La ansiedad cunde en Brasilia

En los largos pasillos del Congreso y Senado brasile?os, que comparten un c¨¦lebre edificio de ?scar Niemeyer, se caminaba esta semana a toda velocidad. Se conoc¨ªa ya que los presidentes de ambas C¨¢maras, Eduardo Cunha y Renan Calheiro, est¨¢n manchados por el mayor esc¨¢ndalo de la democracia brasile?a. Guardaespaldas escoltaban a parlamentarios muy serios, invariablemente colgados del m¨®vil, mientras corr¨ªan hacia sus veh¨ªculos oficiales despu¨¦s de las tumultuosas sesiones de la Comisi¨®n Parlamentaria (hasta ahora nada efectiva) que analiza el caso Petrobras. El socav¨®n amenaza con cambiar para siempre la pol¨ªtica en Brasil. Solo los bedeles y las limpiadoras parec¨ªan tomarse la vida con cierta tranquilidad. ¡°?Se sabe ya alg¨²n nombre?¡±, preguntaban una y otra vez los periodistas.

A menos de un kil¨®metro, en el palacio presidencial de Planalto, la ansiedad se instal¨® hace tiempo: exist¨ªa la posibilidad incluso de que ninguno de los pol¨ªticos mencionados en la lista Janot perteneciese al opositor PSDB (que acarici¨® la victoria en las elecciones de octubre), menos da?ado por el caso Petrobras. La explosi¨®n del esc¨¢ndalo ha producido una extrema tirantez entre el PT de Dilma Rousseff y su principal aliado, el PMDB, grandes v¨ªctimas pol¨ªticas de la investigaci¨®n por la financiaci¨®n ilegal a gran escala descubierta en el coraz¨®n de la empresa p¨²blica considerada hasta hace poco ¡°el orgullo de los brasile?os¡±. Los nervios estaban m¨¢s que justificados, dado que la investigaci¨®n se nutre principalmente de confesiones, y fuentes de la investigaci¨®n insisten confidencialmente en que las pruebas son ¡°s¨®lidas y numerosas¡±.

Pero mientras la fiscal¨ªa era jaleada esta semana por manifestantes, los propios fiscales experimentaban tambi¨¦n una subida de tensi¨®n: su enfrentamiento con el Gobierno, gravemente afectado, les coloca frente a la mayor prueba de independencia de su historia. La polarizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs ha obligado incluso a aumentar la seguridad del fiscal jefe, Rodrigo Janot. ¡°Probablemente no contentaremos ni a unos ni a otros¡±, hab¨ªa dicho esta semana un fiscal a este peri¨®dico.

La fiscal¨ªa se ha enfrentado adem¨¢s con la CGU (Contraladur¨ªa General de la Uni¨®n), m¨¢ximo ¨®rgano de control econ¨®mico estatal, por su intento de cerrar acuerdos de benevolencia con grandes empresas constructoras acusadas (enfoque defendido por la propia Rousseff). La fiscal¨ªa solicit¨® esta semana formalmente que la CGU se abstenga de pactos y acus¨® indirectamente al Ejecutivo de hacer ¡°apolog¨ªa de la impunidad¡±. La semana termin¨® como hab¨ªa empezado, todos pendientes de la lista hasta el ¨²ltimo momento, incrementando la tensi¨®n incluso en las redacciones de los peri¨®dicos. La ocasi¨®n lo merec¨ªa: como dijo esta semana el juez instructor del caso, Sergio Moro, "es importante la criminalizaci¨®n del lavado de dinero. Un pol¨ªtico deshonesto tiene ventajas que un pol¨ªtico normalmente no tiene".