La violencia puede provocar c¨¢ncer, enfermedades mentales y obesidad
Un estudio advierte sobre las consecuencias a largo plazo de un fen¨®meno que afecta especialmente a Am¨¦rica Latina
A pesar de que desde el a?o 2000 vienen bajando de forma consistente los homicidios en todo el mundo, solo en 2012 murieron asesinadas 475.000 personas, la mayor¨ªa hombres de entre 15 y 29 a?os, y de ellos la mayor¨ªa v¨ªctimas de armas de fuego.
La cifra est¨¢ recogida en el ¡°Informe sobre la situaci¨®n mundial de la prevenci¨®n de la violencia 2014¡±, elaborado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (UNODC) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con datos aportados por 133 pa¨ªses.
El fen¨®meno de la violencia interpersonal (cuando una persona lastima intencionalmente a otra) es considerado por la OMS como un problema de salud p¨²blica que est¨¢ extendido en todo el mundo y que puede tener severas consecuencias a largo plazo.
Seg¨²n el informe, uno de cada cuatro ni?os ha sido v¨ªctima de abusos f¨ªsicos (la cifra crece hasta 3 de cada 4 si se contempla otro tipo de abusos), una de cada tres mujeres ha sido atacada f¨ªsica o sexualmente por su pareja, y uno de cada 17 ancianos ha sido maltratado en los ¨²ltimos 30 d¨ªas.
Aparte de las consecuencias inmediatas (heridas, maltratos, d¨ªas perdidos de trabajo o escuela), seg¨²n el informe ¡°la violencia contribuye a que la mala salud se prolongue durante toda la vida ¨Cespecialmente en el caso de las mujeres y los ni?os¨C y a una muerte prematura¡±.
A?ade el documento que ¡°muchas de las principales causas de muerte, como las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares, el c¨¢ncer y el VIH/sida, est¨¢n estrechamente vinculadas con experiencias de violencia a trav¨¦s del tabaquismo y el consumo indebido de alcohol y drogas, y la adopci¨®n de comportamientos sexuales de alto riesgo¡±.
Tambi¨¦n enumera otras consecuencias, como trastornos del sue?o o la alimentaci¨®n (anorexia, obesidad), depresi¨®n y ansiedad, embarazos involuntarios y diabetes.
¡°Un problema de salud p¨²blica¡±
El informe fue presentado esta semana en la sede del Banco Mundial en Washington por Christopher Mikton, de la Unidad de Enfermedades no Transmisibles, Discapacidades, Violencia y Prevenci¨®n de Lesiones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
¡°Hace ya un tiempo que hemos presentado la violencia interpersonal como un problema de salud p¨²blica y apenas ahora est¨¢ comenzando a haber conciencia de que en efecto lo es, especialmente por todas estas otras consecuencias a lo largo de la vida¡±, explic¨® Mikton.
A?adi¨® que el proceso de que los pa¨ªses entiendan y asuman el tema de la violencia interpersonal como un problema ¡°muy importante¡± de salud p¨²blica ha sido ¡°muy lento¡±. ¡°Hemos hecho algunos progresos, pero falta mucho por hacer¡±, dijo.
Aparte de entender que se trata de un tema de salud p¨²blica, otro de los desaf¨ªos para quienes trabajan en el ¨¢rea de la violencia es el de estimar el costo real del fen¨®meno para las econom¨ªas de los pa¨ªses. Algo que, creen los expertos, ayudar¨ªa a darle m¨¢s relevancia al tema entre los gobiernos.
¡°El reporte pone en n¨²meros algunas cosas que ya hab¨ªamos percibido en nuestro trabajo. Lo positivo es que puede servir como incentivo para la acci¨®n en los pa¨ªses en los que el problema es m¨¢s serio¡±, coment¨® Rodrigo Serrano, experto en Seguridad Ciudadana del Banco Mundial.
El informe revela que apenas poco m¨¢s de la mitad de los pa¨ªses estudiados tiene programas para la prevenci¨®n de la violencia juvenil y solo el 22% tienen programas para prevenir la violencia durante el noviazgo.
Aunque cerca del 80% tienen paquetes de leyes para prevenci¨®n de la violencia (evitarla antes de que ocurra), apenas la mitad tienen los mecanismos o la voluntad para garantizar su correcta aplicaci¨®n.
Finalmente, el documento recomienda mejorar los programas de prevenci¨®n, mejorar la aplicaci¨®n de las leyes, garantizar el apoyo a las v¨ªctimas, fortalecer la recolecci¨®n de datos para detectar las zonas, horas y circunstancias en las que se producen los delitos y establecer metas para poder evaluar los progresos en prevenci¨®n de la violencia.
Jos¨¦ Baig es Editor Online del Banco Mundial
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