s aperturista con Rusia?
R. La gran mayor¨ªa estaba a favor. M¨¢s tarde o m¨¢s temprano la relaci¨®n de la UE con Rusia volver¨¢ sobre la mesa si este conflicto camina hacia una soluci¨®n.
P. Otro foco de inquietud para Europa es el yihadismo. Tiene previsto acudir a Washington a finales de mes a un foro convocado por Barack Obama para debatir soluciones. ?Qu¨¦ propondr¨¢?
R. Hasta ahora la lucha antiterrorista en la UE era percibida como un trabajo de seguridad interna. Pero la acci¨®n exterior tiene que ser complementaria. Hay que tener en cuenta a actores clave de la regi¨®n, en la idea de la alianza de civilizaciones que promovi¨® Espa?a. El mayor reto del yihadismo es que sugiere un choque de civilizaciones. Pero las v¨ªctimas est¨¢n en todos sitios, sobre todo en los pa¨ªses ¨¢rabes. La idea que llevamos a Washington es un incremento de nuestra cooperaci¨®n con esos pa¨ªses.
P. Usted se ha mostrado partidaria de abrir un nuevo proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo. ?De verdad ve oportunidades?
R. No s¨®lo hay que mirar el panorama palestino-israel¨ª, sino la foto global, el ¨¢rabe-israel¨ª. Veo que hay una oportunidad porque existen tantas situaciones dram¨¢ticas en la zona ¡ªentre ellas el ascenso del Estado Isl¨¢mico¡ª que hay un inter¨¦s de cooperaci¨®n en la regi¨®n. En este sentido, veo la oportunidad.
P. Para ello van a esperar a que se celebren las elecciones en Israel, el 17 de marzo. Pero resulta improbable que el nuevo Gobierno difiera mucho del actual.
R. Veo una oportunidad despu¨¦s de las elecciones, gane quien gane. Est¨¢ claro para Israel y para el mundo ¨¢rabe que la situaci¨®n no puede seguir as¨ª. Sin un proceso de paz, es insostenible. Lo vimos el a?o pasado, con el fin de la negociaci¨®n y lo que ocurri¨® en Gaza. O se va en la direcci¨®n de la paz o en la contraria. Creo que cualquier Gobierno en Israel decidir¨¢ sentarse a la mesa. Pero tenemos que asegurar que la negociaci¨®n no es hablar por hablar. Tiene que haber objetivos concretos. Y un marco internacional, con la UE, EE UU, la ONU, Rusia y nuestros socios ¨¢rabes.
P. Otro ¨¢mbito en el que quiere ganar influencia es Am¨¦rica Latina. ?Qu¨¦ pretende hacer?
R. Latinoam¨¦rica es un aliado natural para nosotros. Nos hemos centrado menos en esa regi¨®n porque est¨¢ relativamente tranquila, aunque existen problemas importantes: criminalidad, desigualdades¡ Los valores latinoamericanos son muy de la cultura europea. Tenemos que invertir pol¨ªticamente mucho m¨¢s de lo que lo hemos hecho en el pasado.
P. El cambio m¨¢s concreto abierto en la regi¨®n afecta a Cuba. Hace un a?o la UE inici¨® un proceso para romper el bloqueo institucional vigente desde 1996, pero la reanudaci¨®n de relaciones entre Washington y La Habana puede restar inter¨¦s cubano en la UE.
R. Me reun¨ª con el ministro de Exteriores de Cuba hace unos d¨ªas y encontr¨¦ gran inter¨¦s por trabajar juntos. Al contrario, creo que Cuba, a la vista de esta apertura con EE UU, est¨¢ a¨²n m¨¢s interesada en dialogar con Europa. No hay competici¨®n, sino complementariedad. Ser¨¢ un punto de inflexi¨®n.
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