El d¨ªa despu¨¦s en Turqu¨ªa: ?hacia el pluralismo o la divisi¨®n?
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, pronunci¨® dos discursos para celebrar el triunfo electoral. De ellos se pueden inferir los posibles escenarios de futuro en el pa¨ªs
Ni siquiera los l¨ªderes del Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP) esperaban un ¨¦xito tan abultado, consiguiendo casi un voto de cada dos votantes (49.5%) el domingo. El AKP, que ha gobernado Turqu¨ªa desde hace 13 a?os, cosech¨® 4,4 millones de votos adicionales cinco meses despu¨¦s de las fallidas elecciones de junio, cuando fue incapaz de formar una coalici¨®n de gobierno de un sistema autoritario competitivo, con elecciones pero con libertades y derechos limitados.
En la noche electoral del 1 de noviembre, el primer ministro turco, Ahmed Davuto?lu, cuyo futuro pol¨ªtico se salv¨® con la victoria del AKP, hizo dos discursos distintos, uno en su provincia natal, Konya ¡ªque es hist¨®ricamente la cuna de los conservadores¡ª, y otro en Ankara. Ambos discursos incluyeron mensajes importantes. Uno era que no sacrificar¨ªa ni seguridad ni libertad, connotando la elecci¨®n que su propio Gobierno ha impuesto desde hace tiempo entre estas dos opciones. A?adi¨® que ser¨ªa el primer ministro de los 78 millones habitantes de Turqu¨ªa (turcos, ¨¢rabes y kurdos, muchos otros de diversa base ¨¦tnica y religiosa) y que no permitir¨ªa la polarizaci¨®n de la sociedad o la discriminaci¨®n de ninguno de estos grupos. Cit¨® varias veces el mensaje de Mevlana Rum¨ª, el suf¨ª m¨¢s relevante de Konya, en el siglo XIII, sobre el ¡°amor e inclusi¨®n de todos¡±.
Davutoglu cit¨® en varias ocasiones en su discurso al gran m¨ªstico suf¨ª Rumi, y su mensaje de amor e inclusi¨®n
El segundo mensaje del primer ministro era una se?al clara de apertura de nuevas reformas. Declar¨® que ¡°la camisa se queda demasiado estrecha para Turqu¨ªa y hay que cambiarla inmediatamente. Hay que hacer una Constituci¨®n nueva que sea civil y liberal¡±. Una perspectiva optimista ser¨ªa interpretar esta declaraci¨®n como una se?al de regreso a los tiempos de oro del AKP, cuyo primer Gobierno entre 2002 y 2007 fragu¨® una serie de reformas importantes acompa?adas del fervor asociado a la posibilidad de acceder a la Uni¨®n Europea. Sin embargo, la perspectiva pesimista interpretar¨ªa este segundo mensaje como una declaraci¨®n de cambio constitucional que abra la v¨ªa a presidencializar el r¨¦gimen, el sue?o actual de Erdo?an. Aunque el AKP no tenga la mayor¨ªa cualificada para cambiar la Constituci¨®n, sortear las reglas del juego no es extra?o en el contexto pol¨ªtico turco. En el pasado, el transfuguismo de los diputados fue posible. Tambi¨¦n es posible que convenzan o presionen a otros partidos para conseguir un cambio de esta envergadura.
Una v¨ªa intermedia ser¨ªa la continuaci¨®n y la intensificaci¨®n del presidencialismo de facto, por el que Erdo?an pueda actuar como primer ministro y presidente a la vez. Aunque el discurso de Davuto?lu es bastante inclusivo, hablamos de una sociedad extremamente polarizada, no solamente en las l¨ªneas ideol¨®gicas, sino tambi¨¦n en el estilo de vida. En esta sociedad dividida hay casi 24 millones de votantes que no han elegido al AKP, a pesar del ¨¦xito de este partido.
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