Asilo en la UE insolidaria

En el a?o 2013, la Uni¨®n Europea culmin¨® la adopci¨®n del Sistema Europeo Com¨²n de Asilo (SECA). El programa ofrece algunas ventajas, pero su capacidad sistem¨¢tica para garantizar que ¡°ninguna persona sea repatriada a un pa¨ªs en que sufre persecuci¨®n¡±, as¨ª como ¡°la solidaridad entre los Estados miembros¡±, es cuestionable a la luz de las pol¨ªticas y de la pr¨¢ctica desarrolladas hasta el momento.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados informa de que solo este a?o 35.000 refugiados e inmigrantes han llegado por mar a las costas del sur de Europa, la mayor¨ªa de ellos procedentes de pa¨ªses destrozados por conflictos, el avance del Estado Isl¨¢mico o la violaci¨®n sistem¨¢tica de los derechos humanos (incluido el derecho a la libertad religiosa), como Siria, Irak, Somalia y Eritrea.

El SECA cuenta entre sus instrumentos con la directiva para la concesi¨®n de protecci¨®n temporal en caso de afluencia masiva de desplazados, que 14 a?os despu¨¦s de su adopci¨®n no ha sido nunca activada. Al contrario, el funcionamiento real del SECA penaliza a los Estados miembros cuyas fronteras exteriores permiten la llegada de refugiados y otros inmigrantes (como ha reconocido la propia Comisi¨®n Europea), ante la indiferencia consciente de los dem¨¢s, y envuelve a los solicitantes de asilo en una mara?a de procedimientos y recursos largos y costosos con escasas probabilidades de prosperar, prolongando as¨ª el sufrimiento de quienes cada d¨ªa dan testimonio de que se puede perder todo menos la esperanza.

Es cierto que Europa no podr¨ªa acoger a todos los que huyen de sus pa¨ªses. Pero tambi¨¦n es cierto que son los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo quienes acogen al 86% de los m¨¢s de 50 millones de desplazados en el mundo, y que la UE es la ¨²nica regi¨®n del mundo desarrollado que hasta la fecha se ha negado a adoptar un plan de reasentamiento que permita aliviar la presi¨®n sobre otros pa¨ªses de acogida. Al mismo tiempo, varios Estados europeos, entre ellos Espa?a, se encuentran entre los 10 mayores exportadores de armas del mundo, operaciones en ocasiones enmascaradas como cooperaci¨®n al desarrollo.

En las sociedades desensibilizadas de hoy, en las que la deshumanizaci¨®n del otro nos deshumaniza a todos, es necesario recordar que la ley existe para desarrollar un ideal de justicia al servicio de la persona humana y exigir una aplicaci¨®n del SECA que sea coherente con los valores que la UE profesa.

Mar¨ªa Teresa Gil Bazo es profesora de Derecho Internacional en la Universidad de Newcastle, en Reino Unido.