La inmigraci¨®n desborda Atenas
Cientos de migrantes viven en los parques en espera de seguir hacia Occidente Pagan a las mafias entre 2.000 y 10.000 euros para cruzar desde Siria o Afganist¨¢n
Al tiempo que los turistas y los griegos viajan a las islas para disfrutar del verano, docenas de peque?as embarcaciones con un millar de personas a bordo arribaban este lunes a las costas griegas. Llegan desde Turqu¨ªa y en penosas traves¨ªas, que pueden variar entre una semana y tres meses, seg¨²n su nacionalidad. Atenas es la primera parada en Occidente y el lugar de tr¨¢nsito para los migrantes que huyen de las guerras en Oriente.
¡°Espero reunirme con mi hijo en Hamburgo, y de ah¨ª empezar una vida mejor¡±, relata una exhausta Irham Haidi, afgana de 32 a?os. Como tantos otros, Haidi mand¨® a su hijo hace seis meses a recorrer la misma ruta que ella repite ahora con su marido y otros dos de sus chiquillos. Originarios de Ghazni (este de Afganist¨¢n), los Haidi han recorrido en 75 d¨ªas los 5.600 kil¨®metros que separan su poblado de la capital griega. A pie, en autobuses o pateras han cruzado tres fronteras atravesando Ir¨¢n y Turqu¨ªa.
La llegada de indocumentados pone a prueba a las instituciones
Ante la descoordinaci¨®n y la falta de medios, la avalancha de inmigrantes de los ¨²ltimos meses ha desbordado a las instituciones griegas que ven a decenas de miles de inmigrantes transitar por sus calles. A pesar de la austeridad que asola a los griegos desde hace a?os, las redes de voluntarios se han convertido en clave para la acogida de las personas que llegan en situaci¨®n irregular. Convierten lugares p¨²blicos abandonados, como un camping en la isla de Lesbos, un hotel en la de Kos o un parque en Atenas, en dormitorios transitorios.
Cincuenta vecinos del barrio de Exarcheia proveen asistencia m¨¦dica, agua y alimentos ¡ªincluso juegos para los ni?os¡ª a los m¨¢s de 400 afganos que acampan en el parque Pedion Tou Areos de Atenas. ¡°Al llegar a las islas, los afganos obtienen un documento que les proporciona hasta 30 d¨ªas para abandonar el pa¨ªs sin ser repatriados. Los sirios tendr¨¢n seis meses¡±, explica Balbis, un voluntario griego. ¡°Es nuestra obligaci¨®n como seres humanos ayudarles. Puede que en dos meses estemos igual que ellos¡±, se lamenta el hombre.
Grecia se ha convertido en la puerta de entrada a Europa m¨¢s frecuentada en los ¨²ltimos tiempos.
En lo que va de a?o, 124.000 migrantes han entrado por el pa¨ªs heleno, m¨¢s del doble que en los seis primeros meses de 2014. La mayor¨ªa llega tratando de huir de la guerra que se agrava en sus pa¨ªses. Pero solo unos 6.200 han solicitado asilo en territorio griego, el 64% de ellos son sirios, el 20% afganos. ¡°Se trata de una situaci¨®n de emergencia cr¨ªtica y muy dram¨¢tica¡±, advierte Giorgos Tsarbipopulos, m¨¢ximo responsable de ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados) en Grecia. ¡°Los n¨²meros no hacen m¨¢s que aumentar. Grecia e Italia solas no pueden hacerles frente. Se necesita una pol¨ªtica europea¡±, a?ade.
Los migrantes siguen las se?as que sus conciudadanos van dejando en el camino. Dependiendo de los ahorros, optar¨¢n por una ruta m¨¢s r¨¢pida y cara, o m¨¢s barata y larga. Quienes pueden permit¨ªrselo pagar¨¢n hasta 2.000 euros desde Siria (el salario medio anual en ese pa¨ªs) para tomar un autob¨²s y luego una patera; o 6.000 desde Afganist¨¢n para llegar a Atenas. Los que no, recurren a la aplicaci¨®n Google Maps, que se ha convertido en la gu¨ªa oficial versi¨®n low cost para los migrantes sin recursos, que confeccionan su propia ruta de escape. Los que no tienen apenas ahorros compran barcazas en las costas turcas por 300 euros, que tratan de dirigir a Grecia con la ¨²nica ayuda de un GPS.
Entre arbustos y sobre mantas, los Haidi recuperan fuerzas junto a otros 400 afganos en el parque Pedion Tou Areos. Dos semanas atr¨¢s, los drogodependientes y vagabundos que habitaban este c¨¦ntrico jard¨ªn eran desplazados por centenares de migrantes en situaci¨®n irregular. Hoy, decenas de tiendas de campa?a alternan con las estatuas de l¨ªderes griegos revolucionarios y alg¨²n que otro sin techo local. La mayor¨ªa son de etnia hazara, que como los Haidi son perseguidos en Afganist¨¢n.
¡°Los talib¨¢n y el Estado Isl¨¢mico nos consideran ap¨®statas. Nos persiguen y acosan. No nos queda m¨¢s que emigrar si queremos mantener la cabeza sobre los hombros¡±, espeta Ibrahim, de 28 a?os y originario de Konduz. Muchos aseguran que han sido atacados a tiros o apaleados por la polic¨ªa iran¨ª fronteriza en el camino. En lo que va de a?o, casi 3.000 personas que, como ¨¦l, intentaron cruzar el Mediterr¨¢neo no podr¨¢n contarlo; perdieron la vida tratando de cruzar a Europa.
Con las nuevas tecnolog¨ªas, el boca a oreja se llama Whatsapp. Las rutas var¨ªan seg¨²n el pa¨ªs de origen. Tambi¨¦n las zonas p¨²blicas donde duermen los migrantes que aguardan en Atenas para seguir el viaje se organizan por nacionalidades. Los sirios merodean por la plaza Ominia. All¨ª, cuatro j¨®venes sirios dejan caer sus pesadas mochilas. ¡°Acabamos de llegar de Kos¡±, responde con los ojos brillantes por la falta de sue?o Jol¨¢n Fayad, qu¨ªmico de 33 a?os.
Balsas de pl¨¢stico
Los cuatro j¨®venes abandonaron Damasco por tierra para subirse a un barco en las costas libanesas y llegar a Esmirna. En esta localidad costera turca convergen las rutas de afganos y sirios. ¡°En la plaza de Basma est¨¢n los pasadores ilegales. Son una mafia que cobran unos 1.000 euros el pasaje en balsa de pl¨¢stico, es alrededor de una hora de trayecto hasta la isla m¨¢s cercana¡±, explica Fayad. De all¨ª, se dirigen a Atenas en ferri.
Ante los ra¨ªles de la estaci¨®n central comienza la segunda fase del periplo de los indocumentados. Billete en mano, la familia Hadil, originaria de Deir Zor, hoy uno de los bastiones del Estado Isl¨¢mico (EI), sonr¨ªe. Por delante les queda atravesar Macedonia, Serbia y Hungr¨ªa ¡ªde hecho, Hungr¨ªa ultima la construcci¨®n de un muro en la frontera con Serbia para impedir estas llegadas¡ª o Austria. Muchos tratan de alcanzar Alemania, pa¨ªs que ven como la nueva tierra prometida.
¡°El camino no ser¨¢ f¨¢cil, pero cualquier cosa ser¨¢ mejor que morir bajo las bombas o exponerte a que EI te corte el cuello¡±, remarca Ramia, la benjamina del grupo.
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