Cristina permanece
La presidenta argentina lo tiene todo dispuesto para ser ¨¢rbitro indiscutible del poder
Tras 26 a?os como servidora del Estado argentino, ocho como presidenta y 18 como legisladora, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner (CFK en la telegraf¨ªa local), dejar¨¢ el poder el pr¨®ximo 10 de diciembre, a la terminaci¨®n de su mandato. Un extranjero que no haya cursado estudios de peronismo ¡ªque no acaban nunca¡ª podr¨ªa creer que se retira a un reposo bien merecido. Pero nada m¨¢s lejos de la realidad.
El 26 de octubre habr¨¢ elecciones presidenciales, y CFK lo tiene todo dispuesto para que un resultado que mantenga al peronismo en la Casa Rosada y la mayor¨ªa en el Congreso, la convierta en ¨¢rbitro indiscutible del poder as¨ª como prepare un regreso a la presidencia, a la que no pod¨ªa optar ahora por exigencias constitucionales. Y para ello ten¨ªa que designar como eventual sucesor a quien menos le gustaba del justicialismo: Daniel Scioli, de cristo-kirchnerismo m¨¢s que dudoso. A ese fin le ha endosado un vicepresidente, Carlos Zannini, que es la clonaci¨®n servicial de s¨ª misma; el que dijo frase tan elocuente como: ¡°A la presidenta no se le habla, se le escucha¡±. Kirchner ha cuidado de que una mayor¨ªa de fieles, dirigidos por su propio hijo, M¨¢ximo, opten a esca?os en el Parlamento, que presidir¨¢ Zannini, con la intenci¨®n de levantar otro muro contra cualquier arrebato presidencialista de Scioli. M¨¢s que una tela de ara?a pretende ser una celda con barrotes, pero tanta precauci¨®n denota el sano respeto que inspira el poder de la presidencia, con la previsible negativa del designado a hacer de don Tancredo.
Pero todo puede que sea solo el cuento de la lechera. El 9 de agosto se celebrar¨¢n las primarias PASO (Primarias Abiertas Simult¨¢neas y Obligatorias), en las que, salvo el binomio Scioli-Zannini, que no tiene contrincante, el resto de fuerzas pol¨ªticas decidir¨¢ sus candidaturas, y cobra fuerza la que hoy ser¨ªa principal fuerza de oposici¨®n, la combinaci¨®n de Mauricio Macri, (fundador del PRO) candidato a la presidencia, y Gabriela Michetti, a la vicepresidencia. Hace solo unas semanas la trifulca era intramuros del peronismo, entre Scioli y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, por los favores de la presidenta, y externamente, con el peronismo renovador de Sergio Massa. Pero el l¨ªder disidente parece hoy incapaz de competir con el poderoso im¨¢n pol¨ªtico y econ¨®mico del oficialismo.
Las pugnas electorales se definen en Argentina desde el kirchnerismo y antikirchnerismo. El primero ha creado un relato de proyecto popular contra los enemigos del pueblo y sus cipayos, de la prensa de oposici¨®n, respaldado por un generoso asistencialismo a las clases populares. Frente a ello, el macrismo-radicalismo, m¨¢s la Coalici¨®n C¨ªvica de Elisa Carri¨®, ha atacado los flancos del poder: autoritarismo, colonizaci¨®n de los cuerpos intermedios de la sociedad, apropiaci¨®n de los recursos del Estado, y fatiga del kirchnerismo protodin¨¢stico. Pero a Macri le podr¨ªa favorecer, en ¨²ltimo t¨¦rmino, enfrentarse a un candidato al que el poder querr¨ªa en arresto domiciliario, en lugar del verdadero contrincante, la poderosa dama de la Casa Rosada.
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