Brasil se precipita hacia un se¨ªsmo pol¨ªtico por el ¡®caso Petrobras¡¯
El fiscal general entrega al Tribunal Supremo una lista con 54 implicados en el esc¨¢ndalo de la trama corrupta de la petrolera p¨²blica. La investigaci¨®n salpica a varios partidos
Un simple tr¨¢mite jur¨ªdico ha desencadenado un terremoto pol¨ªtico en Brasil. El fiscal general, Rodrigo Janot, entreg¨® el martes por la noche (mi¨¦rcoles de madrugada, en horario espa?ol) al Tribunal Superior una lista que incluye a los pol¨ªticos que, en su opini¨®n, est¨¢n implicados en la mayor trama corrupta que jam¨¢s ha existido en el pa¨ªs, la de la petrolera p¨²blica Petrobras. Desde hac¨ªa meses, todo giraba en Brasil sobre la hipot¨¦tica lista maldita y sobre los nombres que s¨ª o no figurar¨ªan en ella. El fiscal prometi¨® entregarla despu¨¦s del carnaval y as¨ª ha sido. El listado es a¨²n secreto en teor¨ªa, y solo el Tribunal Superior puede dar el visto bueno para que los nombres se conozcan oficialmente.
Pero la prensa brasile?a ha filtrado algunos de los implicados y basta un par para dar constancia de la bomba pol¨ªtica que se abate sobre el pa¨ªs. Tanto el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Eduardo Cunha, como el del Senado, Renan Calheiros, ambos del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), partido aliado del Gobierno, se encuentran entre los citados. Cunha, verdadero malabarista de la pol¨ªtica, actual pieza clave en el complicado tablero brasile?o, al ser preguntado, asegur¨® que desconoc¨ªa el hecho, pero luego a?adi¨®: ¡°Espero que todo esto no sea una investigaci¨®n pol¨ªtica¡±.
El listado incluye, en total, 54 nombres, de los cuales, m¨¢s de una treintena, seg¨²n las primeras revelaciones, son pol¨ªticos o expol¨ªticos. Y muchos de gran calibre. Hay, seg¨²n estas primeras filtraciones, diputados, senadores, gobernadores de Estados y exministros. La mayor¨ªa del Partido de los Trabajadores (PT), la formaci¨®n de la presidenta Dilma Rousseff y del expresidente Lula. Pero tambi¨¦n del citado PMDB, especie de partido bisagra sin ideolog¨ªa clara, especializado en aliarse siempre con el poder y de bajarse en marcha cuando al poder le vienen mal dadas. Y tambi¨¦n del Partido de la Socialdemocracia Brasile?a (PSDB), el partido opositor del Gobierno y al que pertenece A¨¦cio Neves, el l¨ªder que disput¨® la presidencia a Rousseff en octubre pasado.
Los implicados est¨¢n acusados de lucrarse con el engrasado sistema corrupto que atravesaba de arriba abajo Petrobras. O de financiar campa?as electorales a trav¨¦s de este sistema.
De hecho, la defensa de buena parte de estos dirigentes pol¨ªticos ser¨¢ que esta financiaci¨®n era perfectamente legal. Todos han sido denunciados o bien por un experto en lavar dinero o bien por un ex alto cargo de Petrobras tambi¨¦n encarcelado o bien por los empresarios que sobornaban a los ex altos cargos o directamente a los pol¨ªticos. En una especie de bola de nieve judicial, el exdirector de abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, acusado de embolsarse fraudulentamente unos 100 millones de euros, a cambio de una rebaja en la condena, comenz¨® a delatar a la polic¨ªa qui¨¦nes m¨¢s se estaban haciendo ricos con la petrolera. Tambi¨¦n el considerado cabeza de la trama, el experto en lavar dinero Alberto Youssef, que actuaba de intermediario y acusado de agenciarse millones de euros, accedi¨® a cantar en el calabozo a cambio de menos a?os de c¨¢rcel. De las denuncias de estos dos implicados la polic¨ªa acus¨® a un centenar de empresarios que, seg¨²n la fiscal¨ªa, sobornaba a altos cargos de la petrolera (y a pol¨ªticos) a cambio de contratos con Petrobras. Hab¨ªa d¨®nde elegir: Petrobras es la empresa que m¨¢s invierte en Brasil, y construye o adquiere desde carreteras a plantas petrol¨ªferas pasando por refiner¨ªas o barcos.
Tambi¨¦n hubo empresarios detenidos que se acogieron al eficaz trueque de a?os de pena por acusaciones. Y bas¨¢ndose en sus denuncias la polic¨ªa lleg¨® a los 54 de la lista negra que el fiscal general coloc¨® ayer en manos del Tribunal Supremo. Ser¨¢ este tribunal el que, tras examinar las pruebas y los testimonios, dictamine si la causa sigue para adelante.
Pero, por lo pronto, la mera entrega del listado ya ha desencadenado un vendaval de reacciones y de especulaciones. Muchos observadores temen que las acusaciones envenenen las ya de por s¨ª tormentosas y alambicadas relaciones entre el Gobierno, acuciado por una econom¨ªa gripada y un pa¨ªs estancado, y un Congreso ultra-fragmentado que Dilma Rousseff no domina. Brasil viv¨ªa ya de por s¨ª una precaria estabilidad pol¨ªtica. El pa¨ªs vive a¨²n polarizado desde las ¨²ltimas elecciones, que Rousseff gan¨® por la m¨ªnima en el segundo turno. Un ejemplo de esta divisi¨®n pol¨ªtica es que el pr¨®ximo 15 de marzo hay convocada una manifestaci¨®n para pedir el impeachment (destituci¨®n) de Rousseff.
Adem¨¢s, S?o Paulo sufre una sequ¨ªa alarmante que en menos de dos meses puede dejar a las viviendas sin agua cinco d¨ªas a la semana en un racionamiento de consecuencias econ¨®micas y sociales imprevisibles. A todas estas incertezas se suma ahora el vendaval de la lista negra de Petrobras.
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