Choque de dinosaurios
China, a trav¨¦s de las infraestructuras, y Estados Unidos, a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa, lo condicionan todo en Am¨¦rica Latina
La batalla que se libra sobre, por y con Am¨¦rica Latina tiene dos jugadores. Por un lado, Estados Unidos de Am¨¦rica ¡ªantes, a trav¨¦s del Gran Palo, los marines y el lema ¡°Am¨¦rica para los americanos¡±; hoy, con la balanza de pagos y sobre todo, con la tecnolog¨ªa¡ª. Washington est¨¢ de vuelta en la zona y con nuevas fuerzas.
Por otro lado, los chinos. En tan s¨®lo 21 d¨ªas, la Rep¨²blica Popular China ¡ªacosada por su propia corrupci¨®n¡ª, ha invertido en el para¨ªso de la corrupci¨®n latinoamericana m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares, lo que refrenda la promesa del presidente, Xi Jinping, de invertir m¨¢s de 250.000 millones de d¨®lares en la pr¨®xima d¨¦cada.
?Espa?a adoptar¨¢ la estrategia de apoyar la ofensiva china?o jugar¨¢ un papel centrado en el lenguaje de apoyo comercial a EE UU ?
Para que Am¨¦rica no estalle, necesita autopistas, aeropuertos, colegios y hospitales. Requiere una red de infraestructuras que evite lo que, con gran acierto, el doctor Kontsevich denomina la revoluci¨®n de las expectativas. Es decir, ¡°las esperanzas viajan en ascensor y la realidad lo hace por las escaleras¡±.
Los estadounidenses controlan Am¨¦rica gracias a su hegemon¨ªa tecnol¨®gica. Por su parte, los chinos utilizan las infraestructuras como entrada a la regi¨®n para poder competir despu¨¦s en el ¨¢mbito tecnol¨®gico.
La Uni¨®n Europea ha perdido su valor como referente en Am¨¦rica Latina. No importa que el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, con grandes reflejos haya sido el primero en viajar a La Habana para intentar que Francia se aprovechara de la apertura comercial y de la vuelta a la normalidad legal y democr¨¢tica del orden cubano. Europa no importa nada.
Por eso me pregunto: ?Espa?a adoptar¨¢ la estrategia de apoyar la ofensiva china, cuyo sistema se basa en la corrupci¨®n, o jugar¨¢ un papel centrado en el lenguaje de apoyo comercial estadounidense?
Para que Am¨¦rica no estalle, necesita autopistas, aeropuertos, colegios y hospitales
La realidad es una: China y Estados Unidos lo condicionan todo. Si dudan, vean c¨®mo son ahora las relaciones comerciales. Pese a que desde 2001, Bin Laden hizo que Estados Unidos desviase la vista de Latinoam¨¦rica, permitiendo una libertad nunca antes conocida, Washington nunca dej¨® de ser su principal socio comercial. En los ¨²ltimos 14 a?os, el intercambio comercial anual ronda los 850.000 millones de d¨®lares.
Por su parte, aunque en ese mismo a?o el gigante asi¨¢tico ingres¨® en la OMC y logr¨® que su balanza comercial pasara de 12.000 millones de d¨®lares a 289.000 millones de media, Pek¨ªn no ha dejado de ser el segundo actor comercial m¨¢s importante para Latinoam¨¦rica. Adem¨¢s, la lucha del vecino del Norte con los chinos lleva a un desgaste y a un modelo social que ha pasado de comprar todas las materias primas a tener que comprar la financiaci¨®n de las infraestructuras.
Estados Unidos est¨¢ dispuesto a financiar en la regi¨®n el control militar y la cooperaci¨®n comercial. Pero su financiaci¨®n de las infraestructuras no es tan diferente de lo que suelen hacer los chinos. Es decir, el monopolio absoluto de sus empresas y exigir un proceso puro, democr¨¢tico y anticorrupci¨®n para los dem¨¢s, pero no para ellos.
Si hoy el gran problema de los pa¨ªses latinoamericanos, como Brasil, M¨¦xico y Argentina, es la lucha contra la corrupci¨®n, ?c¨®mo piensan desarrollar sus infraestructuras sobre uno de los sistemas m¨¢s corruptos del mundo que incluso le quita el sue?o al presidente chino?
No hay que olvidar que existen diferentes grados de tolerancia. Desde que tomase las riendas del Partido Comunista en 2012, Xi Jinping se ha propuesto ¡°disciplinar al partido¡± integrado por unos 90 millones de miembros. Su lema ¡°matar tigres y aplastar moscas¡± se ha traducido en 414.000 funcionarios sancionados, m¨¢s de 200.000 procesados por casos de corrupci¨®n y 150 m¨¢s que han encontrado ¡ªno se sabe por cu¨¢nto tiempo¡ª refugio en Estados Unidos.
Todo apunta a que Am¨¦rica Latina no podr¨¢ tener una buena salida. Debe elegir ¡ªsi es que puede hacerlo¡ª entre Estados Unidos y China, bajo la premisa de que, aunque lo que necesita es infraestructura, el control lo da la tecnolog¨ªa. Inevitablemente, eso lleva a que los estadounidenses deseen consolidar su gran poder tecnol¨®gico en la regi¨®n y que los chinos que han logrado entrar al continente a golpe de cheque ¡ªpor las infraestructuras¡ª se hagan despu¨¦s con la tecnolog¨ªa.
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