El fiscal jefe de Par¨ªs acusa a El Khazzani de motivaci¨®n terrorista
El presunto autor del atentado vio en su tel¨¦fono, ya en el tren, un v¨ªdeo yihadista
El fiscal jefe de Par¨ªs y responsable antiterrorista, Fran?ois Molins, acus¨® este martes a Ayoub El Khazzani, el ciudadano marroqu¨ª de 25 a?os que el viernes atent¨® en un tren entre ?msterdam y Par¨ªs, de tentativa de asesinatos con motivaci¨®n terrorista, en vista de los indicios obtenidos durante la investigaci¨®n.?
En rueda de prensa, Molins justific¨® su acusaci¨®n en que "habr¨ªa viajado recientemente a Turqu¨ªa, v¨ªa posible de paso a Siria", que portaba un gran arsenal (llevaba entre otras armas 270 balas, un fusil de asalto y una botella de gasolina, precis¨®), as¨ª como las explicaciones "poco cre¨ªbles" de c¨®mo hab¨ªa obtenido esas armas. El fiscal tambi¨¦n habl¨® de la contradicci¨®n entre los escasos medios de subsistencia que afirmaba tener y la capacidad de pagar en efectivo 140 euros por un billete en primera clase en el tren.
Otro elemento que destac¨® el fiscal es que El Khazzani vision¨®, ya subido en el tren, "un v¨ªdeo que llama a acciones violentas en nombre de islam radical", que el sospechoso ten¨ªa un plan como muestra que rechazase tomar un tren anterior como le propuso la compa?¨ªa ferroviaria, y la "actitud resuelta" de usar las armas que relatan los testigos del suceso, en el que resultaron heridas tres personas.
En cuanto a su paso por Espa?a, Molins precis¨® que El Khazzani, natural de Tetu¨¢n, fue condenado y encarcelado por delitos comunes, como tr¨¢fico de estupefacientes o infracciones de tr¨¢fico, en varias ocasiones en Algeciras y Madrid. Fue, de hecho, Espa?a quien proporcion¨® a Francia una foto del sospechoso, detall¨®.?
Tras cuatro d¨ªas de interrogatorio en la subdirecci¨®n antiterrorista de la polic¨ªa judicial, en las afueras de Par¨ªs, los investigadores han descubierto varias pistas que apuntan a que el marroqu¨ª, que portaba un muy considerable arsenal, puede tener c¨®mplices. Hallaron dos tel¨¦fonos m¨®viles en su poder (uno de los cuales el supuesto terrorista activ¨® el d¨ªa del ataque) y cuando ya estaba detenido alguien desactiv¨® su cuenta de Facebook.
El agresor, que vivi¨® en Espa?a y al que la polic¨ªa espa?ola vincula con extremistas islamistas, comparecer¨¢ ante el juez, que decidir¨¢ sobre sus condiciones de detenci¨®n y los cargos por los que ser¨¢ imputado. El Khazzani asegura que encontr¨® una mochila repleta de armas en un parque de Bruselas y que pretend¨ªa atracar a los pasajeros, seg¨²n declar¨® su abogada de oficio, Sophie David. Pero los investigadores no dan cr¨¦dito a la versi¨®n del detenido, fichado por los servicios secretos por sus v¨ªnculos con el islamismo radical.
Los investigadores est¨¢n convencidos desde el principio de que El Khazzani contaba con c¨®mplices a tenor del arsenal del que dispon¨ªa: un fusil AKM, seg¨²n especific¨® hoy el fiscal, una pistola Luger y una decena de cargadores. La activaci¨®n del tel¨¦fono el mismo d¨ªa es una t¨¦cnica frecuente entre criminales que temen tener el tel¨¦fono pinchado e indicar¨ªa adem¨¢s que necesitaba estar en contacto con otras personas.
Otro elemento dirige a los investigadores hacia la pista de posibles c¨®mplices. El s¨¢bado por la noche, cuando El Khazzani estaba ya siendo interrogado en las dependencias de la polic¨ªa antiterrorista, alguien lo suficiente cercano al detenido para disponer de sus claves de acceso desactiv¨® su perfil en Facebook. El Khazzani ten¨ªa 76 ¡°amigos¡± en la red social. Tras los atentados de enero de Par¨ªs, contra la revista sat¨ªrica Charlie Hebdo y un supermercado jud¨ªo en los que murieron 17 personas, el asaltante del tren Thalys public¨® un fotomontaje de la guerra de Argelia, en el que criticaba a Occidente, ¡°una civilizaci¨®n terrorista y un Estado criminal¡± y acusaba a los ¡°jud¨ªos y los cristianos¡± de ser responsable ¡°del terrorismo¡±.
En paralelo se van conociendo m¨¢s detalles sobre su recorrido desde que a principios de 2014 los servicios secretos espa?oles alertaran a los franceses de su potencial peligrosidad y de su proyecto de mudarse a Francia. El Khazzani vivi¨® efectivamente en el pa¨ªs al menos durante dos meses, en los que trabaj¨® en la empresa de telefon¨ªa m¨®vil Lycamobile. En concreto, distribu¨ªa folletos para una oficina de la compa?¨ªa en Saint-Denis, en la periferia norte de Par¨ªs. Su contrato, del 3 de febrero al 3 de abril, no se renov¨® porque sus papeles no le permit¨ªan trabajar en Francia, seg¨²n relat¨® el director general de Lycamobile Service en Francia, Alain Jomichek.
Poco se sabe sobre sus andanzas a partir de entonces. Los servicios secretos franceses emitieron una ficha S, por Seguridad de Estado. Esta no implica una vigilancia autom¨¢tica, sino una suerte de alerta en caso de ser controlado por las fuerzas de seguridad o por las aduanas. Es as¨ª que las autoridades vuelven a seguir la pista El Khazzani en mayo de 2015 en Berl¨ªn, donde embarc¨® a bordo de un vuelo con destino a Estambul, desde donde podr¨ªa haber viajado a Siria a hacer la yihad (guerra santa). Durante su interrogatorio, El Khazzani neg¨® haber viajado a Siria e indic¨® haberse desplazado en los seis ¨²ltimos meses por B¨¦lgica, Alemania, Austria, Francia y Andorra, siempre en tren, seg¨²n relat¨® su abogada.
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