El opositor Navalni estar¨¢ detenido 15 d¨ªas por repartir octavillas en Mosc¨²
Los abogados temen que la falta administrativa derive en una orden de prisi¨®n por una sentencia a cinco a?os que ten¨ªa suspendida
Alex¨¦i Navalni, uno de los principales opositores rusos, no podr¨¢ encabezar la marcha Vesn¨¢ (Primavera) contra la gesti¨®n de la crisis econ¨®mica por parte del Gobierno convocada para el pr¨®ximo 1 de marzo, ya que ha sido condenado a 15 d¨ªas de detenci¨®n por haber repartido octavillas en el metro de Mosc¨² el domingo pasado.
Navalni fue llevado ayer jueves a ¨²ltima hora de la tarde directamente desde su oficina del Fondo para la Lucha contra la Corrupci¨®n al Juzgado Distrital de Presnia, despu¨¦s de que el d¨ªa anterior el opositor no compareciera ante la jueza Irina Z¨²bova, quien, ya en su presencia, orden¨®, de acuerdo con el C¨®digo Administrativo, que se le detuviera por dos semanas por haber atentado contra el orden p¨²blico.
El problema no es que no pueda participar en la marcha contra la crisis convocada por la oposici¨®n extraparlamentaria, sino que las autoridades podr¨ªan aprovechar esta infracci¨®n menor para hacer valer las condenas a prisi¨®n que tiene suspendidas, declar¨® hoy viernes su abogado, Vadim K¨®bzev.
Este y Dmitri Kr¨¢inev, otro abogado defensor, explicaron que el tribunal, cuando increment¨® el periodo de prueba -es decir, el tiempo durante el cual el acusado no debe cometer nuevos delitos si quiere que no se le aplique la condena suspendida- a cinco a?os y dos meses, incluy¨® espec¨ªficamente en su dictamen que Navalni "no puede incurrir en faltas administrativas". O sea, que formalmente la justicia rusa podr¨ªa exigir la aplicaci¨®n real de la condena anterior del opositor, que se refiere a delitos econ¨®micos. Adicionalmente Navalni tiene otra condena de tres a?os y medio dictada en diciembre pasado y tambi¨¦n en suspenso, por otro delito de car¨¢cter econ¨®mico.
El domingo pasado Navalni se puso a repartir en una estaci¨®n del metro de Mosc¨² octavillas en las cuales convocaba a los ciudadanos a participar en la marcha del 1 de marzo, organizada principalmente por los seguidores de este y del exjefe de la desaparecida petrolera Yukos, Mija¨ªl Jodorkovski.
Navalni se convirti¨® hace unos a?os en uno de los opositores m¨¢s populares en Rusia gracias a sus campa?as contra la corrupci¨®n; estuvo entre los principales organizadores y oradores de los multitudinarios m¨ªtines de protesta despu¨¦s de las elecciones parlamentarias de 2011, que consideraban viciadas. Dos a?os m¨¢s tarde, obtuvo su mayor triunfo pol¨ªtico al quedar segundo, con el 27,24% de los votos, en los comicios por la alcald¨ªa de Mosc¨².
En los ¨²ltimos tiempos, sin embargo, la influencia de Navalni en la sociedad rusa ha disminuido dr¨¢sticamente, como lo ha hecho el de la oposici¨®n en general. A ello ha contribuido la crisis en Ucrania, ante la cual Navalni ha tenido una posici¨®n ambigua, particularmente en lo que respecta a la reincorporaci¨®n de Crimea a Rusia. Conocido anteriormente por su discurso nacionalista ¨Clo que en su tiempo le cost¨® la expulsi¨®n del partido liberal Y¨¢bloko-, Navalni llam¨® al principio, desde las p¨¢ginas de The New York Times, a aplicar sanciones contra el Kremlin por la anexi¨®n de la pen¨ªnsula, pero m¨¢s tarde declar¨® que, si fuera presidente, no devolver¨ªa Crimea a Ucrania. Como resultado, decepcion¨® tanto a sus partidarios nacionalistas como a sus seguidores liberales, mientras la popularidad del presidente Vlad¨ªmir Putin se disparaba.
Despu¨¦s del juicio realizado a fines de diciembre pasado, en el que obtuvo su segunda condena suspendida (y en el que su hermano Oleg recibi¨® una sentencia a tres a?os y medio de prisi¨®n firme), rompi¨® al menos en dos ocasiones el arresto domiciliario (que le fue levantado el martes pasado) en que se encontraba para realizar peque?os actos de protesta. Pero aunque sus abogados temen que estas participaciones suyas en repetidas manifestaciones de protesta no autorizadas pudieran servir de pretexto a las autoridades para hacer efectiva la sentencia a cinco a?os de prisi¨®n que tiene suspendida, muchos observadores piensan que eso no ocurrir¨¢.
Por una parte, est¨¢ el precedente de que cuando Navalni fue condenado y encarcelado, Putin, seg¨²n afirma el redactor jefe de la radio Eco de Mosc¨², Alex¨¦i Vened¨ªktov, enfureci¨® y exigi¨® que se le pusiera en libertad condicional. Por otra, como dice el exdiputado dem¨®crata Bor¨ªs Nadezhdin, la detenci¨®n por dos semanas de Navalni puede convenir tanto a las autoridades como al mismo opositor.
"Por lo visto, estamos ante un juego mutuamente provechoso. A Navalni le conviene agudizar la situaci¨®n y mostrar la esencia policial del r¨¦gimen, mientras que este quiere dificultar la celebraci¨®n del mitin del primero de marzo. As¨ª es que los intereses de ambas partes, por extra?o que parezca, han coincidido", declar¨® el exparlamentario de la desaparecida Uni¨®n de Fuerzas de Derecha.
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