La impunidad es la mayor tragedia de Veracruz y de todo M¨¦xico

El terrible asesinato de cinco personas el pasado 31 de julio en la Ciudad de M¨¦xico, entre quienes se encontraban el fotoperiodista Rub¨¦n Espinosa y la activista Nadia Vera, ambos amenazados por las autoridades de Veracruz, no es m¨¢s que la manifestaci¨®n m¨¢s reciente de un problema estructural que padece no s¨®lo el Estado de Veracruz, sino M¨¦xico como naci¨®n. Se trata de la impunidad, de la incapacidad del sistema de justicia mexicano para castigar los cr¨ªmenes y delitos, cualesquiera que ¨¦stos sean y quienesquiera que sean sus responsables.

La impunidad ha sido la columna vertebral del viejo r¨¦gimen y su subsistencia, a pesar de la fr¨¢gil transici¨®n a la democracia, explica en buena medida la crisis de inseguridad que ha padecido el pa¨ªs en los ¨²ltimos 10 a?os. La impunidad es grav¨ªsima en el plano penal, pero a¨²n m¨¢s trat¨¢ndose de los delitos cometidos por pol¨ªticos profesionales, que nunca reciben castigo.

M¨¢s de la mitad de las agresiones sufridas por periodistas en M¨¦xico son imputables a pol¨ªticos

Se ha denunciado m¨²ltiples veces la responsabilidad de pol¨ªticos en activo por amenazas, intimidaci¨®n y agresi¨®n, no s¨®lo a periodistas, sino a activistas civiles, acad¨¦micos y a todo aquel que emite una opini¨®n que desagrada al poder. M¨¢s de la mitad de las agresiones sufridas por periodistas en M¨¦xico son imputables a pol¨ªticos. La impunidad tambi¨¦n se expresa en la corrupci¨®n rampante que vive el pa¨ªs, que no es detenida por ninguna instituci¨®n de las m¨²ltiples que succionan el presupuesto p¨²blico, sin tener capacidad alguna para detener el saqueo.

Si algo percibe la poblaci¨®n mexicana es que no hay castigo para los delitos econ¨®micos, pol¨ªticos y penales que cometen los servidores p¨²blicos. La m¨¢s radical impunidad se ha expresado recientemente en las ejecuciones extrajudiciales de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hace casi un a?o y de 42 presuntos criminales en Tanhuato, norte de Michoac¨¢n, dos meses y medio atr¨¢s.

Si bien la impunidad empieza en la misma c¨²spide del poder, lo cierto es que sus peores expresiones devienen del brutal autoritarismo subnacional que la naci¨®n padece. En la gran mayor¨ªa de los estados hay una represi¨®n m¨¢s o menos abierta a todo aquel que osa criticar la labor de los gobernadores, y subsisten las pr¨¢cticas del viejo r¨¦gimen de control de los medios v¨ªa compra de espacios y conciencias, y de control politico v¨ªa clientelismo generalizado y represi¨®n de l¨ªderes sociales inc¨®modos.

Un crimen claramente pol¨ªtico, el de la periodista Regina Mart¨ªnez en 2012 inaugur¨® una nefasta nueva tendencia de agresiones a periodistas en Veracruz

Dentro de ese contexto Veracruz destaca por ser el peor caso: es el estado donde m¨¢s periodistas han muerto o desaparecido, o han tenido que irse. La violencia ha afectado m¨¢s a periodistas locales con empleos precarios que denunciaron al autoritarismo municipal o al crimen organizado. Deespu¨¦s de varios asesinatos de periodistas atribuidos al crimen organizado en 2011, un crimen claramente pol¨ªtico, el de la periodista Regina Mart¨ªnez en 2012 inaugur¨® una nefasta nueva tendencia de agresiones a periodistas por razones pol¨ªticas, ninguno de los cuales ha sido castigado. Es as¨ª que el crimen m¨¢s reciente s¨®lo puede entenderse como una consecuencia, directa o indirecta, de este clima perverso que ha anulado de facto el derecho a la libre expresi¨®n de las ideas.

El vaciamiento de la democracia mexicana no se expresa solamente en esta represi¨®n de los actores del espacio p¨²blico, sino en la colonizaci¨®n de las instituciones que deber¨ªan de garantizar los derechos de los ciudadanos. Los institutos de transparencia, las instituciones electorales, las comisiones de derechos humanos, las contralor¨ªas y ¨®rganos de fiscalizaci¨®n estatales, se han convertido en meros instrumentos de los gobernadores.

Mientras no pongamos un alto al c¨¢ncer de la impunidad, M¨¦xico seguir¨¢ precipit¨¢ndose en un escenario de violencia y de descomposici¨®n de su fr¨¢gil democracia.

Alberto J. Olvera es Profesor-Investigador del Instituto de Investigaciones Hist¨®rico-Sociales de la Universidad Veracruzana.