Solo una de cada seis titulaciones de derecho est¨¢ acreditada en M¨¦xico

Por las calles de la Ciudad de M¨¦xico no es dif¨ªcil encontrar anuncios de universidades que ofrecen estudiar la carrera de derecho en solo dos a?os y recibir el t¨ªtulo de abogado sin tesis o examen. Son anuncios atractivos, dirigidos a un p¨²blico sediento de oportunidades y con escasos recursos, pero que ocultan una trampa: de los 1.600 cursos de derecho que se ofertan en el pa¨ªs, solo 300 est¨¢n acreditados.

Aunque esto no impide el ejercicio de la profesi¨®n, s¨ª que delata el incumplimiento de los requisitos m¨ªnimos de calidad. ¡°A los alumnos se les dan falsas expectativas de educaci¨®n y oportunidades, cuando la realidad es que la educaci¨®n por la que pagan es deficiente¡±, dice el investigador de la?UNAM, Alberto Abad Su¨¢rez ?vila.

La proliferaci¨®n de estos cursos de baja calidad, denunciados por el Consejo Nacional para la Acreditaci¨®n de la Educaci¨®n Superior en Derecho (Confede). ?tiene consecuencias graves. Y afecta, seg¨²n los especialistas, al n¨²cleo de la justicia. En M¨¦xico hay 321.000 abogados, y un buen n¨²mero son letrados egresados de escuelas no acreditadas que?trabajan en casos de justicia diaria: divorcios, pensi¨®n alimenticia, ministerio p¨²blico y algunos problemas mercantiles.

En M¨¦xico existen 1.600 cursos de derecho, solo 300 cubren los est¨¢ndares m¨ªnimos de calidad

Y es ah¨ª donde se genera un da?o a la sociedad. ¡°Este tipo de abogados es a los que la gente accede y el resultado es que tambi¨¦n salen timados¡±, indica Su¨¢rez, quien apuesta por un control gremial de los requisitos lectivos. ¡°Si hacemos un gremio m¨¢s fuerte y procesos m¨¢s serios, ser¨¢ menos atractivo para alguien estudiar en estas escuelas; no hay que cerrar las puertas, sino cumplir los requisitos. S¨®lo as¨ª llegar¨ªamos a un nivel aceptable, con menos abogados, pero m¨¢s capacitados¡±, se?ala.

Para otros especialistas, bastar¨ªa con una acreditaci¨®n general de los cursos. Pero este proceso dista de ser sencillo. La acreditaci¨®n en M¨¦xico es voluntaria y adem¨¢s cuenta con la resistencia de numerosas escuelas que no quieren ver destapadas sus carencias. Como se?ala el presidente del Consejo para la Acreditaci¨®n de la Ense?anza en Derecho (Conaed), Felipe Ib¨¢?ez, la mayor¨ªa de los centros no se somete a examen porque su plan de estudios no es completo, est¨¢ desactualizado, no cuenta con instalaciones adecuadas o simplemente carece de profesores cualificados. ¡°El resultado es que existe una diferencia significativa entre lo que aprende un alumno egresado de una instituci¨®n acreditada y una que no lo est¨¢. El someterse al programa de acreditaci¨®n significa un acto de apertura y transparencia de las instituciones educativas en b¨²squeda de la excelencia acad¨¦mica¡±, dice Ib¨¢?ez.

Otro problema?a?adido es la incapacidad de absorci¨®n del propio sistema universitario. La carrera de Derecho en M¨¦xico es de alta demanda. A los dos ex¨¢menes de 2015 para ingresar en la UNAM se presentaron 12.462 aspirantes y solo fueron aceptados 1.020.La Facultad de Derecho es considerada como una de las escuelas ¨¦lite junto con el Centro de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®micas (CIDE) y el Instituto Tecnol¨®gico Aut¨®nomo de M¨¦xico (ITAM), pero s¨®lo la primera es p¨²blica y estudiar en las otras puede costar hasta 46.980 d¨®lares. ¡°La raz¨®n por la que abunda la carrera de derecho es porque tiene una oferta asegurada, el problema es que la entrada a la licenciatura en las mejores escuelas es muy competida, y estas otras cubren la necesidad de la gente que no entra a las de prestigio¡±, se?ala Su¨¢rez.

La carrera de derecho es una de las m¨¢s solicitadas en el pa¨ªs

El proceso de acreditaci¨®n es relativamente sencillo. La instituci¨®n, que primero debe tener un registro oficial ante la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica, paga unos 6.000 d¨®lares (en caso de Confede), llena un formulario de autoevaluaci¨®n y recibe la visita de un comit¨¦ que entrevista a alumnos, exalumnos, empleadores y profesores. Este equipo realiza un informe para una instancia e valuadora que dictamina si la instituci¨®n obtiene o no la acreditaci¨®n. Pese a la sencillez del proceso, la realidad es que una mayor¨ªa de las escuelas de derecho evita someterse a ¨¦l y s¨®lo uno de cada seis cursos cumple con los requisitos de calidad m¨ªnimos.