La victoria de un pueblo indignado
P¨¦rez Molina escucha impert¨¦rrito las grabaciones presentadas por el fiscal en su contra
![Jan Mart¨ªnez Ahrens](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa8d3d51b-63fb-4044-90fa-fc3e6fdae017.jpg?auth=71cb888c68a3f94c3df73f306ba94a01247a7b5ba098ef4cc58889f1128b4244&width=100&height=100&smart=true)
![Otto P¨¦rez en la Suprema Corte de Justicia de Guatemala](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7ZAKM54KPX3NGUSLQCNQRB52TM.jpg?auth=f463d1f6f251b2f041ed2575c834ccccc3d7ae27e316043e1bc8768aa3a1ec6f&width=414)
El general entr¨® en la sala del tribunal como un soldado. Se sent¨® en el banquillo de los acusados y esper¨® el ataque. Con el rostro seco de quien ha visto correr mucha sangre, Otto P¨¦rez Molina escuchaba las grabaciones presentadas por el fiscal en su contra. Conversaciones sonrojantes y secretas que, poco a poco, iban destapando el fraude aduanero que supuestamente encabez¨® con la vicepresidenta y antigua aspirante a Miss Guatemala, Roxana Baldetti. Una estructura paralela, denominada La L¨ªnea, que con apoyo de medio centenar de implicados, permiti¨® durante a?os la importaci¨®n de bienes sin pagar las tasas aduaneras. A cambio, la organizaci¨®n criminal cobraba gigantescos sobornos.
La imagen ten¨ªa la fuerza de las jornadas hist¨®ricas. Toda Guatemala pod¨ªa ver a trav¨¦s de la televisi¨®n al general victorioso, al presidente empecinado comparecer como un ciudadano m¨¢s ante la justicia. El hombre que solo doce horas era jefe de Estado, ve¨ªa ahora su destino en manos del implacable juez Miguel ?ngel G¨¢lvez, el mismo que d¨ªas antes hab¨ªa ordenado el encarcelamiento de la vicepresidenta.
No floje¨® P¨¦rez Molina. Como una fiera a punto de saltar, mantuvo el aplomo. Pero la batalla ya estaba perdida. En la calle, miles de personas festejaban su comparecencia judicial. El pa¨ªs disfrutaba de la victoria. Que fuese encarcelado o no, ya era secundario. La ola de indignaci¨®n desatada en abril contra la corrupci¨®n hab¨ªa logrado su objetivo. S¨¢bado tras s¨¢bado, decenas de miles de ciudadanos, armados solo con su furia y la dinamita de las redes sociales, hab¨ªan forzado el desafuero del presidente. Derribado el muro m¨¢s alto, ca¨ªdo el presidente, el final de la historia no importaba demasiado. Guatemala, una naci¨®n carcomida por la violencia y la pobreza, hab¨ªa dado una lecci¨®n al mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Jan Mart¨ªnez Ahrens](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa8d3d51b-63fb-4044-90fa-fc3e6fdae017.jpg?auth=71cb888c68a3f94c3df73f306ba94a01247a7b5ba098ef4cc58889f1128b4244&width=100&height=100&smart=true)