El imperio de Sinaloa no claudica
La evasi¨®n del capo es una se?al de poder de un cartel que naci¨® en una sierra pobre, se convirti¨® en la trasnacional de la droga y se consider¨® menguado con su jefe entre rejas
![Pablo de Llano Neira](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F54da206b-fa41-42c8-82c2-74ee2ad5197f.jpg?auth=a032241d3c2b4915c0391add9de332ed056bbfffaff10a8bc7a2ce230552b1db&width=100&height=100&smart=true)
![La sierra de Sinaloa, cuna del cartel.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CGLAL5N63R6QETML5PYQJFE2HI.jpg?auth=46b70eb7e49a09a2911f0bfbc5f305e5a927ef9b1c2f5dbe68df2359d964f8d6&width=414)
Con la fuga de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, de 58 a?os, el poder del cartel de Sinaloa parece menos menguado de lo que se supon¨ªa. La evasi¨®n de su n¨²mero uno de un presidio de m¨¢xima seguridad en M¨¦xico refrenda la capacidad operativa de la gran trasnacional de la droga.
El cartel que naci¨® en la primera mitad del siglo XX en una sierra mexicana es hoy una plataforma global del narcotr¨¢fico que interconecta n¨²cleos de producci¨®n y consumo. Se calcula que los sinaloenses tienen 60.000 kil¨®metros cuadrados de sembrad¨ªos de marihuana y amapola en M¨¦xico. Son los principales mayoristas de coca¨ªna sudamericana en Estados Unidos y en Europa. Controlan las rutas terrestres en Centroam¨¦rica. Trafican hero¨ªna de Oriente Medio. Con precursores qu¨ªmicos asi¨¢ticos cocinan en sus laboratorios toneladas de metanfetamina. Seg¨²n la fundaci¨®n InSight Crime operan en 50 pa¨ªses y sus negocios incluyen trata de personas, prostituci¨®n, robo de gasolina, tr¨¢fico de armas y lavado de dinero. A Guzm¨¢n, Forbes lo ha incluido entre las grandes fortunas del mundo. Y los capos hist¨®ricos de la c¨²pula, adem¨¢s del l¨ªder m¨¢ximo reci¨¦n huido, permanecen en pie ¡ªo al menos no hay quien pruebe lo contrario¡ª.
El principal lugarteniente de Guzm¨¢n, el experimentado Ismael El Mayo Zambada, 67 a?os, sigue libre tras medio siglo traficando sin pisar la c¨¢rcel. El otro socio de?El Chapo?con m¨¢ximos galones, el supuesto mu?idor de pactos del cartel Juan Jos¨¦ Esparragoza?El Azul, 66 a?os,?es un espectro: en 2014 hubo rumores de que muri¨® de un infarto pero desde entonces no ha habido una confirmaci¨®n oficial de si es un capo difunto o un capo oculto que se hizo pasar por difunto.
![Ismael El Mayo Zambada.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/U3NF5JTE6YNH7WSHMF77GOT4KM.jpg?auth=cbb094843ff5ec2810b075332152487509a20e45175013611f06856045e3cbce&width=414)
Rafael Caro Quintero, 62 a?os, fue puesto en libertad en 2013 tras 28 a?os preso por el asesinato de un agente de la DEA y despu¨¦s de salir de la c¨¢rcel en M¨¦xico, y tras tremendo enfado de EE UU por su liberaci¨®n, las autoridades mexicanas lo han vuelto a buscar sin ¨¦xito. Se especula que el conocido en sus tiempos como Narco de Narcos se esconde protegido por sus sicarios en la sierra de Badiraguato, la monta?a ¨¢rida y escarpada d¨®nde naci¨® el cartel de Sinaloa.
En una entrevista concedida en alg¨²n rinc¨®n de M¨¦xico por El Mayo al fallecido periodista Julio Scherer, Zambada le contaba al reportero c¨®mo viv¨ªan los suyos en la sierra. ?l, con su esposa, cinco mujeres a mayores, 15 nietos y un bisnieto:?"Ellas, las seis, est¨¢n aqu¨ª, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protecci¨®n, mi tierra".
Cuando Guzm¨¢n fue detenido en 2014, en el interrogatorio le preguntaron por qu¨¦ en vez de esconderse en una ciudad tur¨ªstica de Sinaloa como Mazatl¨¢n no se hab¨ªa ido a la sierra. El capo explic¨® que pensaba hacerlo despu¨¦s de ver a su mujer y a sus hijos, que estaban en Mazatl¨¢n. M¨¢s all¨¢ de que tuviese o no razones emocionales para no ir directo al monte, tal vez su captura no hubiese sido posible si El Chapo hubiese alcanzado la sierra en su enloquecida huida.
![Caro Quintero en 2005.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/J5FBWNCWIV3KFKHRKTAQTCOKFE.jpg?auth=f2062cd6a921b7441be821d95b2c59d8b1fcfbb7c49255ef6a59295325c6abc4&width=414)
En la sierra de Sinaloa o donde quiera que sea, por tanto, y a la espera del desenlace de la gran evasi¨®n esta noche del Chapo, a los sinaloenses le quedan, en teor¨ªa, cuatro mandamases en activo o, al menos, probablemente vivos. Guzm¨¢n, Zambada, Esparragoza y Caro Quintero. Y tambi¨¦n hay que contar con otro duro del cartel, m¨¢s joven que ellos:?D¨¢maso L¨®pez N¨²?ez, conocido como El Lic o El Licenciado, que ronda los 50 a?os de edad, expolic¨ªa judicial en Sinaloa.
Resulta una idea fantasiosa en extremo imaginar una cumbre en la sierra de Sinaloa de todos los capos hist¨®ricos del cartel. Pero tambi¨¦n era alta ciencia ficci¨®n pensar que Guzm¨¢n, el reo m¨¢s preciado de M¨¦xico, podr¨ªa emprender una segunda huida de prisi¨®n. La ¨²nica se?al inequ¨ªvoca que deja este episodio hollywoodiense que continua la leyenda del sucesor hist¨®rico de Al Capone y Pablo Escobar es que a los sinaloenses no se les puede dar por menguados. Disgregados los antiguos carteles colombianos, descabezados en M¨¦xico Los Zetas, el Cartel del Golfo, la familia Beltr¨¢n Leyva y los Caballeros Templarios, con el grupo Jalisco Nueva Generaci¨®n como brote de poder criminal m¨¢s reciente, los sinaloenses reclaman el trono del Chapo y sus coroneles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.