Valls supera con holgura la moci¨®n de censura del centro derecha
¡°Continuaremos sin desmayo con las reformas¡±, afirma el primer ministro franc¨¦s
El primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, ha superado este jueves sin problemas la moci¨®n de censura presentada por el centro derecha, pero la grave ruptura registrada entre los diputados socialistas deja en el aire la continuidad del ambicioso programa reformista que el primer ministro ha prometido mantener ¡°sin desmayo¡±. El Gobierno, sin embargo, no cuenta hoy en el Parlamento con una mayor¨ªa suficiente y estable para aprobar nuevas iniciativas para modernizar la anquilosada econom¨ªa francesa.
Como estaba previsto, la moci¨®n presentada el martes por la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP, 198 esca?os) y los centristas (30) ¨Csiete de estos ¨²ltimos no la votaron¨C no ha reunido los votos suficientes. Apoyada por algunos comunistas de la izquierda republicana (6 de 15), un ecologista y seis no inscritos, la reprobaci¨®n al Ejecutivo ha contado solo con 234 votos, lejos de la mayor¨ªa absoluta (289 votos) requerida para ser aprobada, lo que habr¨ªa acarreado la dimisi¨®n en pleno del Gobierno. De acuerdo con el reglamento de la C¨¢mara, solo votan los diputados que apoyan la moci¨®n.
Valls ha aprovechado la tensa sesi¨®n parlamentaria para exponer las reformas ya lanzadas y para asegurar que est¨¢ totalmente decidido a seguir el mismo camino. ¡°Se lo digo sin temblar: continuaremos con todos los medios que nos da la Constituci¨®n; seguiremos sin desmayo con las reformas. Seguiremos avanzando. Avanzar por Francia y por los franceses¡±.
Los autores de la moci¨®n han destacado durante el correspondiente debate parlamentario ¡°la fragilidad¡± del Gobierno y han considerado ¡°imperdonable¡± que Valls haya activado un mecanismo constitucional extraordinario para sacar adelante una simb¨®lica ley reformista sin permitir que la votara la Asamblea. ¡°Es el arma de los d¨¦biles¡±, ha clamado el jefe del grupo de la UMP, Christian Jacob. ¡°Usted ya no pilotan el avi¨®n¡±, ha espetado a Valls. Los comunistas han justificado su voto a favor de la moci¨®n como un rechazo global a la pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo.
La moci¨®n fue planteada por el partido de Nicolas Sarkozy despu¨¦s de que Valls echara mano de un excepcional mecanismo constitucional para saltarse el voto de la Asamblea Nacional y aprobar por decreto la Ley por el Crecimiento, la Actividad y la Igualdad de Oportunidades, m¨¢s conocida como Ley Macron?por ser obra del joven ministro de Econom¨ªa, Emmanuel Macron.
El jefe del Gobierno llama inmaduros a los diputados socialistas rebeldes
Valls argument¨® que asum¨ªa su responsabilidad ante ¡°el riesgo¡± de que el ¡°esencial¡± proyecto para Francia no contara con suficientes apoyos parlamentarios dado que unos 40 diputados rebeldes socialistas hab¨ªan decidido votar en contra o abstenerse. Christian Paul, uno de los dirigentes de este grupo, ya advirti¨® de inmediato que ninguno de los suyos se planteaba aprobar la moci¨®n de censura porque su deseo es cambiar la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, pero no provocar la dimisi¨®n del Ejecutivo, y menos con una iniciativa del centroderecha.
Tras el rechazo de la moci¨®n, la ley ha quedado aprobada por la C¨¢mara baja. En el debate, Valls ha asumido y justificado su golpe de autoridad y ha reprochado sin citarlos expresamente a diputados rebeldes: ¡°Autoridad es asumir la responsabilidad cuando lo exige el inter¨¦s superior de la naci¨®n; no se asumen riesgos ante la irresponsabilidad, la inmadurez de algunos¡±.
En esta ocasi¨®n, el grupo socialista en bloque (288, uno menos de la mayor¨ªa absoluta), junto con una mayor¨ªa de radicales (18) y Verdes (18), ha evitado sin dificultades la moci¨®n. El resultado ha afianzado la tesis de Valls de que ¡°no hay alternativa¡± a la actual mayor¨ªa parlamentaria de izquierdas en la Asamblea, aunque en ocasiones sea fr¨¢gil.
Sin embargo, el primer ministro y su Gobierno han resultado debilitados. La batalla interna entre los socialistas ha entrado en una guerra imparable y la oposici¨®n de los cr¨ªticos dificulta los pr¨®ximos pasos reformistas previstos por Valls, incluidos potenciales cambios en la legislaci¨®n laboral o en la sanidad p¨²blica. Y en el futuro, tambi¨¦n en los presupuestos.
El arriesgado movimiento del primer ministro ha salvado, en todo caso, una ley clave para calmar a la Comisi¨®n Europea.?Francia ha exigido una nueva pr¨®rroga para rebajar su d¨¦ficit excesivo (4,3% el a?o pasado y 4,1% previsto para este a?o) al obligado 3%. A cambio, Bruselas ha exigido a Par¨ªs profundas reformas y varias de las m¨¢s significativas est¨¢n incluidas precisamente en la ley Macron. A finales de mes, la Comisi¨®n expresar¨¢ su opini¨®n al respecto y el rechazo parlamentario a la ley Macron habr¨ªa supuesto un gol en propia puerta en el partido que juegan Par¨ªs y Bruselas.
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