Inundaciones
Argentina es un pa¨ªs que maltrata a su territorio y a su gente
Me cuesta decidir cu¨¢l mito griego representa mejor el drama argentino de la eterna repetici¨®n de sus crisis. Si el de S¨ªsifo, forzado a subir perpetuamente una piedra por una pendiente que termina rodando hacia abajo al llegar a la cima, o el de Prometeo, condenado a que sus entra?as fueran devoradas en la noche por un ¨¢guila, para verlas crecer durante el dia y volver a ser devoradas por la noche.
Ambos mitos, desde diferentes perspectivas, muestran la angustia de la eterna reproducci¨®n de las frustraciones. S¨ªsifo no aprende y debe repetir su imposible misi¨®n una y otra vez. Prometeo cree que cada vez ser¨¢ la ¨²ltima, para vivir o para morir, pero no puede frenar su agon¨ªa. Las inundaciones que azotan a la pampa h¨²meda son una met¨¢fora de estos mitos. Muestran hasta qu¨¦ punto una dirigencia pol¨ªtica puede condenar a su gente al sufrimiento recurrente por el vicio de pensar mas en el eterno presente que en el futuro.
Las inundaciones que hace 50 a?os eran llamadas "centenarias", hoy se repiten cada cinco a?os; y los niveles y da?os son cada vez peores. Y se repite el mismo folklore: agresi¨®n a la pobreza, bronca social, solidaridad enorme, explicaciones vac¨ªas, promesas de proyectos que nunca siquiera se licitan. Todo hasta la pr¨®xima inundaci¨®n.
Con la excusa h¨ªdrica tambi¨¦n se inventan m¨¦todos diversos de exacci¨®n fiscal, que terminan siendo usados con objetivos de clientelismo pol¨ªtico. Basta para ello ver los criterios de asignaci¨®n de recursos provenientes de estos Fondos durante la ¨²ltima d¨¦cada.
Las inundaciones muestran hasta qu¨¦ punto una dirigencia pol¨ªtica condena al sufrimiento por pensar mas en el presente que en el futuro
Por donde se le mire, Argentina es un pa¨ªs que maltrata a su territorio y a su gente, tal vez con la fantas¨ªa de la riqueza eterna. No hay ni se ejecuta ning¨²n master plan de ordenamiento territorial e h¨ªdrico. Tenemos los menores niveles de tratamiento de efluentes (24%) del mundo para pa¨ªses de desarrollo comparable. Entre 2001 y 2010 migraron al Conurbano bonaerense 1.1 millones de personas sin ning¨²n planeamiento, desbordando los ya escasos servicios b¨¢sicos y agregando nuevos traumas sociales a los ya existentes.
El calentamiento global brinda una nueva excusa para la falta de planeamiento, tratando de demostrar que la planificaci¨®n y el compromiso t¨¦cnico y pol¨ªtico nada pueden hacer frente a la adversidad. Pero cuando, como hoy sucede, no existe ning¨²n sistema de alerta nacional sobre fen¨®menos h¨ªdricos que permitan prever y actuar, el fen¨®meno se vuelve ingobernable. La situaci¨®n actual no fue un problema puntual, sino el resultado de una temporada de lluvias excesivas, por lo que podr¨ªa haberse avisado a la poblaci¨®n y evitar mucho sufrimiento.
Un sistema es la base de una respuesta colectiva. Cuando ese sistema no existe, todo queda librado a la acci¨®n individual, en la que siempre pierden los mas pobres, quienes tienen menos recursos para defenderse. La vida es entonces un encadenamiento de emergencias. Otra vez, el futuro no existe siquiera para alertar sobre sus consecuencias.
Todos estos vicios, se han profundizado ad infinitum en la ¨²ltima d¨¦cada por dos razones. La primera , porque ha desaparecido absolutamente el concepto de planificaci¨®n. Basta ver el desfasaje entre demanda y oferta de energ¨ªa, transporte y comunicaciones, que la econom¨ªa ha pagado en eficiencia y enorme costo financiero.
Esa carencia de objetivos de largo plazo, y las reticencias ideol¨®gicas, han limitado tambi¨¦n el acceso a los bancos multilaterales de cr¨¦dito, fuente ideal para encarar estas obras, distribuyendo racionalmente su costo entre generaciones.
?El sistema de control h¨ªdrico provincial no estaba en condiciones de advertir al gobernador sobre la gravedad real de la situaci¨®n?
Pero a ello hay que agregarle el tema de la asignaci¨®n de recursos. El gobierno ha funcionado sobre el supuesto de los recursos ilimitados, asumiendo compromisos que han superado en mucho su capacidad de recaudaci¨®n. Ello no hubiese sido cuestionable si el esfuerzo se hubiese dirigido a financiar inversiones que cambiasen las tendencias que han limitado nuestro desarrollo en el largo plazo.
Pero adem¨¢s de la falta de estrategia, much¨ªsimos recursos se han gastado con una perspectiva que puede ¡ªm¨ªnimamente¡ª calificarse de fr¨ªvola en t¨¦rminos de impacto social. Con una fracci¨®n de los subsidios que han recibido las clases medias y altas; se podr¨ªan haber financiado las obras necesarias.
El sinsentido y la falta de empat¨ªa se hacen m¨¢s evidentes con el inoportuno viaje del Gobernador Scioli, candidato a presidente, a Italia. De las muchas cr¨ªticas posibles, una no menor es la que se refiere a la falta de informaci¨®n: ?el sistema de control h¨ªdrico provincial no estaba en condiciones de advertir al Gobernador sobre la gravedad real de la situaci¨®n? En t¨¦rminos ¨¦ticos, es mucho menos grave no haber advertido a la m¨¢xima autoridad para que no cometiese semejante error pol¨ªtico, que no haber avisado a miles de ciudadanos para evitar el drama que est¨¢n viviendo. La falta de gesti¨®n muestra as¨ª la verdadera cara insensible de la pol¨ªtica, que intenta taparse con simbolog¨ªa partidaria.
Como los mitos citados al principio, Argentina podr¨¢ seguir indefinidamente sometida al castigo de no saber como construir su futuro. Pero los ciclos clim¨¢ticos son cada vez m¨¢s intensos, sus costos aumentan y ¡ªojal¨¢¡ª alg¨²n d¨ªa termine la paciencia y el futuro pase a ser un componente del presente.
Eduardo Amadeo es candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, PRO. Twitter @eduardoamadeo
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