Santos bajo fuego amigo y el enemigo en La Habana
Quienes est¨¢n llamados a construir el rumbo se dedican a peleas innecesarias mientras la corrupci¨®n sigue rampante
Una costumbre muy colombiana es buscarle sucesor al reci¨¦n posesionado. En cualquier cargo. Pero especialmente el de presidente de la Rep¨²blica. Faltan m¨¢s de tres a?os para las elecciones presidenciales en Colombia. Pareciera que Juan Manuel Santos no tiene un gabinete sino un ramillete de candidatos prematuros entregados a sus propias ambiciones pol¨ªticas en nombre de una patria que es sometida cada tanto a una encuesta para medirse ellos mismos en torno a la favorabilidad o desfavorabilidad que tienen. Mientras, los temas de fondo se ven afectados por esas controversias.
Pierde el Gobierno y pierde el pa¨ªs cuando los altos funcionarios convierten en enemigos a sus colegas. Lo vimos esta semana cuando el acad¨¦mico ministro de Salud, Alejandro Gaviria, plante¨® la suspensi¨®n del uso del glifosato para la erradicaci¨®n de los cultivos il¨ªcitos y defender la salud de los campesinos y la vida de la tierra, y el ministro de Defensa lo desafi¨® d¨¢ndole al pa¨ªs una cifra creciente de hect¨¢reas sembradas con coca. Primer candidato. Se llama Juan Carlos Pinz¨®n. Se le ha atravesado adem¨¢s al proceso de paz porque no sabe hacer la guerra en silencio. Lo seduce un arma peligrosa: el micr¨®fono.
Un segundo candidato, como Pinz¨®n, de las entra?as de la derecha, parece ser el procurador Alejandro Ord¨®?ez. A pesar de su conocido apego a los preceptos religiosos, pec¨® usando parcialmente los estudios del Instituto Nacional de Salud para avalar su posici¨®n en favor de la fumigaci¨®n, anunci¨® que demandar¨¢ el decreto y reiter¨®, como cada semana, sus posiciones contra los derechos de la comunidad LGTBI. En contraposici¨®n, el pa¨ªs asisti¨® al discurso sorpresivo de monse?or Juan Vicente C¨®rdoba, a quien se le fue la lengua en una defensa aparente de la comunidad homosexual: "No sabemos si alguno de los disc¨ªpulos de nuestro se?or era mariconcito, no sabemos si Mar¨ªa Magdalena era lesbiana, no sabemos, parece que no, porque bastantes pasaron por sus piernas". Act¨²a monse?or tambi¨¦n como candidato tratando de acercar a la Iglesia a los seguidores que le quitan d¨ªa a d¨ªa otras congregaciones cristianas. Y se equivoca con un lenguaje que no le hace honor a su posici¨®n. Qu¨¦ pena.
Mientras tanto, desde la capital m¨¢s cercana a la frontera con Venezuela, donde se descubrieron recientemente fosas con desaparecidos y el r¨¦gimen de Maduro deporta colombianos, otro candidato, el vicepresidente Germ¨¢n Vargas Lleras se enfrenta por recursos con el Ministro de Hacienda, Mauricio Cardenas, tambi¨¦n potencial candidato conservador. Estoy fatigado, dijo Vargas, porque no le giran el dinero para las carreteras con las que espera transformar a Colombia, que parece condenada a un atraso de m¨¢s d¨¦cadas en su infraestructura. Colombia tiene un solo metro, y no en la principal ciudad del pa¨ªs.
Entre tanto, quien es llamado a garantizar la justicia, reparte sus d¨ªas entre los medios y dando peleas con el Congreso y con varios ministros para defender a unas cortes que se corrompieron bajo la presidencia del ahora senador ?lvaro Uribe y que se niegan a perder el r¨¦gimen de impunidad en que se esconden. Este es fiscal general de la naci¨®n, Eduardo Montealegre, quien adem¨¢s propone una constituyente para reformar la justicia, en la que tambi¨¦n los guerrilleros puedan sentarse a legislar sin pagar por todas las v¨ªctimas que siguen dejando regadas por el pa¨ªs. Y desde Londres, Sergio Jaramillo, que ojal¨¢ no se est¨¦ creyendo candidato, cobijado en el cargo de Alto Comisionado de Paz, notifica a los colombianos de su inter¨¦s por traer al extraditado Sim¨®n Trinidad de una c¨¢rcel en Estados Unidos a la mesa de La Habana, dinamitando el esquivo consenso que necesita el proceso de paz.
Hemos tenido ¨¦pocas oscuras en Colombia. Pero al menos entonces ten¨ªamos claro qui¨¦n era el enemigo. Hoy quienes est¨¢n llamados a construir el rumbo se dedican a peleas innecesarias mientras la corrupci¨®n sigue rampante, los recursos se despilfarran en el nombre de la mermelada con la que calman los cabellos rebeldes de sus nuevos ministros y las FARC manejan, como siempre, los tiempos. Presidente Santos, est¨¢ usted bajo fuego amigo en Colombia y en La Habana tiene al enemigo, descansando.
*Diana Calder¨®n es directora de Informativos y Hora 20 de Caracol Radio Colombia. @dianacalderonf
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