Israel, el ¨²ltimo tab¨²
La perspectiva del acuerdo nuclear reaviva la aversi¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica hacia ¡°el r¨¦gimen sionista¡±
La cita es para hablar de c¨®mo va a afectar el eventual acuerdo nuclear a Oriente Pr¨®ximo. Sin embargo, Foad Izadi, profesor de Estudios de Am¨¦rica del Norte en la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad de Teher¨¢n, termina siempre refiri¨¦ndose al ¡°peso del lobby jud¨ªo¡± en Estados Unidos. Para ¨¦l, su influencia frena el levantamiento de las sanciones, es responsable de las exigencias de ¨²ltima hora en Viena, e impedir¨¢ que la regi¨®n se beneficie del pacto. Roto el tab¨² del di¨¢logo con Washington, la Rep¨²blica Isl¨¢mica mantiene la aversi¨®n hacia Israel como pilar inamovible de sus valores revolucionarios.
¡°Ir¨¢n no enfoca la cuesti¨®n palestina en t¨¦rminos sectarios¡±, subraya Izadi tras se?alar que si no hubiera apoyado a Ham¨¢s y a Yihad Isl¨¢mica (grupos sun¨ªes, frente al chi¨ªsmo preponderante en Ir¨¢n) hubiera tenido menos problemas. Tres d¨ªas antes, durante la celebraci¨®n de la jornada de Jerusal¨¦n, el l¨ªder de la plegaria, el ayatol¨¢ Ahmad Jatam¨ª, vino a decir otro tanto cuando asegur¨® que se les hab¨ªa ofrecido ¡°m¨¢s flexibilidad en las negociaciones nucleares¡± si reconoc¨ªan al "r¨¦gimen sionista". Tanto ¨¦l como el presidente del Parlamento, Ali Lariyan¨ª, que tambi¨¦n intervino en la ceremonia, rechazaron esa posibilidad.
La posici¨®n oficial, repetida ese d¨ªa, apoya el regreso de los refugiados palestinos y un refer¨¦ndum sobre el futuro del pa¨ªs que considera ¡°tierra musulmana¡±. Esas exigencias van m¨¢s all¨¢ de lo que los propios palestinos han aceptado en los acuerdos de Oslo, pero algunos observadores iran¨ªes intuyen que, de alcanzarse el acuerdo nuclear, se radicalizar¨¢n como contrapunto.
La enemistad con Israel sirve de elemento aglutinador. Los chi¨ªes son especialmente sensibles ante las injusticias y la actuaci¨®n israel¨ª en Gaza y Cisjordania facilita a diario argumentos para respaldar el rechazo. Pero m¨¢s all¨¢ de la solidaridad con los palestinos ante los abusos del ocupante, la enemistad se ha ahondado en las ¨²ltimas d¨¦cadas con asuntos como el apoyo israel¨ª a los disidentes iran¨ªes Muyahid¨ªn Jalq, sus advertencias ante el programa at¨®mico y las operaciones encubiertas que se atribuyen a sus servicios secretos, entre ellas el asesinato de varios cient¨ªficos nucleares; mientras que Tel Aviv ha responsabilizado a agentes iran¨ªes del ataque a su embajada en Buenos Aires en 1992 y a la mutua jud¨ªa (AMIA) dos a?os m¨¢s tarde, adem¨¢s de haber sufrido las provocaciones del ex presidente Ahmadineyad (2005-2013) con su empe?o en cuestionar el Holocausto y anunciar la desaparici¨®n de Israel.
No siempre ha sido as¨ª. Aunque Ir¨¢n estuvo entre las 13 naciones que en 1947 votaron contra el plan de la ONU para la partici¨®n de Palestina, luego fue el segundo pa¨ªs de mayor¨ªa musulmana en reconocer a Israel. Sin embargo, la luna de miel que ambos vivieron durante la ¨¦poca del shah, el pro occidental Mohammad Reza Pahlavi, concluy¨® con la revoluci¨®n de 1979 y la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. El ayatol¨¢ Jomeini declar¨® a Israel ¡°enemigo del islam¡± y cort¨® todos los lazos comerciales y diplom¨¢ticos. La que hasta entonces hab¨ªa sido embajada israel¨ª en Teher¨¢n fue entregada a la OLP, entonces representante oficioso de los palestinos.
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