Suiza define en las urnas su nueva relaci¨®n con Europa

A unos pasos del Ayuntamiento de Amriswil un cartel recuerda que ma?ana es d¨ªa de votaci¨®n. Las urnas se abrir¨¢n para que los vecinos de esta peque?a localidad (12.735 habitantes) del noreste de Suiza tomen dos decisiones: con una papeleta se pronunciar¨¢n sobre un cr¨¦dito para sanear una calle, y con otra impulsar¨¢n un debate que trascender¨¢ la frontera de su municipio. La Asamblea Federal que saldr¨¢ de las elecciones generales del domingo afronta el reto de responder al refer¨¦ndum con el que los suizos apoyaron el a?o pasado poner freno a la inmigraci¨®n. Una decisi¨®n que ha puesto al pa¨ªs ante una encrucijada: mantenerse abierto a Europa o encerrarse en s¨ª mismo.

Los suizos aprobaron en febrero de 2014 por una ajustada mayor¨ªa del 50,3% una iniciativa contra la ¡°inmigraci¨®n masiva¡± lanzada por el partido de la derecha populista UDC-SVP con la oposici¨®n del resto de partidos y los empresarios. El resultado del refer¨¦ndum, incompatible con el acuerdo de libre circulaci¨®n de personas con la Uni¨®n Europea, en vigor desde 2002, trae de cabeza a pol¨ªticos y empresarios, y el debate sigue vivo.

¡°Somos un pa¨ªs multicultural y hay sectores que necesitan mano de obra extranjera¡±, opina Sandra Reinhart, agricultora de 48 a?os, en su puesto del mercado ambulante cercano al Ayuntamiento de Amriswil, a una hora de Zurich, un t¨ªpico pueblo de la campi?a suiza. Michael Schwizer, aprendiz de mec¨¢nico de 22 a?os, le lleva la contraria: ¡°El miedo a perder el trabajo es grande. No podemos dejar entrar a todo el mundo¡±.

La localidad tiene un gobierno encabezado por la UDC-SVP, y respald¨® con un 61% la propuesta. El alcalde, Martin Salvisberg, entiende ¡°los temores¡± de sus conciudadanos a perder su envidiable bienestar con la llegada de m¨¢s extranjeros, que suponen el 23,5% de la poblaci¨®n suiza (8,2 millones de habitantes); pero frente a la l¨ªnea dura de su partido defiende que el pa¨ªs, de los m¨¢s ricos, mantenga los acuerdos con la UE. Su pueblo, con un tercio de vecinos extranjeros, ¡°est¨¢ creciendo¡± y tal vez necesite mano de obra.

Resolver el rompecabezas que supone respetar la decisi¨®n popular y preservar al tiempo la libre circulaci¨®n ocupa intensamente al Ejecutivo suizo, en conversaciones con la Comisi¨®n para intentar salir del atolladero. Bruselas se niega a una restricci¨®n al movimiento de los ciudadanos comunitarios, un acuerdo del que penden otras importantes medidas econ¨®micas. Dar salida al conflicto interesa a ambas partes. El 55% de las exportaciones suizas tienen como destino la UE. Y los productos comunitarios suponen el 73% de las importaciones suizas. Adem¨¢s, en Suiza viven 1,3 millones de comunitarios.

Romper esos lazos causar¨ªa ¡°un gran impacto¡± en la econom¨ªa suiza, por lo que el pa¨ªs tendr¨¢ que optar entre retraerse o profundizar en sus conexiones internacionales, resalta Jan Atteslander, responsable de econom¨ªa exterior de la patronal Economiesuisse.

Los partidos suizos han dejado dormir el asunto en la campa?a, pero no tardar¨¢n en abordarlo. Es la ¡°cuesti¨®n m¨¢s importante de la pr¨®xima legislatura¡±, destaca el polit¨®logo Claude Longchamp.

En enero de 2016 entrar¨¢ en la Asamblea Federal la reforma legal para su debate. La UDC-SVP exige contener la inmigraci¨®n (80.000 personas anuales) para preservar ¡°la patria intacta¡±. Pero pese a ser el partido m¨¢s fuerte en la C¨¢mara baja, con 54 de los 200 diputados, no podr¨¢ imponerse en solitario.

Enfrente tiene a los socialdem¨®cratas del SP, los liberales, democristianos y Los Verdes, que rechazan enterrar los pactos con la UE. Pero tambi¨¦n ellos deber¨¢n buscar un consenso para cumplir la voluntad popular. ¡°El pueblo dijo s¨ª a limitar la inmigraci¨®n, pero tambi¨¦n vot¨® antes a favor de los acuerdos¡±, dice Martin Naef, candidato a diputado del SP de Z¨²rich. Cree que la cuesti¨®n europea volver¨¢ a votarse: ¡°Suiza tendr¨¢ que decidir si quiere una relaci¨®n constructiva con la UE o aislarse¡±.