La ayuda no llega al valle de Katmand¨²
Miles de nepal¨ªes de las afueras de la capital han perdido sus casas y est¨¢n heridos Las carreteras est¨¢n bloqueadas y casi no reciben asistencia. Los hospitales, saturados
La asistencia organizada tras el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que se registr¨® el s¨¢bado en Nepal se ha concentrado en la capital, Katmand¨². Fuera de sus l¨ªmites, los nepal¨ªes intentan sobrevivir a la destrucci¨®n de sus casas pr¨¢cticamente solos, sin el apoyo de los servicios de emergencia. Es el temblor m¨¢s fuerte que ha sufrido el pa¨ªs en ocho d¨¦cadas y a las ONG que intentan llegar a las ciudades colindantes se les hace dif¨ªcil acceder con los suministros m¨¢s b¨¢sicos necesarios para la subsistencia.
En el distrito de Dhading, a escasos 80 kil¨®metros de Katmand¨², la gente que perdi¨® sus hogares ha organizado improvisados campamentos a la intemperie. El hospital de la localidad est¨¢ completamente saturado, no hay energ¨ªa el¨¦ctrica y todos los comercios est¨¢n cerrados. Las rocas que han ca¨ªdo desde las monta?as tras el temblor bloquean la ¨²nica carretera que une esta ciudad con Katmand¨².
"Mucha gente ha perdido sus hogares. Muchos han muerto", explica el profesor de ingl¨¦s Chamra Lama, cuyo pueblo se sit¨²a a unas dos horas en coche desde la capital. Como el terremoto y los derrumbes acabaron con todos los cultivos, Lama ahora intenta encontrar sobras de arroz o legumbres para alimentar a su familia. "Estamos esperando a ver qu¨¦ har¨¢ el Gobierno", concluye.
M¨¢s de 1.100 personas permanecen en las inmediaciones de la ciudad de Katmand¨², una zona conocida como el valle de Katmand¨², cruce de las civilizaciones m¨¢s antiguas de Asia y n¨²cleo econ¨®mico de la naci¨®n himalaya, de 28 millones de habitantes. Algunos helic¨®pteros del ej¨¦rcito indio fueron capaces de transportar unos pocos heridos hasta los hospitales m¨¢s alejados, pero han tenido que abandonar la misi¨®n debido al mal tiempo. Con miles de personas durmiendo a la intemperie y la fuerte lluvia que asola la zona, s¨®lo se puede esperar un desastre humanitario a¨²n mayor.
La organizaci¨®n ben¨¦fica Care International ha declarado que los muertos por haber perdido sus hogares seguramente superar¨¢n los centenares, ya que son cientos de miles los que se han quedado en la calle. "Pr¨¢cticamente todos han dormido al aire libre y est¨¢n fabricando albergues temporales con lo que les queda", explica Santosh Sharma, coordinador de emergencias de Care, quien incide en que las prioridades son el refugio, art¨ªculos de higiene y comida. "No hay electricidad y dentro de poco se habr¨¢ acabado el agua".
Las ONG han mantenido una primera reuni¨®n con el Gobierno nepal¨ª este domingo para organizar la entrega de asistencia a los damnificados.
La organizaci¨®n brit¨¢nica Save the Children asegura que los hospitales del Valle de Katmand¨² est¨¢n completamente saturados, no hay sitio para atender a m¨¢s pacientes ni para almacenar cad¨¢veres. Adem¨¢s, se les est¨¢n acabando los utensilios de emergencia. "Es muy urgente, se necesitan albergues para quienes se han quedado sin hogar", dice Peter Olyle, de Save the Children, en Katmand¨².
Los m¨¦dicos de la organizaci¨®n francesa M¨¦dicos sin Fronteras luchan por conseguir suministros para los hospitales de la zona. Los intentan traer desde el estado indio de Bihar, que limita al norte con el Valle de Katmand¨². Pero las fuertes r¨¦plicas del terremoto que se han sentido durante las ¨²ltimas horas bloquean aun m¨¢s las carreteras y hacen dif¨ªcil el transporte.
En el hospital del distrito de Dhading han tenido que api?ar a los pacientes: en cada cama caben tres. Algunos, incluso, son atendidos en la calle. Fuentes oficiales hablan de 24 muertos en la localidad vecina de Kumpur. Al mismo tiempo, dos beb¨¦s han nacido durante la noche. "No, no he dormido durante la noche", cuenta Rashila Amatya, m¨¦dico jefe del hospital. "Se nos est¨¢ acabando todo. Nos traen heridos de muchas localidades vecinas, pero no traen suministros, s¨®lo pacientes".
Mientras tanto, los ciudadanos se preparan para pasar otra noche a la intemperie. Polic¨ªas en motocicletas recorren el pueblo explicando a los residentes por altoparlantes que no es seguro entrar en sus casas por el riesgo de las r¨¦plicas del temblor. La gente intenta construir tiendas de campa?a con bamb¨² y s¨¢banas y ya hay cerca de 1.000 personas listas para dormir en los improvisados campamentos.?
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