¡°Hay que romper el paradigma de que justicia es igual a c¨¢rcel¡±

La idea de que la paz en Colombia est¨¢ m¨¢s cerca que nunca, que se trata de un proceso sin retorno, atraves¨® este lunes las intervenciones de algunos de sus principales protagonistas y conocedores, reunidos en Madrid en el Foro por la Paz. La negociaci¨®n entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC atraviesa una fase cr¨ªtica al zambullirse en el asunto m¨¢s delicado para los colombianos: el de la justicia, el de qu¨¦ penas afrontar¨¢n los responsables de cr¨ªmenes de guerra. ¡°Estamos obligados a investigar los delitos de lesa humanidad¡±, record¨® el expresidente colombiano C¨¦sar Gaviria. ¡°Sobre eso no hay discusi¨®n¡±, y defendi¨® que la justicia transicional no se aplique solo a los guerrilleros desmovilizados una vez que se firme el acuerdo, sino extenderla a otros actores implicados en el conflicto como ¡°las Fuerzas Armadas y empresarios [que hayan financiado el conflicto]¡±.

El foco del debate gir¨® en torno al desaf¨ªo medular de la mesa de negociaci¨®n: encontrar un equilibrio entre justicia para las v¨ªctimas y la necesidad de la paz. El ministro consejero de la Presidencia de Colombia para el Posconflicto, ?scar Naranjo, dijo que para lograrlo hay que ¡°romper el paradigma de que justicia es igual a c¨¢rcel¡±. Este general retirado de la polic¨ªa, encargado de pilotar la transici¨®n si se firma el acuerdo con la guerrilla, recalc¨® que ¡°la justicia transicional no es impunidad¡±.

En el mismo sentido, el jurista espa?ol Baltasar Garz¨®n incidi¨® en la importancia de emprender una ¡°labor de pedagog¨ªa muy grande¡± para explicar ese marco punitivo m¨¢s all¨¢ de la ¡°privaci¨®n de libertad¡±. Defendi¨® que ¡°en la justicia transicional van a participar v¨ªctimas que son tambi¨¦n jueces, e incluso los victimarios son parte del tribunal¡±.

Una parte de los colombianos recela de la negociaci¨®n de paz con las FARC y rechaza la posibilidad de que los guerrilleros puedan, si se firma un pacto, participar en pol¨ªtica o no entrar en la c¨¢rcel. La necesidad de rendir cuentas a los ciudadanos y la presi¨®n que ello puede suponer para el proceso fue el argumento que destac¨® el israel¨ª Shlomo Ben Ami, vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz. ¡°La paz une a las naciones, pero la paz las divide. Todo el mundo quiere la paz, por la que hay un precio que pagar. No ser¨¢ f¨¢cil para los colombianos ver a guerrilleros en el Congreso, pero es un precio que hay que pagar¡±, afirm¨®. Ben Ami destac¨® la importancia de que el Estado logre llegar a todo el territorio colombiano para que la paz se asiente e insisti¨® en la necesidad de imprimir velocidad a la negociaci¨®n.

El consultor en seguridad y asesor del Gobierno colombiano Joaqu¨ªn Villalobos, exguerrillero salvadore?o, se centr¨® en el car¨¢cter irreversible del proceso y advirti¨® de que, si ¡°las FARC prolongan el conflicto, habr¨¢ m¨¢s deserciones en sus filas¡±. Villalobos cree que las instituciones han desempe?ado un papel central. ¡°En Am¨¦rica Latina entre 2000 y 2010 hubo un mill¨®n de homicidios. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de eso? Estados d¨¦biles, ausentes. Colombia ha ido construyendo Estado y ciudadan¨ªa, las bases de la seguridad, enfrentando lo peor. Ellos conocen el infierno¡±, afirm¨®.

Jonathan Powell, exjefe de Gabinete de Tony Blair que particip¨® en la negociaci¨®n con el IRA, opin¨® que el liderazgo es esencial porque los di¨¢logos de paz requieren ¡°tomar decisiones impopulares¡±, algo acentuado en Colombia, donde hay un ¡°problema de crispaci¨®n¡± en torno al proceso. Cree que ¡°har¨¢ falta apoyo internacional para el desarme¡± y que, pese a todo, ¡°Colombia es uno de los pocos lugares donde hay una esperanza verdadera de lograr la paz¡±.